The Leftovers, serie de HBO producida por Damon Lindelof (Lost), es una serie rodeada de misterios: millones de personas que desaparecen, temblores inexplicables, resurrecciones enigmáticas, pero el más grande interrogante que nos hemos hecho los fanáticos de esta serie, desde su capítulo final este año, era si Home Box Office renovaría la serie para una tercera temporada en el 2016. La respuesta es sí, pero con una condición.
Aún si HBO decide no renovar The Leftovers (Título en español: Los desechados) para el próximo año, el final de esta segunda temporada más que extraordinario y satisfactorio, ha sido la conclusión de la que en mi criterio, es la MEJOR temporada de cualquier serie que haya visto jamás… y he visto las de Lost, Game of Thrones, The X-Files, Angel y Buffy, The Vampire Slayer.
Luego de una primera temporada universalmente aclamada tanto por el público como por la crítica especializada, la serie estadounidense True Detective regresó con una nueva temporada, que aunque en principio prometía una entrega inédita y fresca de las sórdidas historias detectivescas de Nic Pizzolato, terminó por enredar, confundir y hasta decepcionar a la mayoría de los televidentes que se enamoraron del estilo característico del productor en la primera temporada de la serie, de la mano de los reconocidos actores Mathew McConaughey y Woody Harrelson.
Las reacciones no se han hecho esperar…
¿Soy el único que cada vez está mas confundido con True Detective?, no sé bien que es lo que pasa, me gusta, pero no le entiendo del todo.
… y es que después de tres episodios, la serie parece estar hundiéndose por su propio peso, retando demasiado la atención de sus seguidores, y puedo entender perfectamente por qué; y es que a diferencia de la primera temporada donde había únicamente dos detectives (McConaughey y Harrelson), en esta hay cuatro, cada una con una historia que tan compleja que bien podía hacerse una serie diferente con cada uno de ellos. Y por si eso no fuera poco, el asunto del asesinato, los posibles sospechosos y las razones de los sospechosos le agregan una capa adicional de complejidad, que ha dejado a más de uno viendo un chispero.
Sin embargo, considero que luego de entender los elementos claves de la serie, se hace mucho más fácil seguirle el paso y disfrutar de su temática, su dirección, de las actuaciones (¡que son buenísimas!) y de su banda sonora, por eso a continuación les entrego seis claves para entender la segunda temporada de True Detective:
Con un primer capítulo que promete permanecer fiel al estilo mostrado en la anterior temporada, HBO estrena la segunda temporada de su polémica serie «Looking» o cómo se conoce también en español «Buscando».
Frankie J. Álvarez, Jonathan Groff y Murray Bartlett. Fotografía de HBO (2015)
Pero a diferencia de lo que se pudiera esperar la polémica con Looking no radica en el qué, sino en el cómo relata las historias de tres homosexuales, en la ciudad más abierta y liberal de los Estados Unidos. Mientras que algunos de los críticos más feroces de la serie, curiosamente de medios orientados al público homosexual como Slate, Esquire y Gawker, la catalogan de aburrida, superficial y «heterosexualizada», otros en medios como Vanity Fair y Collider, la consideran no sólo subestimada, sino también interesante y hasta «esclarecedora».
El asunto con Looking es que se le nota demasiado que no quiere ser el «Queer as Folk» de esta década, es decir una sórdida y absurda telenovela gay, sino una opción si bien no para «toda la familia» (es HBO, por todos los cielos), al menos para un público mucho más extenso que la comunidad LGTBI; y la manera en que quiere lograr esto es mostrando lo normales y corrientes que son las vidas de tres homosexuales en la ciudad mas homosexual del mundo, que a diferencia de lo que personas como el senador Gerlein pudieran pensar, no se trata de drogas, orgías y música electrónica (aunque algo hay de eso), sino de seres humanos que luchan por encontrar aquello que ellos creen que los puede hacer felices. Quizás lo que los críticos más negativos han encontrado detestable en Looking, es enfrentarse al hecho de que la vida LGTBI dejó de ser hace mucho tiempo la excitante, recóndita y desenfrenada travesía de las décadas anteriores, donde sobrevivir era ya un gran logro, sino que es tal y como la presenta la serie, una senda llena de drama y comedia, donde se busca (look) ese punto imaginario donde llama la felicidad. Y quizás es por eso que la serie tiene como protagonistas a hombres mayores de 30 años y no a niños de 18.
