Luego de semanas de anuncios, anoche por fin se estreno la llamada super-producción del Canal Caracol, basada en la vida del capo más famoso de Colombia y en algún momento del mundo.

Antes de empezar a hablar de «Escobar, El Patrón del Mal» como se llama la serie (creo que narconovela sería un mejor título) hay que anotar que esta no es la primera vez que Caracol Televisión invierte enormes recursos en una producción, y la última vez que lo hizo las cosas le salieron al revés. Por allá en 1999 se estrenó «La Dama del Pantano». Una telenovela de ciencia ficción, que se llevó lo mejor de los recursos del entonces recién nacido Canal para términar fracasando de manera estruendosa. Así mismo las producciones «internacionales» de Caracol, a las que también les ha invertido un «jurgo» de plata nunca han tenido mucho éxito que digamos. Los éxitos de Caracol siempre han sido un tanto «inesperados» incluso para ellos mismos, por ejemplo «Oye Bonita» y su super concurso/reality «Yo Me Llamo» .
Ahora con «Escobar», otra producción en el mal llamado «formato cine», Caracol quiere ponerse al nivel de RCN en la producción de las narconovelas que tan populares se han vuelto en México y en Estados Unidos.
Luego de que en entrevistas a los creadores Juana Uribe y el nieto de Guillermo Cano, ambos afirmaran que se pretendía contar la historia de las víctimas y no convertir a Pablo Escobar en un héroe, resulta desconcertante que al menos en el primer episodio pasó exactamente lo contrario, no sólo se empezó a contar la historia desde la perspectiva de Escobar sino que el personaje es inmediatamente convertido a través de dialogos inteligentes y precisos, en un protagonista simpático y atractivo.
Ya la mitad de los niños y jóvenes de este país, estarán practicando el acento paisa en su colegio, y pensando que sí, sí vale la pena pasarse la ley por la faja, tal como lo hizo Pablito y teniendo en cuenta que ese problemita del desden excesivo por las leyes es lo que ha producido fenómenos (y no únicamente mediáticos) como el del Senador Merlano, los Nule, los Hermanitos Moreno y otros de igual o peor calaña, no me parece tan buena idea ese enfoque hacía el personaje principal de la serie.
Claro, Caracol no puede invertir millones de dólares en una moraleja, dirán algunos, porque lo que vende es el entretenimiento, pero tampoco se le agradece que concentre los televidentes en un producto que va a terminar por formar antivalores, de los que no estamos muy escasos que digamos.
Casi que extrañamos las aventuras de El Man es Germán (casi) por que al menos, aunque hizo que a algunos idiotas inmaduros les pareciera buena idea andar por la vida con los pelos parados y llenos de chuzos por todos lados, y diciendo a toda hora «gas», «gas contigo» y otras perlas idiomáticas, también tenía un componente interesante de valor a la familia y a la amistad.
No se puede juzgar un libro solo por su portada, hay que seguir viendo que es lo que nos ofrece «El Patrón del Mal» en su capítulos por venir, ojalá si sea lo que prometieron los creadores al realizar una crítica seria sobre el comportamiento críminal y no una idealización y magnificación de la delincuencia como medio de vida.
Igual no cabe duda que va a arrasar con el rating, por ahora.