Fin de las vacaciones y hora de volver a las reseñas cinematográficas que tan famoso han vuelto a este blog (sí, claro)… y qué mejor manera de hacerlo que con la quinta (sí, quinta ¿quién lo diría?) entrega de la franquicia de La era del hielo, esta vez titulada Choque de mundos.

En esta ocasión, el grupo formado por Manny, Diego, Sid y su respectiva y creciente horda de amigos y familiares tendrán como misión la de detener un cataclismo global, cuando un asteroide se dirija inexorablemente hacia la tierra, condenándola a la extinción. Así, con los limitados recursos que un grupo de animales prehistóricos pudieran haber tenido, se dirigen a esa última misión, mientras tratan de resolver los conflictos que traen los cambios que el tiempo ha generado en el grupo. Eso sin mencionar las indefectibles aventuras de Scrat y su bellota, que esta vez llegan a dimensiones espaciales.

La era del hielo: Choque de mundos (Título original: Ice Age: Collision Course) es una de las pocas películas animadas que acepta su rol de fábula contemporánea, a la vez que se divierte de esa misma situación. Es así como un grupo de animales prehistóricos pueden hacer referencia a un montón de situaciones de este siglo, sin que la historia pierda coherencia o sentido.

Sí, la historia tiene poca lógica en el sentido que no hay posibilidad en este universo que un mamut, un tigre y un perezoso de la era del hielo, decidan leer una profecía para salvar al mundo que una ardilla colmillos de sable puso en peligro, pero esa extravagancia argumental siempre se siente natural y sirve al espectador para reírse de principio a fin.

Los personajes son creíbles y las voces que los interpretan encajan a la perfección, tanto en la versión en inglés, como en la versión en español, y lo mejor de todo es que se sienten reales, acompañados de muy buenos diálogos y enmarcados en escenas que van desde lo más cómico y divertido, hasta lo heróico y lo dramático, siempre con la premisa que conecta todos los puntos del largometraje al alcance de la mano: «El cambio siempre es difícil, pero casi siempre también es necesario». Recomendada.

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