Notas de Película ^ Guardians of the Galaxy / Guardianes de la Galaxia Vol. 2 (2017)

1,7

⭐⭐

Walt Disney Pictures

Guión

Dirección
⭐⭐
Actuaciones
⭐⭐⭐⭐
Impacto

Premisa
☢️

Todos los que vimos la primera entrega de Guardianes de la Galaxia recordamos cuales fueron las claves de su éxito: héroes con personalidad, villanos creíbles y sobre todo (y lo más importante) su conexión con la música. Pero como sucede con bastante frecuencia en todo lo que toca Disney, una vez creen que han encontrado la fórmula mágica para atraer millones en taquilla y encima la favorabilidad de la crítica, empiezan a exagerarla y a repetirla hasta un punto en que el conjunto resulta, si bien no irreconocible, al menos, eso sí, bastante disparatado.

guardianes

Guardianes de la Galaxia Vol 2. (Título original: Guardians of the Galaxy Vol. 2) continúa con la historia de Peter Quill (Chris Pratt) y su equipo de criminales, recién convertidos a héroes que incluyen a Gamora (Zoe Saldana), Drax (Dave Bautista), Rocket (Bradley Cooper) y Groot (Vin Diesel). En esta oportunidad, el equipo acude al encargo de Ayesha (Elizabeth Debicki), la líder del Planeta Soberano, una elitista y pedante raza con un alto nivel tecnológico.  Las cosas para Quill y su equipo se complican cuando Ayesha descubre que durante la comisión del encargo, objetos de altísimo valor fueron sustraídos de su planeta y se da a la cacería de nuestros renuentes héroes.

A partir de allí, los Guardianes tendrán, no sólo que encontrar la mejor manera de enfrentarse a la cacería Soberana, sino también la de lidiar con un Celestial que podría tener información muy sensible sobre el origen de Peter.

Habiendo dicho lo anterior, resulta ineludible señalar lo terriblemente predecible que resulta el argumento de esta cinta. Primero, es apenas obvio lo que pretenden al sacar a Yondu de la categoría de villano, a la de héroe, muy parecido a lo que sucede con Nébula. Aunque esta última quizás (por cuenta del buen trabajo de la actriz Karen Gillian) se convirtió en uno de los puntos fuertes de la cinta. Pero la verdadera cereza del pastel es la línea argumental de Ego y su relación con Peter. ¿En cuántas películas y series de televisión hemos visto que aparece el papá biológico del personaje y este resulta no ser tan bueno como se ve al principio?

Por favor, esto se supone que es el billonario universo de Marvel, no un capítulo de relleno de Friends.

La dirección, puede que sea correcta, pero no deja de ser irritante por el continuo, y muchas veces innecesario uso de la pantalla verde. Estamos ante una película donde lo que no está alterado por computadores, se cuenta en segundos.  Y quizás todo la predictibilidad y las pantallas verdes se podrían perdonar, si tan solo la película fuera infaliblemente entretenida. Pero no.

En esta cinta, la música, a diferencia de la primera entrega, no sirve para complementar las secuencias, sino que por momentos parece hacer todo lo contrario: sobrar y estorbar. No dudo que el curador de la lista de canciones hizo un excelente trabajo, pero es en la edición y la inclusión de dichas canciones dentro de la película donde estuvieron los clavos más gruesos del ataúd de este largometraje.

Aparte de estos tres elementos, aún así, se puede notar que los escritores se esmeraron en crear coherencia dentro de los diálogos de los personajes, responsables de los ingeniosos chistes, que siempre lograron una carcajada natural del público.

El final de la película, es el que esta cinta sin duda merece: una desordenada secuencia repleta de efectos especiales, destrucción y manipulación emocional al mejor estilo de Disney.

Para resumir: probablemente no se duerma viéndola, pero nunca será posible que la disfrute igual que disfrutó la primera entrega.

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