Las Mentiras de Gina Parody (Parte 4) ^ Sobre las cartillas de orientación sexual.

El 28 de Abril de 2015, el periodista Rodrigo Pardo en una columna titulada Gina Parody, La Intransigente, no escatimó ningún esfuerzo en tratar de recomponer la ya desde entonces dañada imagen de la Ministra de Educación y recuerdo muy bien la columna por el mamotreto de halagos con el que Pardo trató de hacerle el quite a la sarta de ineptitudes dichas por la ministra.

Su pilera natural y su inagotable capacidad de trabajo jamás pasarían inadvertidas ni, tampoco, sus aspiraciones de llegar muy arriba en el sector público. Quienes la conocen aseguran que no da un paso improvisado y que, por el contrario, actúa con fe ciega en los estrategas, las encuestas y los focus groups.

Mejor dicho, la decimoquinta encarnación de Buda le quedaba corta a la Ministra según Pardo. Pero hoy, 470 días después de esas obsequiosas palabras queda una vez demostrado que Gina Parody no es ninguna pila, como a ella misma le encanta que le califiquen, sino una vulgar embustera que jamás debió ocupar la silla del Ministerio de Educación, de lo cuál de fe el ya abultado número de entregas de esta serie de publicaciones (Ver, Las mentiras de Gina Parody: Parte 1, Parte 2, Parte 3).

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El más reciente episodio y sin duda alguna el más comentado es el relacionado con lo que el Ministerio de Educación encabezado por Parody llama «Orientaciones sexuales e identidades de género no hegemónicas en la escuela». Pero escuchemos y miremos lo que la misma ministra dice, para que no vayan a decir que estoy poniendo palabras en su ilustrada boca. Continúa leyendo Las Mentiras de Gina Parody (Parte 4) ^ Sobre las cartillas de orientación sexual.

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Las 10 peores Mentiras de Juan Manuel Santos (Parte 2/2).

En la entrega anterior empezamos con las 10 peores mentiras de Juan Manuel Santos, desde que asumió el mando como presidente, tarea titánica, considerando que se trata de un periodo de tiempo relativamente corto en referencia a la edad del presidente. Y si aún con esta restricción temporal, es tal la magnitud de sus mentiras, que ha tocado dividirla en dos entregas, no me quiero ni imaginar cuántas se necesitarían para enumerar las peores de miserable existencia, empezando por aquella de «La paz está de un cacho», que dijo en 1997, época en la que ni a los más crédulos se les hubiese ocurrido que el vago marihuanero de la familia Santos se iba a convertir en presidente.

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Pero sin más preámbulos (con el de la entrega anterior hubo más que suficiente) veamos las cinco mentiras restantes, del total de diez elegidas especialmente para el presidente.

6. «Le puedo firmar en piedra, en mármol, en lo que usted quiera: NO VOY A SUBIR TARIFAS».

Dicho en uno de Continúa leyendo Las 10 peores Mentiras de Juan Manuel Santos (Parte 2/2).

Las 10 peores Mentiras de Juan Manuel Santos (Parte 1/2).

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Los colombianos tenemos enormes dificultades para ponernos de acuerdo. No lo podemos hacer en temas políticos, religiosos, ni mucho menos futbolísticos, cada quien defendiendo enconada, apasionada y hasta irracionalmente el bando de su predilección. Sin embargo un tema en el que el consenso nacional es mucho más uniforme tiene que ver con la honestidad de nuestro presidente Juan Manuel Santos… y de eso da fe la siguiente Continúa leyendo Las 10 peores Mentiras de Juan Manuel Santos (Parte 1/2).

Las Mentiras de Gina Parody. (Parte 3)

Hace seis meses, en vista de la montaña de inexactitudes, embustes y verdades a medias que suele decir nuestra no tan distinguida, y sí muy chaquetera, ministra de educación en los medios, siempre con el afán malsano de enlodar a los maestros del sector público en el país, decidí escribir una serie de artículos que, apoyados con documentos y cifras oficiales, demostraban lo asombrosamente mentirosa que resulta la señora Parody.

