Sobre «Asesino Del Futuro» y los viajes en el tiempo.

Afiche Asesino Del Futuro
Poster «Asesino del Futuro»

Me he tardado un poco en escribir sobre esta película que vi ya hace varias semanas porque quería estar seguro de analizarla muy bien. Asesino del Futuro (Looper, por su nombre original en inglés) es una de esas películas que, por su alta calidad, no dejan de ser sorprendentes.

Si bien 2012 será recordado como el año de «The Avengers» y «de «The Dark Knight Rises»  la industria cinematográfica hizo pocos méritos por lanzar una película tan completa como por ejemplo «Drive» en 2011. Una película que complementara trama, desarrollo de personajes, escenas y actuaciones.

«Asesino del Futuro» es la heredera natural de Drive para 2012. Ambas cintas utilizan la violencia como medio de explorar una trama, pero no es la violencia gratuita y promiscua de las películas de Sylvester Stallone y Jean-Claude Van Damme (ya se imaginarán a que película me refiero).

Pero a diferencia de «Drive», «Asesino del Futuro» incluye un elemento del que la primera adolece: la ciencia ficción. En efecto la trama de la película transcurre en un futuro no muy distante donde los viajes en el tiempo son posibles. Pero si usted espera una especie de Viaje a las Estrellas o Battlestar Galactica se equivocó de película. De hecho el viaje en el tiempo solo sirve para enmarcar los personajes dentro de una historia muy generosa en matices.

Emily Blunt y Joseph-Gordon Levitt

La cinta nos muestra que en el año 2074 se han inventado los viajes en el tiempo, pero al parecer la única utilidad de dicha máquina es la de mandar personas al pasado para ser asesinadas, puesto que en ese futuro asesinar a alguien es casi imposible. Ese pasado es el año 2044 y los encargados de hacer el trabajito son unos sicarios post-modernos llamados Loopers. El nombre viene de una clausula muy específica del contrato de dichos sicarios, deben asesinarse a si mismos, es decir una de las personas que le envían al sicario para que mate es él mismo dentro de 30 años.

El primer acto de la película nos describe muy bien el mundo de estos sicarios desde el punto de vista de Joe (Joseph Gordon-Levitt) y hasta aquí cualquier cosa que hayamos visto en una novela de Jorge Franco o de temática sicarial está perfectamente reflejada. Joe descarga su estrés, sus frustraciones y, sobre todo, su dinero, en sexo, drogas y rumba.

Los loopers que incumplan con alguna de sus misiones, en especial aquella donde deben asesinar a su versión futura, son brutalmente perseguidos, torturados y asesinados por la mafia de los viajes en el tiempo que tiene un representante (Jeff Daniels) en ese 2044 que es una versión decadente del centro de los Estados Unidos.

La película pasa a su segundo acto cuando Joe falla en asesinar a su versión futura (Bruce Willis), desde aquí la película empieza a ser narrada alternativamente desde la perspectiva del Joven Joe y del Viejo Joe.

Pierce Gagnon se roba parte del show en la cinta a pesar de su edad.

El viejo Joe no ha viajado 30 años en el pasado para pasear. Luego de haber vivido en China y ser testigo del asesinato de su esposa, escapa de sus captores y viaja en la máquina del tiempo para asesinar a la persona detrás de tan monstruosa mafia: El rainmaker.

El joven Joe es perseguido por sus antiguos jefes y compañeros de trabajo y termina en la granja de Sara (Emily Blunt) donde descubre horrorizado los planes del Viejo Joe quien pretende asesinar a una serie de niños que podrían ser el rainmaker del futuro. El joven Joe se enamora de Sara, cuyo hijo está en la lista del viejo Joe.

Hasta aquí la historia en si misma tiene algunas fallas, por ejemplo, si nadie puede ser asesinado en el futuro ¿por qué la esposa de Joe fue asesinada y no enviada al pasado? ¿Por qué enviar a la misma persona a asesinar a su versión futura? Sería más fácil y menos riesgoso enviárselo a otro sicario ¿No? Sin embargo diría yo que esas grietas en la historia son licencias dramáticas que dan paso a un desarrollo de personajes majestuoso.

Las actuaciones son excelentes, Gordon-Levitt le da un nuevo enfoque al héroe moralmente ambiguo dándole vulnerabilidad y propósito y la forma en que trata de adaptarse al estilo de Bruce Willis es sensacional. Así mismo Bruce Willis se luce en varias escenas dramáticas, aunque un grado por debajo de lo logrado por Gordon-Levitt. Jeff Daniels y Noah Segan hacen de villanos con buenos resultados. Pero es Emily Blunt y Pierce Gagnon los que se roban completamente el show.

Luego de recordar a Blunt en su papel de secretaria superficial y frívola de la malvada Miranda Priestly en «El diablo viste a la moda» , verla en el papel de mujer fuerte y madre redimida es al principio quizás incomodo pero rápidamente convence con su personaje. El niño Gagnon a pesar de su corta edad, le imprime tal fuerza a su personaje que por momentos supera a Gordon-Levitt, Blunt y al mismo Willis, mostrando una gama tan amplia de emociones que por momentos pone en vergüenza a sus coestrellas.

La cinta está llena de detalles sutiles que contribuyen a armar las personalidades y motivaciones de los personajes, que es en si de lo que trata la película. No es una cinta de ciencia ficción, o por lo menos no completamente, es un drama donde los personajes se desarrollan completamente en el trascurso de la película.

La dirección de la cinta recuerda mucho los trabajos de Tarantino y Nolan, el primero en la construcción de personajes y el segundo en la forma original de narrar una historia.

La cinta, aunque no sea perfecta, la clasificaría como una de las mejores del año, o al menos de las mejores que me he visto. Así que si todavía la encuentra en cartelera no dude en ir a verla, y en repetirla. Completamente recomendada.

Calificación: 4.65/5

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