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Este fin de semana se estrenó por fin la segunda parte de la última entrega de la saga de Harry Potter y pues habiendo leído todos los libros y habiendo seguido todas las películas, no me queda de otra que unirme al zumbido que ya de por si es constante en Twitter y la blogósfera.
Primero que todo hay que entender que esta última entrega no es una película como todos entendemos ese concepto, es en realidad la segunda mitad, igual que como hizo Quentin Tarantino con su famosa Kill Bill que también fue entregada al público en dos partes pero que en realidad forma parte de una sola estructura.
La primera parte de Harry Potter y Las reliquias de la Muerte se estrenó en la emblemática fecha en que se estrenaron las dos primeras películas: El día de acción de Gracias. Mientras que la segunda parte se ha estrenado en la mitad del verano boreal, no cabe duda que con el fin de maximizar las entradas, que al fin y al cabo era el propósito original al hacer la película en dos partes, porque por ejemplo Harry Potter y la Orden del Fenix es un libro mucho más extenso y complicado que la «Las Reliquias de la Muerte» y sin embargo cupo muy bien en un formato de cine común y corriente, sin necesidad de hacer segunda parte.
Bueno pero dejando las cuestiones de forma atrás, pasemos a las cuestiones de fondo. Esta última entrega es sin duda la que más apegada está al texto original de J.K. Rowling salvo algunos detalles para incrementar la tensión al final, se puede decir que lo que vimos en pantalla fue lo mismo que que leímos en el libro digamos que en un 85%-90%.
Algunas de las cosas que aparecieron en el libro que no aparecieron en la película fueron por ejemplo la escena donde Dudley y Petunia se despiden de Harry, pero por otro lado la película abre con una excelente actuación de Emma Watson cuando le quita la memoria a sus padres con el fin de ponerlos a salvo del peligro que se avecina con Voldemort, pero estos detalles faltantes son muy bien compensados y la adaptación final es precisa y correcta.

La primera mitad de la película ciertamente es más sombría, la segunda sin embargo lo compensa y es bastante divertida. Las actuaciones son excelentes, y puedo decir sin ninguna duda que es Emma Watson quien mejor lo hizo, seguida de cerca, quizás de Maggie Smith (Minerva McGonagall) y Helena Bonham-Carter. La escena en que se descubre que el mismo Harry es un horrocrux y Hermione expresa el deseo de acompañarlo, es la mejor de las dos cintas y compite muy de cerca con la escena de «Wingardium LeviOusa, no LeviousA» de la primera película como la mejor de todas las 8 entregas, ambas a cargo de Watson, que sin duda está llamada a ser una figura importante dentro del cine mundial, quizás dentro del mismo nivel que su compatriota Kate Winslet y, por qué no, la misma Julia Roberts.
Veo que a Watson con un brillante futuro por delante, seguida muy de cerca por Tom Felton quien ha demostrado un fuerte interés en entrar al mercado de Estados Unidos y ya hasta habla con un perfecto inglés americano.
La película está muy bien cuidada, desde los efecto hasta la ambientación y el sonido son sensacionales, y al escena final ocurrida 19 años después es excelente hasta el punto que asombra como envejecieron a los aún adolescentes Radcliffe, Grint, Watson y Felton.
Es sin duda el fin de una era, de una historia con la que muchos crecimos y de la que al principio escuchábamos fábulas de estropicio, de libros quemados en Carolina del Norte, de acusaciones de satanismo y que luego pasó a formar parte de los medio omnipresentes y que finalmente marcó a una generación a través de tres décadas.
Por eso y muchas más razones, no creo que esto sea lo último que veamos de el famoso mago con una cicatriz en la frente, habrá mucho más de él en el futuro, sólo es cuestión de saber esperar.
Calificación 4.4/5.0