En la entrega anterior, estuvimos hablando de las causas que han originado el fenómeno Millennial, así como también delimitamos su definición, como un grupo de individuos que creció bajo la influencia de las doctrinas educativas concebidas en el seno de la contracultura liberal de la época hippie, individuos que por estar sujetos a estas prácticas han quedado condenados una serie de falencias académicas, sociales y laborales que los hacen, digamos, inapropiados para las exigencias del mundo de hoy.
Para que su hijo, sobrino, nieto, primo o ahijado que está en proceso de crecimiento no pase por estas dificultades, a las que ya se enfrentan los Millennials gringos, que andan rozando los 30 años, les tengo 10 claves para que crezca siendo un ganador, un individuo que cultiva su propio éxito, y no… bueno, un Millenial fracasado.
1 ^ No le diga a su hijo que es especial.
Uno de los peores errores que cometen los padres hoy en día, es el de decirle a sus hijos que son especiales y únicos. Y bueno, eso técnicamente es cierto, pero para los papitos y los abuelitos, pero eso es precisamente lo que tienen que dejarles claro: que una vez salen de la casa no son especiales, son otro número, otra estadística, otra cifra más, que no le importa a nadie fuera de su círculo de familiares o amigos.
Resulta necesario explicarle a estos individuos en crecimiento que allá fuera, lejos de las faldas de mami y de los bolsillos de papi, hay 7.200’000.000 de personas, por lo que en la práctica su importancia en el mundo se reduce al 0,000000014%. Hay que explicar, además, que el moto de «ser especial» no es algo con lo que se nace, sino algo por lo que hay que trabajar, y bien duro.
2 ^ No le diga a su hijo que puede conseguir todo lo que quiera, simplemente con quererlo.
Otro error fundamental en la crianza de los niños contemporáneos es la infusión en sus mentes en crecimiento, de la idea de que pueden conseguir cualquier cosa que deseen, sólo con proponérselo.
Bueno, de hecho, todos las metas, objetivos y sueños se consiguen con el deseo de alcanzarlos, pero hay que complementar esa idea con el hecho de que el deseo es apenas el primer paso, de lo que puede ser sin duda una maratón. No se puede convertir en jefe de la NASA, o en jugador de fútbol del Real Madrid, o en Médico, simplemente con el sueño, se requiere esfuerzo, lágrimas y sacrificio para llegar hasta allá. Eso es lo que se les debe decir.
3 ^ No ponga el criterio de su hijo, por encima del suyo, ni del de sus profesores.
Muchos padres de hoy en día se enorgullecen de que sus hijos son independientes, que reclaman sus derechos y que «no se dejan» de nadie. Sí, de nadie, incluyendo sus propios padres. Es por eso que en las cajas de los supermercados y en las filas de los cines siempre hay un montón de niños haciendo pataleta porque la mamá, o el papá, no les quiso comprar lo que ellos querían o cómo lo querían.
Si bien es cierto que los niños tienen derechos, también es necesario enseñarles que al menos mientras dependan de sus padres deben seguir el criterio de estos, por ser seres humanos con más experiencia y que tienen en cuenta en cada decisión que toman, una serie de factores que un menor de edad jamás consideraría.
Así mismo, en los colegios, nunca ponga el criterio del menor por encima del de su profesor. Si el profesor le dice que su hijo no alcanzó los objetivos del trimestre, del periodo o del semestre, no utilice los argumentos que le da su hijo para defenderse. Mucho menos se le ocurra hacer escándalo cada vez que su hijo pierde una asignatura. Si su hijo reprobó, perdió un examen, o una asignatura, lo ideal es que asuman las consecuencias, no que salga usted a defenderlos.
4 ^ No le de premios, ni regalos, sin merecerlos.
¿Para qué trabajo si no es para consentir a mi hijo? Es una de las respuestas típicas que dan algunos padres cuando se les preguntan por qué le están dando regalos a sus hijos. Puede que sí, que trabajen para sus hijos, pero se supone que es para FORMARLOS, no para CONSENTIRLOS.
En cada hogar debe haber una cultura de esfuerzo-premio, en el que el niño recibe una compensación, siempre que logre esforzarse y este esfuerzo debe ir más allá de simplemente sacar buenas notas en la escuela. Pídale a su hijo que colabore con el aseo del hogar, de su propia ropa o de la comunidad donde habita. Y una vez cumpla con esos objetivos que se pueden trazar a corto, mediano y largo plazo, sí se les puede asignar un premio o un regalo acorde con el esfuerzo realizado.
5 ^ Enséñele a sus hijos a esperar.
En sintonía con el punto anterior, enséñele a su hijo que las grandes cosas requieren de tiempo. No le de un dulce sencillamente por que barrió la sala o lavó la loza una tarde. Dele un premio mejor por haberlo hecho durante tres meses sin falta, lo cuál puede incluir hasta un reconocimiento firmado por usted. Pero debe hacerlos esperar.
