Las Ventajas de un Smartphone Roto.

En toda mi existencia, sólo he tenido tres smartphones. Algunos dirían que cuatro, contando con el Blackberry que tuve hace como dos años, pero a mi modo de ver las cosas, una calculadora tiene tanto mérito como un Blackberry a la hora de llamarse smartphone.

Nunca ha transcurrido un año completo desde el momento en que adquiero el celular, hasta que por alguna razón no tan misteriosa, este sufre un accidente estrepitoso que lo deja parcialmente roto.

defy roto.
Teléfono roto 1.

El primer smartphone que tuve fue el Motorola Defy, curiosamente promocionado como el primer smartphone antichoque o antigolpe, no pasaron ni seis meses cuando me di cuenta que tal promoción era tan falsa como los senos erectos de Amparo Grisales. Estaba yo cómodamente sentado, y tenía mi hermoso celular en el regazo, cuando llegó una anciana decrépita y como yo era el único caballero sentado, me tocaba por cuestiones de urbanidad cederle la silla, con tan mala suerte que el celular cayó al piso con la pantalla abajo y se le hizo una grieta espantosa, afortunadamente no quedó inservible y lo seguí utilizando normalmente por varios meses más. Hasta que se me ocurrió montar bus en Bogotá. Bueno la idea no fue mía, yo hubiese pagado el taxi, pero tampoco es que me haya opuesto ferozmente. Llevaba el celular en el bolsillo cuando me puse de pie a esperar el sitio de la parada, con tan mala suerte que el bus frenó y me choqué contra una de las sillas. Luego me di cuenta que la ya rasgada celular se había vuelto inservible. Fin del Smartphone Número 1.

Curiosamente en Bogotá se me ocurrió comprar mi segundo smartphone, como para no quedarme sin foursquare y sin twitter, no era la gran cosa, comparado con el Motorola Defy, era un LG Optimus Me, y sí me fue de mucha ayuda por algún tiempo, al menos para no andar luciendo un celular roto a toda hora y por lo que sucedió después me di cuenta que era bastante resistente, al menos. Resulta y pasa que yo utilizaba ese celular como foco de mano, error, una vez que salí al patio de madrugada se me cayó de la mano y golpeó el piso. No se volvió papilla como el Motorola, pero 4/5 de su pantalla quedaron negros como la noche. Bonita Cosa. Fin del Smartphone Número 2.

roto iphone
Hasta en las «mejores familias» pasa. Aunque es mejor uno roto, que uno robado.

Luego, a la hora de hacer la reposición del equipo, que no es más que amarrarse otro año más con el mismo plan, pero más caro, adquirí el Samsung Galaxy Ace. Era una especie de punto medio entre el Motorola Defy cuya definición era una belleza  y el LG Optimus Me. Igual es uno de esos celulares que se ven más bonitos con la pantalla apagada que encendida. Esta vez, estaba viendo el noticiero y se me ocurrió levantarme del puesto y el celular se me resbaló de la mano y cayó contra el piso. La pantalla se agrietó, pero de manera menos escandalosa que el Motorola Defy. Y sigue funcionando normalmente hasta el día de hoy.

Curiosamente cuando se le agrietó la pantalla al celular, no sentí tristeza, ni guayabo como dicen algunos cuando pierden un smartphone, al contrario me sentí aliviado. Un celular con la pantalla rota es mucho menos apetecible para la mano de ladrones que abundan por las calles y que la policía se resiste a capturar. En caso de que cualquier imbécil se le ocurra pedírmelo, lo único que tengo es mostrarle la pantalla y decirle que el celular no sirve y eso tendría que bastar para que se largue de una vez por todas.

Otra ventaja de un smartphone roto es que la gente que te rodea de repente deja de parecerle interesante pedirte prestado el celular. Cesan las expresiones como «Ay que bonito» y «Déjame verlo» y «¿Cómo se prende?» a una muy simple «¿Se te cayó?».  Al menos no te lo piden para manosearlo.

La última ventaja, y quizás la más importante es que vuelves a un estado de tranquilidad, dejas de preocuparte por los ladrones y dejas de estar cuidando tanto a un aparato inerte. Y mejor aún, dejas de estar tentado a tenerlo todo el día en la mano, puesto que ver la pantalla rota en algún momento termina fatigando la vista.

Ahora no es que esté tratando de convencer a nadie de que hagan picadillo sus smartphones, sólo que traten de ver esos aparatos como una extensión de ustedes, no a ustedes mismos como una extensión de esos aparatos. Y si se le cae el celular, relájese, piense en que no fue un brazo o una pierna, eso debería ser suficiente para sentirse mejor.

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