Así Llora El Mundo a Gabriel García Márquez.

Holanda

https://twitter.com/SCPopa/status/457056695521648640

Gabriel García Márquez ha muerto, quizás el más grande escritor de todos los tiempos. Su trabajo perdurará por la eternidad.

Albania

Y con él ha muerto buena parte de mis ’90s.

Medio Oriente

García Marquez vivió para contarla, su obra permanecerá, para siempre inmortal.

Noruega

Gabriel García Márquez ha muerto. Quién es ahora el mejor escritor del mundo?

Suecia

Gabriel García Márquez ha muerto y parte de mi mitad colombiana ha muerto con él.

Finlandia

García Márquez ha fallecido. Gracias por tus hermosas palabras y buen viaje.

Italia

Ha muerto García Márquez, un grande que cambió la vida de muchos lectores, incluyendo la mía.

Francia

Me acabo de enterar de la muerte de García Márquez. Triste Noticia.

Cataluña

Un día triste para la literatura, ha muerto un grande. Gracias García Márquez por regalarme el amor a la letra escrita.

Alemania

Gabriel García Márquez ha muerto. Es un día triste. Mi novela/reportaje favorito: «Crónica de una muerte anunciada»

Brasil

Carajo! Aún no puedo creer que Gabriel García Márquez esté muerto. Uno de los libros que más me marcó es suyo. Una pena. QEPD.

Rusia

Descansa en paz Gabriel García Márquez. Un gran escritor ha dejado este mundo.

Japón

https://twitter.com/tarakokori/status/457108777175506944

García Márquez ha muerto? Leí muchas de sus obras: Memorias de mis putas tristes, Crónica de una muerte anunciada, sin embargo ningún ensayo u obra de no-ficción. La buscaré de inmediato.

Corea

https://twitter.com/yunhaholic/status/457081405709623297

Ni en un millón de años será posible borrar esta soledad. Gabriel García Márquez, uno de los más grandes de nuestro tiempo ha muerto. Paz en su tumba.

Reino Unido

QEPD Gabriel García Márquez, triste al escuchar sobre la muerte del gran escritor. Puede haber partido, pero sus palabras lo han hecho inmortal #Soledad

India

Desperté con la noticia de la muerte de Gabriel García Márquez, uno de mis grandes héroes literarios. Su mágia permanecerá por siempre…

Irlanda

Es triste que con frecuencia sea a través de la muerte que se descubra un gran escritor, si no has leído un libro de García Márquez, deberías.

Filipinas

Descansa en paz, Gabriel García Marquez, eres el periodista que nos enseñó a tener convicciones, para no caernos ante nada. 

Estados Unidos

https://twitter.com/Carlitamusik/status/457053221404422144

Estoy tan triste por la muerte de García Márquez. Su prosa para una tonta romántica como yo fue, es y siempre será única, sin paralelo.

Israel

Gabriel García Márquez: Un milagro artístico verbal.

España

https://twitter.com/aitorcapdevila/status/457121639407554560

Argentina

https://twitter.com/Melinagomez_/status/456889940995887104

Venezuela

México

Chile

https://twitter.com/tammypalacios/status/456889033969655808

Perú

Ecuador

 

Para Gabriel García Márquez.

GarciaMarquez 1

Que pronto te nos fuiste Gabo. Que importa que haya sido a los ochenta y siete, a los noventa y siete o a los ciento siete años; que triste es saber que ya no estás ahí, imaginando esos mundos fantásticos y reales en el que nos hiciste vivir a millones de lectores de todas las edades, nacionalidades y estratos sociales. Era demasiado pronto para acostumbrarnos a la idea de que la muerte diera el zarpazo final y decidiera llevarte para siempre de este mundo tan injusto y arbitrario, pero a la vez tan fantástico y mágico al que le dedicaste cada una de tus palabras.

Nunca me conociste, como tampoco conociste a todos aquellos que inspiraste con tu obra, pero gracias a ti conocí el amor por la literatura, gracias a ti me di cuenta que no hay mayor placer para la mente que abrir un libro y explorar el cosmos inscrito en cada una de sus páginas. Eras ese amigo invisible, ese abuelo imaginario que me leía siempre al salir de clases y antes de dormir, ese maestro que me sacaba de la tristeza y la soledad de mi niñez, para transportarme a otro universo, un universo tan real y tangible como el nuestro, pero donde nada es imposible. Donde una mujer puede morir desangrada por el pinchazo de una rosa, donde pueden llover flores amarillas en medio de un funeral, donde la mujer más hermosa del mundo asciende al cielo en cuerpo y alma, donde se puede encontrar el amor en una hamaca a media noche, en una niña inocente tocada por la desgracia, o en un barco en medio de un río pestilente, luego de 60 años de esperar por él.

Te nos fuiste Gabo y dejaste un vacío enorme en todos tus lectores, en ese niño inquieto que revolviendo gavetas y escalando armarios encontró alguna vez uno de tus libros, y que después de leer la primer página nunca volvió a ser el mismo.