Establezca un horario para las actividades no educativas, como los videojuegos o la televisión, ojalá semanalmente, y nunca diariamente. De esta manera podrán ser pacientes en su vida como adultos y valorar las cosas por la dificultad que se consiguen y no al contrario.
6 ^ No le permita tener acceso a redes sociales, al menos hasta que termine su secundaria.
En 2016, un estudio de un grupo de investigadores en Brasil, sobre adicción al Internet, descubrió que el uso de redes sociales (facebook, twitter, instagram, whatsapp) genera un incremento en el nivel de dopamina en el cuerpo y siendo la dopamina una sustancia que genera altos niveles de adicción, estas no son precisamente buenas noticias. Las redes sociales son por ende, una droga.
Y al igual que una droga, como el alcohol y el cigarrillo, que sólo se permiten usar en la edad adulta, las redes sociales no son recomendables para menores de edad. El delicado mecanismo con el que el cerebro maneja la gratificación y las recompensas, se ven seriamente afectados por el modo en que las redes sociales operan con su incesante avalancha de notificaciones. Esto genera, según los investigadores, afecciones al desarrollo de la personalidad que pasan por la forma en que el cerebro comprende abstracciones como la extroversión, el instinto de conservación, el neuroticismo, la apertura a la experimentación y la socialización.
Al igual que como hace con otros tipos de medios, asigne un tiempo limitado al uso de redes sociales, ojalá no diariamente, de tal manera que no se convierta en una adicción.
7 ^ Explíque el verdadero significado de «bloquear» y «dejar en visto».
Un problema bastante frecuente en las generaciones contemporáneas es la de creer que la mejor solución a cualquier tipo de problema es sencillamente bloquear a la persona que representa ese problema. En lugar de intentar solucionar el problema, aclarar malentendidos o simplemente asumir y perdonar, las nuevas generaciones son incapaces de hacerle frente a un problema por la extendida práctica de hacerlo «desaparecer» simplemente con un bloqueo.
Así mismo, el menor debe entender que un «dejar en visto» significa «ya leí tu mensaje, no tengo tiempo de responder, pero más tarde lo hago» y no «no me importa tu mensaje». Hay que explicarle a las nuevas generaciones que la gente tiene derecho a desconectarse de su celular, de preferir otro tipo de contacto, de conversaciones reales, y no pasar todo el día frente a una pantalla para contestar un «hola».
8 ^ Oblíguelo a socializar en el mundo real.
Conectado con el punto anterior. Obligue a su hijo menor de edad a socializar en el mundo real, desde niño en cumpleaños o fiestas infantiles, a hacer equipo, a jugar. Claro, usted tiene que dar el ejemplo, dejando de usar el celular frente a él. Trayendo a amigos a su casa a charlar, a jugar, a ver películas. El menor tiene que saber que el mundo real es el de carne y hueso, no el que está armado dentro del teléfono celular.
9 ^ Oblíguelo a enfrentar las consecuencias de sus actos sin acudir a facilitadores.
Desde pequeños los niños deben enfrentar las consecuencias de sus actos sin recurrir a facilitadores, como el tío o la abuelita que lo defiende y promete pagar por lo que rompió; ni tener la posibilidad de escaparse viendo televisión, o metiéndose en el computador o en el celular. De esta manera el menor podrá asumir su responsabilidad y analizar las consecuencias de sus actos y crear una competencia para actuar ante situaciones adversas en el futuro. De esa manera se previene que use drogas para hacer lo propio en el futuro, cuando tenga algún problema.
10 ^ Enséñeles que las opiniones de otras personas son valiosas.
Vivimos en un mundo donde parece que la verdad es algo que se puede poseer o adquirir. Error. Ya desde tiempos inmemoriales, los filósofos descubrieron que la verdad es un valor filosófico que tiene muchas caras. Y que precisamente alcanzamos a vislumbrar algunas de ellas por medio de la discusión con otras personas que piensan diferente. En otras palabras, mientras más discutamos un asunto con alguien con quien estemos en desacuerdo, más cerca estaremos de la verdad.
Hay que enseñar a los niños a tener, sí, su propia opinión y su propia voz, pero también a escuchar otra voces y otras opiniones para complementar la suya propia. De esta manera se evita el radicalismo, la polarización y el reclutamiento por parte de sectores non-sanctos.
Si tiene algún otro consejo, por favor, haga uso de la sección de comentarios donde serán más que bien recibidos. Nos vemos el próximo domingo.
Excelente articulo. Demás esta decir que es necesario reprender cuando él hijo comete una acción equivocada. A veces las palabras no tienen los efectos indicados y deben tener claro que todo acto conlleva una consecuencia. Y eso si, no se deje guiar de lo que hizo su vecina o su amiga, es su hijo, usted lo conoce y sabrá que método es él apropiado para él.
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Gracias por tu aporte!
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Me emcanto el articulo, cada palabra rebosa de verdad, es muy desesperante toparte con gente que justifica sus errores pensando q es una luminaria mal entendida, tipo Dr. House, ya no valoran el trabajo en equipo ni los buenos modales
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