Y bueno aunque no me quedé dormido en la función de estreno de Eternals, me pareció tan irrelevante que ni siquiera me acordé de hacerle la respectiva reseña, sin embargo y en aras de tener todas las películas de la fase 4 del Universo Cinemático de Marvel reseñadas y calificadas, aquí les voy. Eternals es una película demasiado larga, demasiado inconexa y, sobre todo, demasiado ambiciosa para unos personajes que nadie conoce.
Empezaré esta reseña advirtiendo a todo aquel que tome el riesgo de leerla que no va a ser nada objetiva por la sencilla razón de que detesto toda la franquicia de Kung Fu Panda y no sólo porque haya sido desde el inicio una desabrida serie de películas, con una premisa ridícula y con el único objetivo de vender muñecos y peluches a la bola de malcriados que pululan como mala hierba por todos lados, no, sino por el hecho de que se hayan atrevido a lanzar tres de esos horrorosos largometrajes.
Por supuesto, no faltará el desocupado que haciendo uso de una muy poco inteligente sorna me pregunte por qué me fui a ver la película si la detestaba tanto, bueno, la respuesta es muy sencilla: no tenía nada mejor que hacer ese día. ¿Contentos? Además quería comprobar por mí mismo que en este tercer intento nada iba a cambiar. Y salvo unos pocos y muy contados momentos, creo que tuve la razón todo el tiempo.
Hace exactamente once años que fui por primera vez a ver una película en una sala de cines. Hasta ese momento, mi contacto con el séptimo se reducía a las repetidas películas de los fines de semana en los canales nacionales y algunos extranjeros, y excluía por completo las largas filas para conseguir entradas, crispetas o gaseosas. Y desde ese entonces, hasta ahora, Maléfica ha sido la única película Disney que ido a ver sin pensarlo dos veces.
Nuncahe sido especialmente tolerante con la cultura falsa, santurrona, mojigata, «apta para toda la familia» del gigante del entretenimiento de Buena Vista Street, sin embargo, luego de meses de una extraordinaria campaña de publicidad, me llamó la atención que por primera vez se centraran en uno de sus legendarios villanos y no en una de sus inverosímiles princesas. Sin embargo, una vez en la sala de cine, comprendí rápidamente que mi indefectible desdén por las películas de Disney estuvo, está y estará siempre más que justificado.
Maléfica es una de las películas con más potencial que jamás he visto, sin embargo a los dos minutos de haberla iniciado perdí todas mis esperanzas. La película utiliza un narrador externo para detallar los sucesos que dieron origen a la villana de «La Bella Durmiente», pero en lugar de ser un truco interesante como, por ejemplo, en «El Joven Manos de Tijera», aquí se torna aburrido por la cantidad de información que presenta antes de los 20 minutos, excediendo por mucho la duración de los diálogos.
El primer Acto, que llamaremos «Maléfica desciende a la oscuridad» era quizás el más importante de toda la película, el espectador debía identificarse con la protagonista y con su decisión de abandonar la luz y sumirse en la oscuridad; pero entre tanto color chillón, tantas hadas y tanta narración esta intención se pierde por completo y sólo queda medianamente sustentada por la actuación de Angelina Jolie en el momento en que su personaje pierde su don más valioso por la ambición de Stefan, el amor de su vida.
El segundo Acto que llamaremos «Maléfica y Aurora» es quizás el más deficiente de los tres que componen la película, precisamente porque se apoya en todo el cliché «apto para toda la familia de Disney». Maléfica (Angelina Jolie) con el corazón lleno de odio por haber sido vilmente engañada y mutilada, acude a la presentación de la recién nacida princesa Aurora, hija del ahora rey Stefan (Sharlto Copley) en la misma escena clásica hecha famosa por «La Bella Durmiente», con la diferencia de que Maléfica no condena a Aurora a muerte, sino simplemente a un sueño eterno, hasta que reciba un beso de amor verdadero, a sabiendas de que ese tipo de amor no existe.
Stefan, desesperado envía a su hija con las hadas al bosque para proteger a Aurora de cualquier peligro proveniente de la maldición, pero pronto es evidente que las tres hadas son una mala elección para cuidar a una niña y Maléfica se encarga de protegerla hasta su cumpleaños número 16. Maléfica, en contacto con la dulzura, inocencia y bondad de Aurora (Elle Fanning) decide revertir el hechizo, pero le es imposible.
