2,6
⭐⭐⭐
Nordisk Filmdistribusjon
Guión
⭐⭐⭐
Dirección
⭐⭐⭐
Actuaciones
⭐⭐⭐
Impacto
⭐⭐
Premisa
⭐⭐⭐
¿Qué harías si tuvieras la capacidad de predecir la ocurrencia de un desastre que cobraría la vida de miles de personas? ¿Harías algo para evitarlo, así terminaras en un manicomio? ¿O más bien harías lo posible para salvarte a ti y a tu familia?
Es en base a esas preguntas que el director John Andreas Andersen construye el armazón cinematográfico de El Gran Terremoto, producción noruega que por alguna extraña razón terminó en algunas salas de cine de Hispanoamérica a principios de este año.
Pero ¿Valió la pena haber traído este drama/thriller desde las frías costas de Escandinavia a las cálidas costas americanas? ¿Propone esta película algo nuevo o interesante desde el punto de vista cinematográfico? ¿Es el inicio de la invasión noruega en América, al menos en lo que a términos de cine se refiere? A continuación, las respuestas.
1| ¿De qué se trata El Gran Terremoto?
Luego de los hechos ocurridos en la costa de Noruega, donde salvó cientos de vidas de un alud rocoso, el geólogo Kristian Eikjord (Kristoffer Joner) sufre un colapso mental a consecuencia de una neurosis aguda, en la que más que sentirse feliz por haber salvado a tantas personas, se siente culpable por no haberlas salvado a todas. Una versión extraña del síndrome del salvador, que lo ha alejado de su esposa y sus dos hijos.
El particular talento de Kristian para intuir eventos geológicos de gran magnitud, sumado a su neurosis lo lleva a investigar una serie de sucesos trágicos ocurridos entre Geiranger y Oslo, entre ellos el colapso de un túnel en el que muere un colega suyo.
Sin credibilidad alguna como consecuencia de sus trastornos emocionales, Kristian intenta advertir a propios y extraños que un terremoto de proporciones dantescas está a punto de ocurrir en la capital noruega.
2 | ¿Cuáles son los puntos positivos de El Gran Terremoto?
Además del hecho que logró pasar de los innumerables filtros que tienen los distribuidores de cine en este lado del charco, El Gran Terremoto – Título original Skjelvet; Título internacional The Quake – tiene una aproximación narrativa interesante, mezclando elementos de thriller psicológico, drama familiar y película de desastres, con cierto grado de éxito.
Se puede destacar también el trabajo de los actores involucrados en el film, especialmente Kristoffer Joner, quien cumple magistralmente con su trabajo de encarnar un científico brillante devastado por el sentimiento de culpa. Ni en las películas de superhéroes se ve una ejecución tan brillante de la idea de lo que implica para alguien convertirse en héroe por haber salvado sólo a unos pocos en una situación completamente fuera de control.
3 | ¿Cuáles son los puntos negativos de El Gran Terremoto?
Aunque la propuesta narrativa es original, la ejecución es pésima precisamente porque el director y los guionistas no encuentran el equilibrio entre sus distintos elementos. La película es monótona de principio a fin, encadenando ininterrumpidamente una idea sin proveer un alivio audiovisual al espectador, es como ver un partido de fútbol en el que ambos equipos deciden no hacerse daño, porque así ambos clasifican… hay algo de acción, por que el balón se mueve, pero la emoción no llega por ninguna parte.
Por otro lado, los efectos especiales no son dignos de 2019 y tienen más en común con las películas basura en la onda de Sharknado, que en la vibra de las grandes producciones de Hollywood, y no se trata de dinero, sino de buen gusto ¿Por qué las películas y series de Netflix provenientes de Escandinavia tienen mejores efectos? ¿Será que tienen más presupuesto? ¿O será que saben cómo invertir mejor el dinero?
Y todo lo anterior se resume en una película noruega que 1) no provoca en el espectador el deseo de viajar a Noruega, 2) no funciona como drama 3) no funciona como thriller y 4) no funciona como laminilla de supervivencia. Quizás, para lo único que funciona es para lograr que hasta los más insomnes logren conciliar el sueño.
Veredicto
Una prueba más de que todo ese cuento de la perfección escandinava no es más que pura y simple ilusión.