Las segunda temporada sigue completamente fiel al estilo de la primera, con la diferencia de que empieza lejos de su fuente de poder, la impecable y condenada ciudad de San Francisco. Semanas después de los eventos en que terminó la primera temporada, lo cuál es bastante extraño porque ya pasó más de un año en la vida real, Dom, Agustín y Patrick han decido salir de la ciudad, para pasar un tiempo en los milenarios bosques que rodean el Área de la Bahía.
Dom (Murray Bartlett) ha conseguido que Lynn les preste su cabaña durante el fin de semana, para ayudar a Agustín (Frankie J. Álvarez) y a Patrick (Jonathan Groff) a asumir sus recientes rompimientos, especialmente de Agustín que se ha refugiado en el alcohol y las drogas. Mientras los chicos (no me pareció políticamente correcto decir «los viejos», aunque lo sean) deciden probar sus habilidades con el remo, se encuentran con una playa nudista al costado del río, donde Eddie (Daniel Franzese) los invita a «La Tierra Prometida» (The promise land). Los chicos son pronto acompañados por Doris (Lauren Weedman) quien también quiere su parte de la diversión.
En «La Tierra Prometida», Dom, Agustín, Patrick y Doris deciden empezar la fiesta tomando éxtasis, lo cuál empieza a bajar las defensas morales de todos. Dom, lleva a uno de los chicos a la casa de Lynn donde da cuenta que su relación con el acaudalado anciano, es cuando menos abierta. Agustín y Eddie deciden tomar un baño nocturno en el río, donde Eddie revela que trabaja en un albergue para adolescentes LGBTI y que es VIH positivo. Doris (según escuchamos después, no lo vemos) consigue a un grupo de fiesteros que la llevan a navegar por el río, topless. Y Patrick, a quien vemos besándose con un desconocido, luego llama a Kevin (Russel Tovey), con quien tiene un encuentro sexual contra el árbol de secoya de 1400 años. Espero que los defensores de los derechos de los árboles digan algo al respecto, porque no se justifica que un árbol que germinó por los tiempos de la peste negra, haya sobrevivido para servir de cama vertical para dos tipos cachondos. En fin.
El capítulo termina con Patrick confesándole a sus amigos que ha pesar de que ha extrañado a Richie (Raúl Castillo, que no aparece en este episodio) en las últimas semanas, ha estado acostándose con Kevin.
El episodio logra el doble propósito de desatar el nudo que dejó la anterior temporada y la de marcar el rumbo para la siguiente. En efecto Patrick y Kevin han iniciado una relación, pero en definitiva basada en el sexo, no en los sentimientos. Dom y Lynn han empezado una relación, también, pero en definitiva mucho menos sólida de lo que se hubiese esperado. Doris y Agustín están listos para empezar sus travesías amoroso-sexuales. Y Patrick, bueno, Patrick, parece empezar a debatirse entre sus sentimientos por Richie y por Kevin. (reservaré mis agudos comentarios sobre Patrick para otra reseña).
Looking, en esta segunda temporada, sigue manteniendo su estética visual, sus buenos diálogos y su buen ritmo narrativo. No es de ninguna manera la quintaesencia de las series de televisión, ni mucho menos, pero cumple excelentemente su misión de entretener y llenar el vacío de su género.
Cien guardianes célibes vestidos de negro, cien mil salvajes sedientos de sangre, un muro de hielo de doscientos metros, mamuts y gigantes fueron algunos de los protagonistas, del «Episodio 9» de la cuarta temporada de Game of Thrones y para esta reseña quise darme un poco más de tiempo para analizar este capítulo.
