Spaceman es el ejemplo de que una película sin ser pretenciosa, como la pecueca esa de Poor Things, o extravagante, como Dune o Avengers, puede llegar al corazón del espectador con solo tres ingredientes: una buena historia, un buen director y unos buenos actores. Excelentes Carey Mulligan y Adam Sandler, y la voz de Paul Dano, genial.
