Theresa Gelbman lo tiene todo: belleza, juventud, popularidad y una vida académica en ascenso. Sin embargo, muy pronto todas esos conceptos que ella considera cualidades pasarán al último lugar de importancia cuando, tras una serie de hechos enigmáticos, ella descubra que está condenada a muerte. Y no precisamente por una enfermedad terminal.

Bajo estas líneas básicas, el director estadounidense Christopher B. Landon (Actividad Paranormal: Los Marcados, 2014) entrega en un lapso de 96 minutos, una interesante mezcla entre ciencia ficción, film slasher, y drama post-adolescente. Y los resultados son mucho mejores de lo que cualquiera podría esperar. Claro, con la notable excepción de aquellos a los que cualquier película de terror les parece una maravilla…

Feliz día de tu muerte (Título original: Happy Death Day) cuenta la historia del día de la muerte de Theresa «Tree» Gelbman (Jessica Rothe), una estudiante universitaria, cuyas mayores preocupaciones son tratar de evitar los carbohidratos, emborracharse como loca, acostarse con uno de sus profesores, y ser innecesariamente cruel con las personas que ella considera inferiores. El problema es que el día de la muerte de Theresa no termina.

De hecho, cada vez que Theresa muere a manos de un asesino con una tétrica máscara deportiva, su día, que irónicamente es también su cumpleaños, se reinicia. A partir de entonces Theresa deberá no sólo identificar a su asesino, sino también encontrar la manera exacta de evitar que el día de su muerte vuelva y se repita otra vez.

Lo más interesante de esta película es sin duda su originalidad. La trama del día que se repite y se reinicia, se ha utilizada hasta el cansancio y la más terrible saciedad no sólo en la pantalla grande, sino en cada serie de televisión que haya existido alguna vez en la parrilla de Estados Unidos. Por ahí pasan The X-Files, Buffy, Angel, Star Trek: Discovery, Once Upon a Time y hasta Power Rangers. De hecho, es tan común esta trama que incluso tiene un nombre «El Bucle de Groundhog Day», en referencia a la película de 1993 protagonizada por Bill Murray.

Sin embargo en ésta, la forma en que lo mezclan con otros géneros es lo que más llama la atención.

La película está muy bien dirigida, un punto más para Christopher B. Landon, que prácticamente le devolvió algo de aliento a la ya muerta franquicia de Actividad Paranormal. Es evidente que el director sabe identificar las claves que convirtieron algunas películas slasher en los éxitos de culto que son, y así mismo recrear el universo del guión de manera precisa y agradable en pantalla. Para decirlo de otra manera, es una de las mejores películas que haya producido Blumhouse, en su corta pero prolífica historia.

Las actuaciones, sin ser impecables, son bastante decentes. Jessica Rothe demuestra que no es sólo un rostro bonito en Hollywood pudiendo llevar muy bien el peso de la película, con todos los matices que su personaje implica y le queda muy bien el papel central.

La película tiene un par de huecos argumentales que sin embargo se subsanan con un tono entretenido, pero muy bien complementado con una premisa muy poderosa ¿EN QUÉ DEBEMOS INVERTIR EL TIEMPO QUE NOS QUEDA? Aunque en la película ésta pregunta se responde mediante una situación exagerada, nosotros en la vida real quizás deberíamos tomarlo tan en serio como Tree. ¿Vamos a pasar los días, meses, años, o décadas que nos quedan, que parece mucho, pero en realidad no lo es, obligándonos a nosotros mismos a hacer cosas que no queramos, a fingir, a aparentar, a ser quienes no somos, o por el contrario, vamos a aprovechar cada segundo, cada persona, cada atardecer, cada pasatiempo, cada fotografía, cada texto?

Esa es la cuestión y el reloj está allí detrás, con su implacable y inexorable tic-toc, tic-toc, tic-toc, tic-toc, tic-toc…. recordándonos que el tiempo se nos acaba, aunque no nos demos cuenta.

4,58 / 5,00

★★★★★