Dirigida por el estadounidense Rob Cohen, conocido por películas como las primeras entregas de Rápido y Furioso y xXx, y luego por otras menos populares como el intento de porno suave protagonizado por Jennifer Lopez y Ryan Guzmán, El Gran Huracán (The Hurricane Heist) es desde su premisa inicial un desafío para el espectador. Es decir ¿mezclar en una película el género heist con el género de desastres naturales? ¿en serio? ¿es que acaso se inspiraron en Sharknado?
Pero ¿en serio la película es TAN mala como algunos dicen? Analicemos, a ver.
¿De qué se trata El Gran Huracán?
Cuando un huracán de proporciones descomunales se acerca al poblado de Gulfport, en la costa de Mississippi, un grupo de criminales se encuentra planeando un golpe a un edificio del Departamento del Tesoro, donde se destruyen billetes usados provenientes de todo el país. Con lo que no cuentan los criminales es que un meteorólogo (Toby Kebbell) y una funcionaria incorruptible (Maggie Grace), en compañía de un ex-soldado (Ryan Kwanten) se interpondrán entre ellos y su objetivo.
¿Qué tan buena es El Gran Huracán?
Pues mucho mejor de lo que se hubiese podido esperar. Aunque la película cuenta con un presupuesto limitado, para la premisa que pretende entregar, los efectos especiales son lo suficientemente creíbles como para no generar distracción en el espectador.
Así mismo, los villanos están muy bien construidos, y los actores responden bien al reto, incluso Melissa Bolona, que aunque al inicio parece estar fuera de lugar, pronto se incorpora adecuadamente en la historia.
Pero el punto más importante de esta cinta es la química que se da entre sus tres protagonistas, Toby Kebbell, Maggie Grace y Ryan Kwanten, haciendo que una serie de situaciones, que por momentos parece salida de los cabellos, sea lo suficientemente atractiva para mantener al espectador atento sus 103 minutos.
¿Qué tiene de malo El Gran Huracán?
La película, al igual que todos los trabajos de Rob Cohen, no es una obra de arte, y apela mucho más a la perspectiva sorpresiva y divertida de las películas de acción, que a algún tipo de reflexión interna o narrativa original. Pero eso no implica que la película no se pueda disfrutar. De hecho, El Gran Huracán es una película que tiene muchos más puntos positivos que otras películas de Cohen, y derivadas, como las de la eterna saga de Rápido y Furioso.
En resumen: El Gran Huracán es una opción interesante para divertirse un rato dentro de una sala de cine, siempre que usted no se meta en la cabeza que va a ver una obra maestra.