Una de las consecuencias de la última liberación de secuestrados por parte de las FARC en Colombia, fue la sobre-exposición del grupo llamado «Colombianos y Colombianas por las farc La Paz» ese nombre que a todas luces es redundante, es el ejemplo típico de la mal llamada revolución del lenguaje.
Resulta, pasa y acontece que después de varios siglos de vigencia, resulta que el español o castellano es un idioma discriminatorio contra las mujeres. Y también argumentan que todos los problemas que tienen las mujeres, incluida la mestruación, se puede corregir simplemente retorciendo y corrompiendo un idioma hablado en todos los continentes, y que por lo mismo debe mantenerse firme en sus reglas, antes de que se convierta en un cúmulo de dialectos ininteligibles entre sí, como sucedió con el Latín. Pero para personas como Piedad Córdoba, Gustavo Petro y Hugo Chavez, eso no les importa, lo que les importa es tratar de parecer inteligentes y modernos, con una actitud «liberalista» que contradice las más elementales normas del lenguaje, siendo una de ellas la economía.
Es así como una frase tan inocente como «Todo el personal acudio a el evento» ya es una frase fabricada por el anticristo con la firme intención de esclavizar a las mujeres, y sugieren cambiarlo por «Los hombres y mujeres de la nómina acudieron a la actividad lúdica» . Además de que es una locura gramatical estar cambiando la forma como hablamos para acomodarnos a los caprichos políticos de un puñado de mamertos y mamertas resentidas.
Lo que más resienten es el hecho de que el genero gramatical masculino sea capaz de englobar todos los géneros, por ejemplos «los ciudadanos» puede referirse sólo a los ciudadanos de sexo masculino o puede referirse al conjunto global queriendo decir «los ciudadanos y las ciudadanas». Pero eso no da cuenta de ningún tipo de discriminación, los géneros gramaticales existen en la gran mayoría de los idiomas y son parte fundamental de los idiomas romances (francés, rumano, portugués, italiano) y los idiomas de origen germánico como el alemán también son bastante estrictos con el asunto.

Frases como «José y María viven juntos» también está dentro de las victimas favoritas de los mamertos, diciendo que es injusto que se utilice una palabra en genero masculino plural y pretenden remplazarla por un bodrio como «José y María viven en la misma vivienda». Por favor.
El lenguaje es el medio que tenemos para comunicarnos y nos guste o no hay reglas y esas reglas están allí con un propósito, que no es discriminar, ni apartar, ni esclavizar a nadie, el propósito es que todos los que hablamos español desde los ancianos rebeldes de las Filipinas, hasta los Guineanos Ecuatoriales, hasta los Porteños de Buenos Aires, y los Puertoriqueños de Nueva York, pasando por los rolos y los costeños en Colombia, podamos entendernos sin necesidad de un intérprete.
En caso de que una bestialidad idiomática como esa se llegara a aprobar la confusión sería de proporciones descomunales. Ya vemos textos monstruosos como los de la Constitución Política de la Venezuela Chavista que parecen la contraparte literaria de Frankenstein:
Sólo los venezolanos y venezolanas por nacimiento y sin otra nacionalidad podrán ejercer los cargos de Presidente o Presidenta de la República, Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva, Presidente o Presidenta y Vicepresidentes o Vicepresidentas de la Asamblea Nacional, magistrados o magistradas del Tribunal Supremo de Justicia, Presidente o Presidenta del Consejo Nacional Electoral, Procurador o Procuradora General de la República, Contralor o Contralora General de la República, Fiscal General de la República, Defensor o Defensora del Pueblo, Ministros o Ministras de los despachos relacionados con la seguridad de la Nación, finanzas, energía y minas, educación; Gobernadores o Gobernadoras y Alcaldes o Alcaldesas de los Estados y Municipios fronterizos y de aquellos contemplados en la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional.