«The Watchers on The Wall» es el segundo capítulo que tiene lugar en una sola ubicación, siendo el primero «Blackwater», el noveno capítulo de la segunda temporada.
La situación en El Muro ha tocado fondo: Castle Black, el fortín de la Guardia de la Noche está custodiado escasamente por 100 hombres mal armados cuya única defensa es el muro de 200 metros que los separa de la llegada inminente del Rey Más Allá del Muro, Raeghar Targaryen Mance Rayder. Pero al parecer lo único que les importa a Jon y a Sam es hablar de sus experiencias sexuales por las que Sam empieza a sentir una tardía curiosidad, justo cuando las probabilidades de que siga vivo son realmente escasas.
El plan de los salvajes es atacar el flanco norte y sur del muro en Castle Black, y para eso tienen a su warg de cabecera, un tipo que parece sacado de las películas de Benicio del Toro. Ygritte deja claro que está deseosa por matar a Jon Snow, aunque ni el warg, ni Tormund (cazagigantes) le creen una palabra. Está tan buena la discusión entre los salvajes que no se dan cuenta que Gilly, que curiosamente sobrevivió gracias a Ygritte, sale huyendo sin que nadie, ni el super-warg la noten.
WTF?!
A Sam se le ocurre que la mejor manera de satisfacer su curiosidad sexual es ir donde el Maestre Aemon (¡ay por favor!), quien le habla de la mujer que amó (¡Shiera Seastar?), y justo en ese momento Gilly aparece en la puerta de Castle Black, con su hijo (que con 20 grados bajo cero ni siquiera llora) y ambos se prometen no separarse y toda esa sarta de basura… hasta que los cuernos suenan: ¡los salvajes han llegado!
Desde su privilegiada posición en la cima de la muralla, Jon ve como el ejército de Mance, acompañado de un enorme incendio se aproxima, Alliser Thorne, quien es como cien mil veces más inteligente en la serie que en los libros, le dice a Jon que debió escucharlo, pero que en su posición como líder no podía darse el lujo de demostrarse dudoso.
Los primeros salvajes atacan y Ser Alliser empieza a dar órdenes… que los nerviosos reclutas negros tratan de obedecer, metiendo las cuatro de caminar. Y luego dicen que Alliser Thorne es malo por tratarlos de idiotas. Sam, por su parte, le promete a Gilly que no morirá en la doble batalla que están a punto de enfrentar… sí, claro porque un gordo cobarde tiene muchas probabilidades de quedar vivo en una pelea de semejante calibre, pero en fin. En una conversación bastante aburrida con Pyp (?) le dice que no se trata de ser valiente, sino de tener razones para olvidar quien se es… quizás aburrida la conversación, pero inteligente.
Ygritte, Tormundo y su amigo el super-warg inician el ataque desde el flanco sur, por lo que Alliser tiene que dejar inconclusa su importante labor de insultar estúpidos, para ponerse al frente de la batalla que se desarrolla abajo, dejando a cargo a Janos Slynt… Por favor.
Aragorn Alliser Thorne da un magnífico discurso de motivación y los guardias de la noche empiezan una batalla sin cuartel contra los salvajes del flanco sur. En el flanco norte, los gigantes y los mamuts empiezan a atacar la puerta, y el inútil ese de Janos Slynt lo único que se le ocurre es seguir hablando de como era su trabajo en King’s Landing, por lo que Grenn (?) toma la iniciativa y le dice a Janos que bajé de inmediato bajo ordenes de Ser Alliser (no tiene nada que ver con el alicer de cabello). Entonces Jon toma el mando… justo cuando un gigante arroja una flecha enorme y clava a un hermano negro lanzándolo al otro lado del muro, donde ocurre la batalla con Ygritte y Tormund.
