Empezaré esta reseña advirtiendo a todo aquel que tome el riesgo de leerla que no va a ser nada objetiva por la sencilla razón de que detesto toda la franquicia de Kung Fu Panda y no sólo porque haya sido desde el inicio una desabrida serie de películas, con una premisa ridícula y con el único objetivo de vender muñecos y peluches a la bola de malcriados que pululan como mala hierba por todos lados, no, sino por el hecho de que se hayan atrevido a lanzar tres de esos horrorosos largometrajes.

Por supuesto, no faltará el desocupado que haciendo uso de una muy poco inteligente sorna me pregunte por qué me fui a ver la película si la detestaba tanto, bueno, la respuesta es muy sencilla: no tenía nada mejor que hacer ese día. ¿Contentos? Además quería comprobar por mí mismo que en este tercer intento nada iba a cambiar. Y salvo unos pocos y muy contados momentos, creo que tuve la razón todo el tiempo.

Kung Fu Panda 3 continúa con la historia de Po Ping, un oso panda en un universo donde todos los animales (excepto tal vez las cucarachas, las tenias y los gusarapos) son antropomórficos y donde uno de los mayores honores es convertirse en maestro de Kung Fu. Po ha logrado culminar con éxito su entrenamiento por lo cuál el maestro Shifu decide ascenderlo a maestro con pésimos resultados en unas escenas que ni mandadas a hacer para que la manipulada audiencia se ría a carcajadas.

Muy convenientemente la prueba definitiva para Po será enfrentar al peor enemigo de todos los maestros de Kung Fu, Kai, el máximo rival del legendario maestro Oogway. Los extraordinarios poderes de Kai sólo podrán ser superados por el chi del guerrero dragón. Y ya hasta ahí usted sabe muy bien como va a terminar todo eso.

Lo que más me molesta de esta historia, es que además de ser increíblemente descarada en su intención de avanzar el argumento literalmente como sea, tiene como premisa que usted puede lograr cualquier cosa sin el más mínimo esfuerzo, a punta de pura suerte. Así que los guionistas ni siquiera se esforzaron en cambiarlo e innovar en esta. Después de todo, si les funcionó las dos primeras veces ¿por qué no una tercera?

La animación, pues está dentro de lo que se considera regular en estos días, quizás un par de escenas bien logradas, eso sí, pero nada como para levantarse a aplaudir. En cuanto a las escenas y los diálogos, creo que por separado se puede decir que son muy buenos, el problema es cuando se les quiere unir y armar una película que sea coherente y no un montón de situaciones ridículas para hacer reír prepuberes, fracasa totalmente.

En conclusión, una película que demuestra que el legado de Minions de hacer películas malísimas, solo para entretener a niños que todavía usan pañal sigue más que vivo.

3,03/5,00

P.D. ¿3,03? Bueno, creo que siempre sí fui objetivo, después de todo. Creo que fue por la animación, sí debe ser eso.