¿Tiene eso alguna lógica o funcionalidad? NO, pero la idea para ellos no es cumplir con las reglas sino rebelarse contra todo, porque ven enemigos en todas partes, y aún si tuviesen razón, esos enemigos no están en la RAE ni en los diccionarios que utilizamos a diario, que son un instrumento de conocimiento, no un instrumento de discriminación.
Mi crítica va cuando dices que las reglas están ahí «por algo», porque en la historia (y en general) se ha demostrado que violar leyes y/o salirse de convencionalismos facilita la evolución de las sociedades (p.e. si no fuera porque los burgueses cuestionaron las estructuras de poder de la aristocracia, la Revolución Francesa jamás hubiera ocurrido, lo mismo con la refutación de la teoría geocéntrica o la teoría de la relatividad), y esto puede aplicarse en el lenguaje, que también puede usarse como instrumento de represión (leer «El gran Burundún-Burundá ha muerto» de Jorge Zalamea).
Sin embargo, estoy de acuerdo contigo con respecto al uso de redundancias, y con que el uso de lenguaje «incluyente» puede conllevar al tedio.
Saludos.
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Víctor Manuel Pacheco LópezYesterday 20:39 (edited)
En el Diván Rojo, blog que desde hace días veo como sexista, un usuario hizo un excelente comentario a una nota sobre la respuesta de Florence Thomas a Hector Abad Faciolince a propósito del debate sobre el lenguaje incluyente.
http://www.eldivanrojo.com/2012/03/florence-thomas-le-responde-hector-abad.html
«y desde este sentido común y esta sentida comuna, comprendamos y comprendamas que el lenguaje y la lenguaja es tan sexuado y sexuada como quienes la hablan y lo hablan y como quienes lo regulan y la regulan; tan sexuado y tan sexuada como los patriarcas y las patriarcas de las academias y los academios. Es imperativo e imperativa que nos tomemos esta tierra y este planeta aún tan misógina y misógino. Es imperativo e imperativa adaptar el lenguaje y la lenguaja a nuestra y nuestro recién inaugurada e inaugurado autonomía y autonomío. Y con esto y esta no se trata de transformar el lenguaje y la lenguaja en una herramienta y un herramiento pesada y pesada e insoportable y hacernos y hacernas decir lo que nunca y la que nunca hemos dicho y dicha. Solo y sola pedimos atención a los aportes y a las apartes del feminism y de la feminisma. Solo y sola exigimos y exigimas estar visibles en la historia y en el historio que hoy y hay se escribe. Y, por supuesto y porsupuesta, Héctor Abad Faciolince no necesita y no necesito escribir sus novellas y novelones con lenguaje y lenguaja incluyente, porque las novellas y los novelones recrean las vidas y lo vivido de personajes concretos y concretas. Y a él le digo y le diga que, aun en medio y media de cinco hermanas y hermanos, nació varón, y nacer varón es, en sí mismo y misma, nacer sujeto y sujeta y no necesita confirmación ni confirmaciona. Nosotras y nosotros necesitamos y necesitamas sin cesar y sin cesor confirmación ni confirmaciona. Héctor: acuérdate siempre de esa y ese frase magistral y magistrala de Pierre Bourdieu: «Nacer mujer y hombre es nacer con un y una coeficiente y coeficienta simbólico y simbólica negative y negativa». El lenguaje y la lenguaja incluyente e incluyenta es sencillamente una herramienta y un herramiento de reparación y reparaciona histórica e histórico…»
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Sin duda hay preocupaciones más profundas que repetir todas las palabras con «aes» y «oes». En nuestro blog hemos sostenido esa discusión varias veces, puesto que como su tema central es la diversidad sexual y de género, muchas personas insisten en que es necesario ser «incluyentes» y decir las, los, les, lxs, l@s, l+s, etc.
Preferimos un lenguaje claro, práctico, pero con ideas críticas, que inviten al debate y que no se pierdan en las nimiedades de las vocales y las arrobas. Finalmente la inlcusión se da en la práctica, cuando se invita a pensar en temas que normalmente no se tocan, o cuando se da una amplia gama de perspectivas sobre temas que pueden resultar «inmorales» o intocables para muchas personas.
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