
Lo más impactante y sorprendente de Oblivion, no es ni la historia, ni los efectos especiales, ni las puestas en escena, ni las actuaciones, no, lo más sorprendente de esta película es ver toda la credibilidad que ha perdido Tom Cruise como actor en los últimos tiempos y es que desde las épocas de Lestat (quizás con las excepciónes de Valkyrie y Collateral) a Cruise se le olvidó proponer cosas nuevas en sus actuaciones y todos sus personajes pasando por Ethan Hunt, John Anderton, Nathan Algren, Ray Ferrier y hasta Jack Reacher son exactamente iguales, con las mismas manías, la misma forma de moverse, todo es igual y la cosa con Jack Harper en Oblivion va por el mismo lado.
La primera hora de Oblivion parece un video musical protagonizado por Cruise, con los mismo clichés del héroe gringo que arregla máquinas con chicles y con una hembra que se derrite por él, esperándolo en su casa juiciosa. A partir de allí algo bueno debe tener la película, porque uno empieza a olvidarse de la pésima actuación de Cruise y empieza a pararle bolas a la historia. Es el futuro, al parecer una raza alienígena, los carroñeros, invadieron la tierra, los humanos les ganaron, pero la tierra quedó destruida y ahora están extrayendo todos los recursos naturales (como el agua) para llevárselos a otro planeta.
La historia está bien escrita y recuerda un poco a Vanilla Sky, no tanto por la jeta de Cruise dibujada en todas partes, sino por la forma en que se desafía la verdad. Claro que el hecho de estar bien escrita no quiere decir que no sea predecible, los dos o tres giros «inesperados» que tiene la historia se ven venir casi desde el inicio y generan impacto no tanto por la sorpresa sino por el efecto especial en el que la muestran.
A pesar de la multitud de puntos negativos que tiene, a Oblivion la salvan del desastre dos cosas: a) las actuaciones femeninas y b) que al final permite que el espectador piense. En efecto, Olga Kurylenko y Andrea Riseborough son las que sostienen plenamente el peso de la película, ambas son hermosas y sus actuaciones sobrepasan por amplio margen la de Cruise. Dejan muy mal a los otros actores masculinos, entre ellos Morgan Freeman y Jaime Lannister Nikolaj Coster-Waldau que dan pereza cuando salen en pantalla. Lo otro es que si bien, la película no es que sea la obra maestra de la filosofía aplicada al cine, en realidad no es solamente basura hollywoodense; al final uno siente que no ha perdido el tiempo del todo y que la película le ha dejado algunas inquietudes y preguntas en que pensar, siendo la más importante ¿Valoramos las cosas pequeñas de la vida?
Aunque hay otra pregunta que surge al finalizar la película ¿Qué tal hubiese salido con un actor diferente a Cruise? Bueno, a esa no hay que pensarle tanto la respuesta: «Mucho Mejor»
Calificación: 3.97/5.00