Si he de responder cuál fue mi primera impresión de La Sirenita (2023), me tocaría decir que en realidad no es una película, sino dos películas totalmente diferentes pegadas a la fuerza con almidón de yuca. Y si quiere saber el por qué de dicha dicotomía le sugiero que siga leyendo.
En efecto, de los tres actos que tiene la versión 2023 del clásico de Disney, La Sirenita, los dos primeros sufren, al igual que todas las otras versiones live-action, de algo que parece inconcebible que no hayan pensado en Disney, y es la indiscutible sensación cringe que produce una historia que ya hace rato no cuadra con los tiempos modernos. En otras palabras, es una historia que tristemente ya pasó de moda y es, cuando menos, bastante incómoda de ver. Y cuando más, hasta algo perturbadora.
Aquí es importante señalar que el cine, al igual que las otras artes, hacen bien en reflejar el momento de la historia en el que fueron creadas, y el argumento de La Sirenita de 1989 (¡hace 34 años!) no refleja en nada ni la narrativa, ni las motivaciones, ni las temáticas de 2023.
Ahora, habiendo dicho esto, el tercer acto de la película es a falta de una mejor palabra, FENOMENAL. No sólo es que la narrativa cambia y se vuelve completamente dinámica, sino que hasta las actuaciones, especialmente la de Javier Bardem (el Rey Tritón), y Jessica Alexander (Vanessa), elevan la calidad del acto de manera estratosférica.
Si bien, en los dos primeros actos, los efectos especiales, los encuadres y el manejo de luz y colores no es particularmente nefasto, ni mucho menos, para el tercer acto todo encaja a la perfección, los efectos y la colorimetría son fabulosos, y complementan a la perfección la urgencia del guión.
Quizás, con una introducción un poco diferente, la película hubiese apalancado mucho mejor los dos primeros actos, que básicamente se sostienen por la ejecución impecable de Halle Bailey de «Part of Your World» («Parte de tu mundo»), y tener no sólo un producto que en promedio sea pasable, sino que en su totalidad hubiese sido excepcional.
Ahora, con respecto a la interpretación de Halle Bailey, hay que decir que parte del carisma de la sirenita animada es su inocencia, sin embargo Bailey interpreta a una sirenita más que rebelde, por momentos, fastidiosa con la cual es complejo empatizar. Puedo ver a la actriz en papeles mucho más demandantes que éste, y con toda certeza tendrá todo a su favor para destacar. Lo merece.
Y a ti ¿cómo te pareció la película?
