La vida está repleta de elecciones. Todos los días elegimos. Elegimos no quedarnos en cama, elegimos hacernos esos huevos de desayuno, elegimos esa playa para ir de vacaciones, elegimos estudiar ésa carrera, o emprender en ése negocio, elegimos ese alguien para acompañarnos el resto de nuestras vidas. Y a pesar de la tendencia contemporánea de culpar a quién sea por el resultados de esas elecciones, lo cierto es que somos nosotros mismos los que hemos construido ese camino por el que hemos transitado, y por eso siempre está en nuestra mente esa pregunta «¿Qué hubiese sucedido si hubiese elegido de manera diferente?».
¿Qué hubiese sucedido si hubiese estudiado más? ¿Qué hubiese sucedido si hubiese insistido en estudiar lo que me gustaba? ¿Qué hubiese sucedido de no haber cometido tantos errores? ¿De no haberme ido cuando pude? ¿De no haber buscado otro trabajo? Esas preguntas están ahí, y quizás también en un universo tan probable como las partículas subatómicas que sólo deberían existir en la maravilla de la probabilidad.
Y aquí es donde empiezan los quizás. Tendemos a creer que quizás, si hubiésemos elegido mejor, nuestra vida sería maravillosa, digna de admirar. Pero, dentro de esos quizás se encierra un elemento sorpresa, la incertidumbre de los resultados inciertos. Hace 30 años todas las niñas querían ser Britney Spears, y ya sabemos como terminó todo eso.
Es en la exploración de esa idea, de las decisiones que tomamos día a día, de los quizás, de esos futuros probables que nunca se dieron, en la que Daniel Kwan y Daniel Scheinert (Los Daniels) se inspiraron para darle vida a una película asombrosa, no solamente en su complejidad, sino en su mensaje, en su reflexión y sobre todo en su presupuesto. Sí, esta película sólo costó 25 millones de dólares. Menos de lo que costó UN solo capítulo de la última temporada de Stranger Things, que andaba como en los 30 millones.
Ahora, si luego de ver la película y de leer esta larguísima introducción, usted ha quedado con dudas e inquietudes, no se preocupe, porque a continuación y sin más preámbulo damos inicio al análisis y explicación de… Todo, en todas partes, al mismo tiempo.
1 ^ ¿Cuántos universos existen en Todo en Todas Partes al Mismo Tiempo?

El número de universos que hay en Todo, en todas partes, al mismo tiempo es infinito. Sólo imagine, que en cada una de las elecciones en su vida, hubiese tomado una decisión diferente. Ya con apenas eso, el número de universos sería incalculable. Ahora súmele las decisiones de ocho mil millones de personas más, a lo largo de su vida. Y de todas las personas que ya murieron, y eso sin meternos en la discusión de si los animales y otros organismos realmente «eligen» o «toman decisiones.
Sin embargo, a lo largo de la película podemos organizarnos mucho mejor si nos concentramos en unos pocos universos. La película, fuera de sus connotaciones de ciencia ficción, con dispositivos de viaje interdimensional y todo eso, es en esencia una historia familiar. Todo en todas partes al mismo tiempo, es una cinta que explora la insatisfacción de una mujer cualquiera con toda su vida, y cómo aprende con el tiempo, más que a valorar lo que no pudo ser, a valorar con el alma lo que realmente tiene. Y este cambio ocurre en el Universo 1.
El Universo 1 es en el que Evelyn (Michelle Yeoh) nunca conoce al Waymond (Ke Huy Quan) interdimensional, ni está expuesta al aparato de cruce de conciencias. Ese día, 31 de Diciembre, Evelyn simplemente va a la IRS, Deirdre (Jamie Lee Curtis) le permite llevar los documentos para deducción de impuestos en orden y cuando Evelyn no acude, Deirdre lleva a la policía para tomar represalias. Es aquí donde Evelyn finalmente llega a conectar con Waymond, con Joy y con la misma Deirdre, para que en unos días, los vemos a todos organizando los documentos y yendo nuevamente a la IRS donde termina la película.
Pero nada de esto hubiese ocurrido en el Universo 1, sino Evelyn no estuviera conectada esencialmente con su consciencia del Universo 2. Este Universo 2 es en el que lentamente todo se vuelve un caos, el Waymond del Universo Alpha, la contacta y le entrega el aparato de conexión. Jobu Tupaki, conecta con el cuerpo de Joy, y entra al edificio de la IRS, donde finalmente corrompe a todos los presentes para que confronten a Evelyn. Es en este universo donde finalmente, Waymond da su discurso de «no peleemos más, tratemonos con bondad». Donde finalmente Evelyn confronta a su padre, y entre todos logran rescatar a Jobu Tupaki. Curiosamente TODA la acción de la película ocurre en este Universo 2, y el desenlace de los personajes es algo que exploraremos más adelante.
Ahora, el Universo 3 es uno de los más interesantes, pues es el que se forma cuando Evelyn decide no irse con Waymond a Estados Unidos, sino quedarse en China con su familia. Allí conoce a un maestro de Kung-Fu y finalmente se convierte en una estrella internacional. Mientras que Waymond se convierte en el CEO de una empresa gigantesca. Este universo es importante por dos razones, la primera es porque convierte a Evelyn en una formidable luchadora de artes marciales, y la segunda porque es aquí donde obtiene la información esencial que en últimas le permite conectarse con su padre y con su hija: «Tratar a otros con amabilidad, bondad y dignidad, no es debilidad, es estrategia».
Finalmente, un universo igual de importante, es el Universo 4. Este universo es único porque representa el único que vimos en la película donde el cuerpo humano sufre de una tremenda transformación, al tener dedos de hot dog, o dedos de salchichas. Aquí Evelyn tiene una relación sentimental con Deirdre y logra conectar con ella, para que en el Universo 1, ambas logren finalmente entenderse más allá del conflicto inevitable entre alguien que cobra impuestos y alguien que los paga.
Estos son los universos principales, sin embargo, de los que logramos rescatar por su importancia, está el que llamaré el Universo Ratatouille, no sabemos cuál es la divergencia que crea este universo, por tanto no está en la gráfica, sin embargo, es aquí donde Evelyn es una chef experta que descubre que su sous-chef Chad (Harry Shum Jr.) en realidad está siendo controlado por un mapache llamado Raccacoonie. Evelyn, conectada con sus consciencias de otros universos, entiende que el hecho estuvo mal y junto a Chad buscan a Raccacoonie.
En la próxima entrega hablaremos de qué fue lo que originó toda la trama de la película, cómo se formó ese ser que llamamos Jobu Tupaki, y qué fue realmente lo que ocurrió en el Universo Alpha.
¿Qué otro universo nos faltó relatar en esta entrega? La sección de comentarios está abierta para que nos cuentes.