¿Será posible hacer un SEGUNDO musical basado en las mismas canciones de Abba, que el primero? ¿Y será posible hacerlo sin Meryl Streep? Y mejor aún ¿Será posible hacerlo con otra actriz en el mismo personaje de Meryl Streep? Bueno, esas fueron las preguntas que se hizo el director Ol Parker (Marigold Hotel) cuando le ofrecieron dirigir esta segunda entrega de Mamma Mía y son las mismas preguntas que responderemos continuación ¡Empecemos!
Mamma Mia: Here We Go Again (Vamos otra vez / Una y otra vez en los mercados hispanoparlantes) es a la vez la precuela y la secuela de la primera entrega de la franquicia, estrenada en 2008. Y como son dos líneas argumentales, entonces se cuentan dos historias.
En la historia precuela, Parker nos cuenta la historia de Donna Sheridan (Lily James) una chica fresca y vivaracha del noreste de Estados Unidos, que un día decide descubrir su propio destino, más allá del de los estudios y la ausencia de su madre, y visitar Europa para terminar en una mítica isla griega donde los antiguos creían que acababa el mundo. El resultado de la aventura es bastante predecible si usted vio la primera entrega.
En la historia secuela, vemos la historia de Sophie Sheridan (Amanda Seyfried), quien luego de la muerte de su madre, Donna (Meryl Streep) ha tomado como misión personal rescatar el Hotel Villa Donna y relanzarlo como el Hotel Bella Donna como un homenaje a su madre. Sin embargo, más temprano que tarde Sophie tendrá que comprender que intentar mantener viva la memoria de su madre podrá ser mucho más complejo de lo que ella imagina.
En este tipo de películas, sobre todo teniendo en cuenta que es un musical que recicla canciones, la pregunta que surge es ¿Era realmente necesaria esta película? Y lo cierto es que no. La película no era necesaria, todos podíamos vivir el resto de nuestras vidas con el final feliz de la primera película sin tener que conocer en detalle cómo quedó Donna embarazada, y mucho menos que murió por causas desconocidas y que su hija intenta seguir su camino. Pero al igual que lo entendió el difunto Steve Jobs en sus tiempos, muchas veces lo bueno no era en principio necesario.
La parte precuela de la cinta es el eslabón débil de la misma. Y no sólo es que Lily James no tenga ni una gota del carácter de Meryl Streep, ni mucho menos su amplio margen interpretativo, o mejor aún, su extraordinario carisma; sino que el resto de personajes jóvenes es una línea infinita de modelos intentando mostrar sus puntos fuertes en el físico y ninguno de los que deberían tener en una película donde sus contrapartes adultas son actores multipremiados. Quizás Jessica Keenan Wynn, se salva un poco de esta apreciación, pero más por el personaje que por su trabajo.
La parte secuela es la que mejores actuaciones tiene. Por favor, Pierce Brosnan, Colin Firth y Stellan Skarsgard, y encima Andy García, Julie Walters y Christine Baranski dan clase de actuación aquí, pero lamentablemente acá el guión es más débil. Y de no ser por la calidad de actores presentes, bien podía haber sido el fin de la cinta.
No hay duda que son los últimos 15 minutos de la película los que generan la mayor carga emocional y es cuando las dos líneas argumentales se fusionan en una sola, y donde el mayor espectáculo musical aparece, pero esos 15 minutos no responden por los 100 iniciales donde realmente no es mucho lo que sucede.
En resumen: Mamma Mia: Here We Go Again es una película que aunque sobrepasa su baja expectativa inicial, tampoco llega al nivel de la primera película y mucho menos da para pensar en premios o aclamación universal. Es otra película, de esas que se hacen para sacar dinero, pero que a la hora de la verdad quedan pendientes de trascender, incluso con un extraordinario reparto de actores.
El Sabanero X 