
Imagínese tener a alguien que lo escuchara, que de acuerdo a sus necesidades, hiciera lo que estuviese a su alcance para mejorar no solo su situación sino la de sus vecinos, amigos y familiares. Y supongamos que esta persona puede hablar por usted, cuando otros no lo quiera escuchar y que peleara y que se esmerara en mejorar su calidad de vida, que tuviese en cuentas sus opiniones y que le agradeciera por permitirle hablar por usted.
Aunque usted no lo crea, usted tiene por ley, derecho a tener una persona con esas características. Y para aumentar su sorpresa la persona que por ley está en la obligación de escucharlo y de velar por USTED y por sus vecinos es nada más ni nada menos que la persona por la que usted vota en las elecciones.
Aunque usted siga sin creerlo, la idea de la democracia es la de que el pueblo se gobierne a sí mismo, no que una élite privilegiada y rica lo hiciera. Aunque usted no lo crea, la idea de la democracia como la imaginaron en Grecia, como renació en Francia y como se desarrolló en los Estados Unidos es que TODOS debemos estar representados. Una república se constituye de un pueblo, de su gente, que es soberano, que le da permiso a unas instituciones para que operen en SU nombre, no a nombre propio.
Pero, cuando usted votó la ultima vez en la elección de senado, cámara, gobernador, asamblea, o incluso concejo y alcalde ¿conocía al candidato por el que votó, personalmente? ¿conocía sus propuestas?¿lo escuchó a usted que propuestas tenía usted? ¿le preguntó que necesidades insatisfechas tenía usted y su comunidad? La respuesta obvia es NO.
Tanto que nos quejamos (y me incluyo yo) de la dictadura que hay en Venezuela, de las lejanas dictaduras de Medio Oriente y Corea del Norte, de China, de Cuba, y no nos sentamos a reflexionar que nuestra democracia es inexistente no por culpa de los parapolíticos o de la corrupción, no por culpa del presidente o de Piedad Córdoba, no por los vinculos de los políticos con lafar o con las bacrim, no, nuestra democracia muere por nosotros, porque si, nosotros somos los culpables.
En lugar de elegir con responsabilidad, pensando en el bien propio y el de la comunidad a largo plazo, preferimos hacer parte o de aquellos que votan porque el sobrino de la cuñada del padrino, tiene caña con el político X y le prometió un puesto en la gobernación o en la alcaldía a cambia de tantos votos, o somos parte de aquello que votamos basándonos en lo que nos dicen los medios de comunicación, en las encuestas, o peor solo nos ponemos a quejarnos de todo y el día de las elecciones nos quedamos en la casa hablando mierda de que el país no funciona y que por eso no vale la pena ir a ejercer el derecho al voto.
Somos un país afortunado, nuestro voto vale, pero no los 50 mil o 100 mil pesos que nos pueda ofrecer un lacayo de los asesinos disfrazados de políticos que estaban en La Picota o cualquiera de sus familiares, nuestro voto vale porque es la oportunidad de cambiar la cosas. La democracia es un sistema imperfecto, pues presume que el pueblo es lo suficientemente disciplinado y sobre todo sabio para tomar sus decisiones, pero no.

Habiendo asistido a reuniones proselitistas y encuentros locales donde unos desconocidos buscan votos vemos que TODOS tienen el mismo discurso, todos proponen lo mismo, lo único que cambia es el séquito de seguidores, la mayoría de ellos de muy poco nivel de educación que los acompaña, claro es porque entre más lambones y más lame culos seamos más oportunidades hay de que le den el puesto a la mamá, a la hermana y si estoy de buenas a mi.
Lamento decirlo pero la democracia a los Colombianos nos quedó grande y no queda sino darle la razón a Salud Hernandez cuando dice que un pueblo que elige mal a sus lideres MERECE pagar con lagrimas y hasta con sangre el precio de ese error, y creame que lo estamos pagando, todos y cada uno de los que vivimos en este país. Así que la próxima vez que vaya a votar PIENSE, instruyase, lea, no se deje llevar por lo que otros dicen y formese su propia opinión y vote por aquel que se muestre dispuesto a escucharlo y que se muestre dispuesto a apoyar a su comunidad, no al que este dispuesto a darle 50 mil pesos el domingo de la elección y además de un tamal o pastel como lo conocemos en la costa. Piense en el futuro y si ve que alguien lo hace, si hay algo que la tecnología ha logrado es que haya ojos y oídos en todas partes, seamos responsables y denunciemos, Después de todo es nuestro patrimonio y el de nuestros hijos el que está en juego. No un patrimonio en riquezas y en ceros en cuentas bancarias, un patrimonio que está en cada una de las riquezas que se encuentran en la geografía de este país y sobre todo una riqueza que está en nosotros mismos.