Hace exactamente cinco semanas que terminé de leer la novela de ciencia ficción El Marciano (Título original: The Martian) y sólo hasta he tenido el tiempo, la disponibilidad y el ánimo de escribir la correspondiente reseña ¿y qué mejor manera de hacerlo que comparándola con su contraparte cinematográfica dirigida por Riley Scott?
Bueno hay que reconocer que Scott, ampliamente reconocido por largometrajes de a talla de Alien, Gladiador, Black Hawk Down y Thelma y Louise, respetó casi que al pie de la letra el argumento presentado por Andy Weir en la novela.
Mark Watney, un ingeniero y botánico de la NASA, en la tercera misión ARES, es abandonado por sus compañeros en Marte, luego que estos concluyeran erróneamente que había muerto luego de una súper tormenta de arena, justo en el momento de abandonar el planeta.
Watney tendrá que hacer uso de todos sus conocimientos de ingeniería, botánica, cartografía marciana y sobre todo, de sus sentidos común y de supervivencia para tener alguna posibilidad de salir con vida del enorme desierto que constituye el tercer planeta del sistema solar.
El libro está escrito, o bueno, narrado por el mismo Mark Watney, a la manera de bitácoras. Es por eso que, al menos en unos buenos 3/5 del libro, nunca vemos la acción de primera mano, sino narrada por Watney. Pero una vez llegado a ese punto, el autor se da cuenta que es imposible terminar el libro sin hacer dos concesiones: la primera, establecer un punto de vista omnisciente que narre lo que sucede sin que Watney lo sepa y la segunda cambiar la perspectiva a otros personajes. Es así como solo hasta ese momento conocemos a los genios de la NASA y al resto de la tripulación del ARES. Por supuesto, en la película la audiencia recibe toda la información desde el primer momento.
La novela también es significativa por el hecho de usar un lenguaje científico sencillo que le permite al lector armar un contexto para los hechos, es así como el lector entiende por qué la tela se rompió, por qué se perdió la cosecha o por qué la nave necesita perder peso. En la película hay muy poco tiempo pare entrar en detalles y por lo general con unas pocas frases cortantes se explica rápidamente las razones de tal o cual hecho.
La película, en vista del tiempo, no entra en una serie de detalles que en el libro son de crucial importancia para la supervivencia de Watney, como el suministro de agua, o el de oxígeno, o el de la batería radioactiva para mantener el calor y se centra principalmente en el asunto de la comida y en el viaje final que le ha de servir como último chance para volver a la tierra.
En la película tampoco se menciona en detalle la relación entre Beck y Johanssen, y tampoco se revela la decisión de la tripulación del HERMES de suicidarse y dejar a Johanssen como única sobreviviente en caso de que el rescate de Watney no funcione.
Es decir, la película es una versión simplificada tanto en términos científicos como en términos dramáticos y se centra casi que exclusivamente en en ser una mezcla de Náufrago con el estilo de Interstellar. El libro por otra parte, es una obra de ciencia ficción, evidentemente inspirada en otro tipo de contenidos, pero permaneciendo fiel a su estilo, sin necesidad de intentar parecerse a otra cosa. Recomendado.
4,35/5,00
★★★★☆
Libro 12/20 2016
Nombre Original: The Martian.
Autor: Andy Weir.
Editorial: Ediciones B, Grupo Z.
ISBN: 978-958-8850-78-8
407 Páginas.