¿Quién soy yo para juzgar tus convicciones? ¿Quién soy yo para reprochar tus ideales? ¿Quién soy yo para criticar las ideas del más grande escritor de la literatura colombiana? ¿Quién soy yo para criticar al hombre que vivió para admirar y disfrutar su cultura? Gabo, naciste en otro tiempo, creciste en otro mundo, te formaste en otra época, tenías una forma distinta de concebir el mundo y sin embargo cada vez que tomo entre mis manos uno de tus libros, o leo como era tu vida cuando tenías mi edad, me doy cuenta que en el fondo no somos tan diferentes. Ambos nacimos con el rumor del mar sobre nuestras cabezas, sintiendo el Caribe en cada gota de sangre; nunca te dejaste engullir por la flema de los Andes y siempre fuiste fiel al lugar donde naciste, recibiendo el más grande galardón en la historia del arte colombiano vestido de guayabera y no de frac.

Cada vez que me animo a recorrer mi Costa Caribe y veo las enormes ciénagas de la Mojana, las construcciones coloniales de Cartagena, las viejas casas estrechas en Sincé, las infinitos campos cultivados de banano en el Magdalena y el sol reflejado en la arena del desierto de la Guajira, veo con mis propios ojos lo que tú viste: un paraíso lleno de belleza, condenado para siempre por las vicisitudes de la historia.

La muerte es infalible, Gabo, pero ten por seguro que tu obra y tus personajes vivirán eternamente en los millones de personas que han leído, leen y leerán tus obras hasta ese día no tan lejano en que un huracán bíblico nos borre para siempre de la faz de la tierra, porque las especies que buscan su propia destrucción no tienen una segunda oportunidad sobre la tierra.

Sinceridad, Mentiras o Franqueza… Esa Es La Cuestión

La verdad duele. Pero ¿preferimos vivir engañados?

Ayer salía de la universidad, luego de hacer un montón inmisericorde de vueltas, cuando decidí arriesgarme a llamar a alguien con quien tenía mucho tiempo de no hablar. Me contó que se había ofendido mucho por algo que yo le había dicho, le recordé que sólo le había dicho la verdad y me respondió que esa no era la forma de hacerlo, entonces le pregunté si acaso prefería que le dijera mentiras y entonces fue cuando ocurrió lo inesperado… luego se arrepintió de su respuesta, pero me dijo que SÍ, que era mejor una mentira piadosa que la verdad. Quedé asombrado porque en realidad en ese momento entendí que no está en la naturaleza de la humanidad aceptar la verdad.

No se si será que soy el ser más extraño del planeta, pero a diferencia de otros, a mi si me gusta que me digan la verdad. Y no sólo es porque la perspectiva ajena ayuda a superar nuestras debilidades, sino porque sólo de esa manera podemos ver al mundo tal cuál como es. 

La mayoría, cuando eramos niños, vivíamos en un paraíso donde todo eran diversión, juegos y dulces, porque nuestros padres nos encerraban en una burbuja protectora donde nos escondían las verdades o las tergiversaban de tal manera que se convertían en pura y simple ilusión. Es así como creíamos que los regalos de navidad los traía el Niño Dios y no que papi y mami se endeudaban 18 meses para comprarnos la bicicleta, o los patines, o el balón de fútbol. Es así como nos decían que a la mascota se la había llevado para la finca de un familiar, cuando en realidad había contraído rabia y alguien lo había molido a palos. Y es así también como terminamos creyendo que si es verdad que es la cigüeña la que trae los bebes.

Crecemos en un mundo de mentiras y verdades a medias y aún así esperan que crezcamos para convertirnos en piezas útiles a la sociedad y no en lastres pesados como el 99,97% de los integrantes de nuestra podrida clase política. Algunos alegarían que decirle la verdad a un niño lo traumatizaría de por vida (ahora, según los piscologos los niños se traumatizan hasta por beber agua), pero yo creo que los más grandes traumas que tenemos los seres humanos provienen de los momentos en que la burbuja protectora que tejieron papi y mami empieza a romperse lentamente, y nos damos cuenta que el mundo no es sólo dulces, colores y globos, sino que también hay lágrimas, dolor y sangre por doquier.

¿Es por eso que nos gusta que nos lo pinten todo bonito cuando nos hablan? ¿Acaso queremos volver así sea por un instante efímero a ese mundo de mentiras? Al menos hasta donde puedo ver las cosas, diría que sí. Nos gusta que nuestros amigos, compañeros, familiares y hasta los desconocidos sean sinceros con nosotros, pero no nos gusta que sean francos

¿Será cierto?

Pero ¿No es lo mismo sinceridad y franqueza? Lamentablemente no lo es. La sinceridad implica decir la verdad de tal manera que se le reste toda la importancia posible., mientras que la franqueza implica decir la verdad maximizando su trascendencia. Pero la sinceridad, tal y como está aquí es peligrosa, muy peligrosa. Me recuerda mucho un pasaje de «Cien Años de Soledad» en el que Fernanda del Carpio, sufriendo de un problema uterino, nunca recibe el tratamiento adecuado por su afán de usar eufemismo para referirse a las cosas como son. Escribe Gabo: 

la tortuosa costumbre de no llamar las cosas por su nombre la llevó a poner lo anterior en lo posterior, y a sustituir lo parido por lo expulsado, y a cambiar flujos por ardores para que todo fuera menos vergonzoso.

Y precisamente esa manía de no decir las cosas como son le costó años y años de sufrimiento a Fernanda. Quizás el recibir la verdad directa y sin tapujos puede incomodar o hasta doler por un momento, pero a largo plazo es la mejor decisión. La verdad clara, precisa y detallada es la que nos libera, mientras que la dicha a medias nos encierra y nos vuelve esclavos de la ignorancia. Mucha razón tenía alguien muy sabio cuando dijo 

La verdad os hará libres.