Con un episodio que comprende, a la vez, el esperado desenlace de la trama vista en 2014, y el preámbulo de los próximos seis episodios que servirá de epílogo (quizás innecesario) a la primera temporada, How To Get Away With Murder regresa de una prolongada pausa de más de dos meses.
En «Hello Raskolkinov» la serie nos da más claridad sobre CONTINÚA LEYENDO
Llegamos al segundo capítulo de la serie que desde ya se perfila como la mejor nueva serie del año, superando con creces al drama de ciencia ficción Extant, que contaba con Steven Spielberg, extraterrestres, robots con el síndrome de Pinocho y hasta a la ganadora del Oscar, Halle Berry. La segunda entrega de How To Get Away With Murder no sólo iguala la calidad del capítulo inicial, sino que lo supera con muchas creces, luego de liberarse del peso abrumador de la introducción de personajes. Y bueno, cuidado, hay spoilers.
Ya en este capítulo se confirma el formato de la serie, que consiste en unos 25 minutos del «Caso de la Semana» donde Annalise Keating (Viola Davis) intenta defender a un cliente que a todas luces parece culpable, y otros 15 minutos donde se enfoca en el misterio central de la serie: el asesinato de Lila Stangard (muy nórdico el asunto), y bueno una que otra escena de la vida personal de los protagonistas, a los que ya vamos conociendo mejor.
Wes, el niño bueno, ya no se siente tan culpable por haber entrado al grupo selecto de Annalise y demuestra que tiene talento para descubrir motivaciones, aún sin pruebas, lo cuál le genera mucha confianza a su jefa, que por momentos parece que ve en él algo que la atrae. Pero en la trama del asesinato que ocurre unos meses después, es Wes quien parece estar tirando de los hilos del asunto, lo cuál indicaría que hay un lado mucho más oscuro de él, que todavía no hemos visto completamente.
Michaela, la niña ambiciosa, sólo demostró que le gusta acaparar todo, pero en la trama del asesinato, sospecha que Wes, en efecto, no es tan bueno como aparenta, aunque ella tampoco lo es. Y pues cae en manos de Michaela esta semana al aprovechar su condición de afroamericana para callar a su contraparte masculina en el grupo.
Laurel, la niña inteligente, está luchando por posicionarse dentro del grupo, más cuando sospecha que Frank pudo haber tenido que ver con su contratación. Y algo habrá de suceder entre Frank y Laurel puesto que en la trama del asesinato se ve que se comunican.
Y por último dejo a Connor, el niño malo, que al parecer no es un ambicioso desalmado, capaz de tener sexo por información. Connor había estado utilizando a Oliver para extraer información privada de Internet y soportar los casos de Annalise, pero en este capítulo, Connor se muestra como si en realidad estuviera empezando a sentir algo por el muchacho, que parecía haber entendido que era una relación simbiótica, pero por alguna razón se están pasando los límites.
Surgen muchas preguntas de este capítulo. ¿Quién asesinó a Lila Stangard? ¿Sam, Rebecca o el futbolista? ¿Por qué Annalise mantiene a Wes en el equipo? ¿Cómo terminarán juntos Laurel y Frank? ¿Qué sucederá con Connor y Oliver? Bueno, tenemos 11 capítulos para averiguarlo.
PD: Viola Davis, como siempre, con una actuación impoluta. Intimidante.