Y eso no es todo, los gigantes destruyen el resguardo de los guardias en la cima, atacan la puerta de hierro y los salvajes ven su oportunidad para escalar la muralla. Las cosas en el flanco sur, están graves, tanto así que Janos Slynt termina refugiándose en la cocina con Gilly, mientras los guardias hacen uso hasta de agua hirviendo y cuchillos de destazar para servirse a unos cuantos salvajes. Pyp (?) no corre con la misma suerte y es asesinado por Ygritte, por lo que muere en la compañía de Sam. Bueno, al menos no muere solo.
Y bueno, la suerte al parecer sí está con Sam, porque encima de que no muere, mata al super-warg, antes que este le clave una flecha en su gordo cuerpo. Ser Alliser se da buen combate con Tormund, pero este logra herirlo, pero los guardias sobrantes logran sacarlo de la pelea.
Mientras tanto las cosas en el flanco norte no pintan nada bien, si bien lograron quemar a uno de los Mamuts CGI, contraviniendo la legislación de «Ningún animal fabricado por computadora fue herido durante la producción de esta serie»… uno de los gigantes ha logrado forzar la puerta de hierro exterior y se dispone a entrar a Castle Black. Jon encarga a Grenn la misión de no permitir que tal cosa sucede, mientras Sam queda encargado de soltar a Ghost, porque ¿Qué mejor que un Lobo Huargo para asistir en una batalla? Pero con todo eso, Jon tiene que bajar a asistir, dejando a Edd, El Penas, a cargo de la cima del muro.
Edd lo hace tan bien que al ver al montón de salvajes escalando el muro, libera la guadaña (que no sé de dónde salió ni por qué la tenían ahí) y literalmente borra al grupo salvaje. Bien Edd.
Mientras tanto Jon tiene que enfrentar al villano salvaje que comer carne humana… que según la página de Wikipedia se llama Styr (no me puedo saber los nombres de todos), y aunque Styr le da una paliza al muchacho, Jon logra clavarle un martillo en la cabeza… luego de escupirle sangre en la cara. Que asco.
¿Ese era Styr? Y yo que creía que era un caníbal ahí sin nombre…
Luego, en la mejor escena del capítulo, Grenn y su grupo se enfrentan al gigante recitando el juramento de los guardias de la noche. Piel de gallina.
Y justo en ese momento, como en cualquier telenovela de Telemundo, Jon queda cara a cara con Ygritte, y casi casi parece que se van a abrazar… cuando una flecha atraviesa a la chica (¡OMG!) ¿El responsable? Olly (?) el hijo del campesino que ella asesinó hace como 7 capítulo. La vida es justa, Ygritte… y bueno Jon le dice adiós, en una escena igual de mal actuada que el capítulo final de La Madrastra.
En la cima, Edd, el Penas, se da cuenta que los salvajes han empezado la retirada, pero que eso no significa que hayan sido derrotados, sino que simplemente, Mance Rayder está probando que tan fuerte es la guardia.
La mañana siguiente, los hermanos negros se dan cuenta que Mance Rayder está preparando un nuevo ataque… esa misma noche, por lo que a Jon se le ocurre la gran solución: salir al norte del muro y matar el mismo a Mance Rayder. Definitivamente.
Este capítulo, si bien estuvo bien, no fue la gran maravilla; sí, fue divertido, sí, tuvo drama, sí, tuvo frases inteligentes… pero no fue lo suficientemente entretenido para mantenernos 60 minutos en la silla sin dar un bostezo y eso es consecuencia de que la trama de El Muro ha tenido 3 o 4 escenas durante toda la temporada por lo que es imposible seguirle el hilo conductor de manera eficiente… encima, es muy dificil recordar todos los nombres, uno no sabe (ni importa tampoco) quien es Pyp, Grenn o Ed… apenas Jon, Sam y hasta Thorne y bueno Janos Slynt, quien quedó vivo para la próxima temporada. Y con esto estamos a punto de dar paso al último capítulo titulado «Los Niños»… espero que no vaya el Bienestar Familiar y se los quite.