Qué tal es la película – Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald

El universo de Harry Potter vuelve con la segunda entrega de las aventuras del famosísimo autor Newt Scamander, y vuelve con una impresionante campaña publicitaria dónde lo único que nos faltó es que nos salieran promocionales hasta en la sopa. Pero ¿Acaso Los Crímenes de Grindelwald vive para superar o al menos igualar sus expectativas? ¿Qué tal le va a la famosísima J.K. Rowling en su segundo intento como guionista de cine? ¿Estan bien invertidos los 200 millones de dólares que costó la cinta? A continuación, las respuestas.

¿De qué se trata Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald?

Luego de los hechos caóticos ocurridos en Nueva York, Newt Scamander (Eddie Redmayne) es encargado por el mismísimo Albus Dumbledore (Jude Law) para atrapar al radical Gellert Grindelwald (Johnny Depp), antes de que este encuentre y corrompa a Credence Barebone (Ezra Miller), el arma que necesita para llevar la ventaja en una potencial guerra civil entre magos.

Lo que Newt desconoce es que en medio de esta misión, no sólo encontrará otros animales mágicos con los cuales complementar su investigación, sino que se verá inmerso en una red de mentiras, traiciones, intrigas y trampas, para los que sencillamente no está preparado.

¿Qué tiene de bueno Los Crímenes de Grindelwald?

Salvo quizás la actuación de Eddie Redmayne, y un poco quizás la representación del París de entreguerras, lo cierto es que no hay muchas cosas buenas que señalar de esta película. Y ya mismo les explico por qué.

¿Qué tiene de malo Los Crímenes de Grindelwald?

En primer lugar, el guión es una retahíla de escenas y secuencias que en conjunto no tienen sentido ni coherencia. A J.K. Rowling se le olvidó que ya no está escribiendo libros, y que la persona que está recibiendo la historia no se puede detener a consultar Wikipedia y los árboles genealógicos del universo de Harry Potter para darle sentido a lo que está viendo.

La película está repleta de datos, diálogos y escenas innecesarios que nada aportan en la consecución de una línea argumental coherente y que por el contrario generan confusión y aburrimiento total en el público. A Rowling se le olvidó también que la esencia de su universo siempre fue su sintonía con los niños, pero esta película no es ni narrativa ni estructuralmente apta para menores de edad.

Y pasemos por la dirección de David Yates. Resulta increíble que luego de todo el palo que le dio la crítica al estilo visual de las películas del Universo de DC, Warner haya dejado que esta película se convirtiera en un bodrio repleto de pantallas verdes, efectos especiales y secuencias artificiales que no aportan en nada a la cinta. Por lo menos en las películas de DC había un propósito para la oscuridad estilizada. En esta sólo hay una oscuridad vulgar que no sirve a ningún propósito.

En resumen ¿Vale la pena ir a ver Los Crímenes de Grindelwald?

No. No vale la pena ir a verla. Los Crímenes de Grindelwald es una muestra de lo que un contrato mal diseñado con una escritora con ínfulas de diosa, como J.K. Rowling, puede dañar una franquicia completa. Todo lo bueno que pudo hacer Rowling en sus 7 libros, y el apoyo que prestó en sus 8 películas, se va al caño con esta precuela, igual de innecesaria que la anterior.

Calificación

0,75 / 5,00

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