A partir de este punto, el tercer acto, que podría llamarse perfectamente «Maléfica vs Stefan» se desencadena como una secuencia de acción perfectamente coreografiada, en la que los buenos (con cara de malos) se tienen que enfrentar a los malos (con cara de buenos) para evitar la tragedia que condenaría a Aurora al sueño eterno.
Ya era hora de que regresaras, Jolie.
Maléfica no tiene una premisa clara, salvo quizás la nebulosa idea de que el amor verdadero no siempre está con quien lo esperas, idea que se difumina rápidamente entre narraciones aburridas, diálogos sin sentido, animaciones innecesarias, colores chillones, chistes fáciles y un argumento, que aunque interesante por momentos, resulta incoherente. Lo único que salva a la cinta de ser un desastre total son las actuaciones de Jolie y Fanning, y quizás un poco la de Copley, a quien al parecer no solo han encasillado como villano, sino que hasta le dan el mismo castigo en todas las películas.
Lo realmente positivo de esta película es el retorno de Jolie a la pantalla grande en un rol principal, ya que no la veíamos desde 2010, es un alivio verla de regreso, así sea en una película un tanto mediocre. Al menos, a partir de ahora, su imagen estará asociada para siempre a la de uno de los cuentos clásicos más leídos en todo el mundo, aunque por otro lado, a partir de ahora, no volveré a confiar de antemano en la calidad de una película de Disney.
Antes de empezar a escribir este artículo, me puse a investigar un poco la filmografía de Angelina Jolie y Salt es he de hecho la unica película en la que la veremos este año. Creo que todos extrañamos verla un poco más haciendo películas, pero si elige hacer películas como Salt, esa espera se hace mucho mas llevadera.
Jolie ha logrado lo que ninguna otra mujer ha logrado en la historia del cine estadounidense: llevar a cuestas una película con un elenco prácticamente desconocido donde ella es la única estrella y más donde elle es la figura de acción, y dicho sea de paso, sin parecer un hombre. Esta película de conspiración internacional, donde la idea es asesinar a los presidentes de dos superpotencias nucleares y desatar un apocalipsis, demuestra que Angelina no tiene absolutamente nada que envidiarle a Bruce Willis o a Matt Damon, cuando a la hora de combate cuerpo a cuerpo y dar patadas se trata.
Además que es creible como patea-traseros, Angelina les gana a todos ellos, porque además de fuerte impregna la pantalla de sensualidad y erotismo, tan solo con su mirada y los gestos de sus manos y (por supuesto) sus labios. La mejor escena es sin duda cuando Jolie despues de pintarse el cabello, va al desfile del presidente, en una escena que me recuerda mucho a una de The Passion of The Christ y donde se ve absolutamente hermosa. La historia de Salt no es realmente la más original de todas, pero no es mala y tratan de un tema que ya la mayoría consideraba agotado: La Unión Sovietica.
La historia narra (sino se ha visto la película deténgase aquí) como en la guerra fría en la Unión Sovietica se dedicaron a crear soldados, espías con una formación impecablemente estadounidense, con el fin de que encajaran a la perfección en la sociedad que debía ser infiltrada. El personaje de Jolie que originalmente se llama Chenkov, logra ser la mejor de su clase y es enviada a los Estados Unidos, donde ya de adulta logra infiltrarse dentro de la Central de Inteligencia de los Estados Unidos: La CIA.
El proposito de Chenkov (o Evelyn Salt con su nombre estadounidense) es asesinar al presidente ruso en el denominado Día X, y ella misma es delatada por su antiguo mentor Orlov obligandola a escapar en escenas increíblemente logradas, siendo la mejor la del asesinato del presidente ruso. Es de esas películas donde lo imposible puede suceder, donde el mundo siempre está a punto de ser destruido y donde el heroe logra salvarlo al final del día. La película termina de nuevo con Salt escapando, esta vez con la msión de encontrar a los infiltrados en la sociedad norteamericana.
Si bien Inception logró derrotar a Salt como la película de la temporada, Salt sigue siendo una excelente opción, es una pelicula que logra mezclar lo clásico de las películas de espionaje de antaño, con la tensión que solíamos ver en 24, con escenas de persecución y combate muy bien logradas.