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Hoy, medio año después, y en vista de la sempiterna costumbre de la ministra de decir las verdades incompletas, o en definitiva mentir descaradamente, he decidido continuar justo donde quedé la última vez. En la primera entrega de esta serie, se habló de Continúa leyendo Las Mentiras de Gina Parody. (Parte 3)

Sinceridad, Mentiras o Franqueza… Esa Es La Cuestión

La verdad duele. Pero ¿preferimos vivir engañados?

Ayer salía de la universidad, luego de hacer un montón inmisericorde de vueltas, cuando decidí arriesgarme a llamar a alguien con quien tenía mucho tiempo de no hablar. Me contó que se había ofendido mucho por algo que yo le había dicho, le recordé que sólo le había dicho la verdad y me respondió que esa no era la forma de hacerlo, entonces le pregunté si acaso prefería que le dijera mentiras y entonces fue cuando ocurrió lo inesperado… luego se arrepintió de su respuesta, pero me dijo que SÍ, que era mejor una mentira piadosa que la verdad. Quedé asombrado porque en realidad en ese momento entendí que no está en la naturaleza de la humanidad aceptar la verdad.

No se si será que soy el ser más extraño del planeta, pero a diferencia de otros, a mi si me gusta que me digan la verdad. Y no sólo es porque la perspectiva ajena ayuda a superar nuestras debilidades, sino porque sólo de esa manera podemos ver al mundo tal cuál como es. 

La mayoría, cuando eramos niños, vivíamos en un paraíso donde todo eran diversión, juegos y dulces, porque nuestros padres nos encerraban en una burbuja protectora donde nos escondían las verdades o las tergiversaban de tal manera que se convertían en pura y simple ilusión. Es así como creíamos que los regalos de navidad los traía el Niño Dios y no que papi y mami se endeudaban 18 meses para comprarnos la bicicleta, o los patines, o el balón de fútbol. Es así como nos decían que a la mascota se la había llevado para la finca de un familiar, cuando en realidad había contraído rabia y alguien lo había molido a palos. Y es así también como terminamos creyendo que si es verdad que es la cigüeña la que trae los bebes.

Crecemos en un mundo de mentiras y verdades a medias y aún así esperan que crezcamos para convertirnos en piezas útiles a la sociedad y no en lastres pesados como el 99,97% de los integrantes de nuestra podrida clase política. Algunos alegarían que decirle la verdad a un niño lo traumatizaría de por vida (ahora, según los piscologos los niños se traumatizan hasta por beber agua), pero yo creo que los más grandes traumas que tenemos los seres humanos provienen de los momentos en que la burbuja protectora que tejieron papi y mami empieza a romperse lentamente, y nos damos cuenta que el mundo no es sólo dulces, colores y globos, sino que también hay lágrimas, dolor y sangre por doquier.

¿Es por eso que nos gusta que nos lo pinten todo bonito cuando nos hablan? ¿Acaso queremos volver así sea por un instante efímero a ese mundo de mentiras? Al menos hasta donde puedo ver las cosas, diría que sí. Nos gusta que nuestros amigos, compañeros, familiares y hasta los desconocidos sean sinceros con nosotros, pero no nos gusta que sean francos

¿Será cierto?

Pero ¿No es lo mismo sinceridad y franqueza? Lamentablemente no lo es. La sinceridad implica decir la verdad de tal manera que se le reste toda la importancia posible., mientras que la franqueza implica decir la verdad maximizando su trascendencia. Pero la sinceridad, tal y como está aquí es peligrosa, muy peligrosa. Me recuerda mucho un pasaje de «Cien Años de Soledad» en el que Fernanda del Carpio, sufriendo de un problema uterino, nunca recibe el tratamiento adecuado por su afán de usar eufemismo para referirse a las cosas como son. Escribe Gabo: 

la tortuosa costumbre de no llamar las cosas por su nombre la llevó a poner lo anterior en lo posterior, y a sustituir lo parido por lo expulsado, y a cambiar flujos por ardores para que todo fuera menos vergonzoso.

Y precisamente esa manía de no decir las cosas como son le costó años y años de sufrimiento a Fernanda. Quizás el recibir la verdad directa y sin tapujos puede incomodar o hasta doler por un momento, pero a largo plazo es la mejor decisión. La verdad clara, precisa y detallada es la que nos libera, mientras que la dicha a medias nos encierra y nos vuelve esclavos de la ignorancia. Mucha razón tenía alguien muy sabio cuando dijo 

La verdad os hará libres.