Dirigida por el totalmente desconocido director Diederik van Rooijen, Cadáver (Título en inglés: The Possession of Hannah Grace / La Posesión de Hannah Grace), intenta reencauchar el ya conocido sub-género del terror relacionado con las posesiones demoniacas y los exorcismos, incluyendo algunas caras conocidas como Shay Mitchell, de Pretty Little Liars y Stana Katic, conocida por su rol en Castle.
¿Valdrá la pena ver OTRA película de exorcismos? ¿Qué tal le va a Shay Mitchell en su primer protagónico? ¿Propone algo nuevo el director holandés en el contexto de Hollywood? A continuación, las respuestas.
¿De qué se trata Cadáver?
Luego de una traumática experiencia en la que varios de sus compañeros resultaron asesinados, Megan Reed (Shay Mitchell) entra en una profunda depresión, que la lleva al alcoholismo y la drogadicción, destruyendo para siempre su carrera dentro de la policía de Boston.
Luego de pasar meses en rehabilitación y en grupos de apoyo, Megan decide darse una nueva oportunidad, esta vez como asistente de recepción en la morgue más sofisticada de Massachussets, con el apoyo de su amiga Lisa Roberts (Stana Katic), quien trabaja como enfermera en el mismo hospital.
La recuperación de Megan incluye episodios de pánico, dónde cosas que pertenecen al pasado, de repente empiezan a aparecer en frente de ella en forma de alucinación. Sin embargo, cuando el cadáver de Hannah Grace (Kirby Johnson) llegue a la morgue, y la muerte parezca rondar todo lo que se le acerque, Megan tendrá que dilucidar qué está en su mente y qué es peligrosamente real.
¿Qué tiene de bueno Cadáver?
A decir verdad, Cadáver me sorprendió. En primer lugar la película está muy bien escrita. Logra en sus primeros minutos consolidar el personaje principal, y construir los secundarios de manera eficiente, de tal manera que el espectador se sienta rápidamente identificado con ellos.
La historia de la posesión demoniaca, aunque nada original, aquí tiene un enfoque diferente. No se trata al villano de la película como un ente todopoderoso, capaz de asesinar por el simple placer de hacerlo, sino de un villano de suspenso, al mejor estilo de Alien de Ridley Scott, y con una necesidad intrínseca, que curiosamente es bastante fácil de comprender para el espectador, que es la necesidad de sobrevir.
La elección del ayuntamiento de Boston, disfrazado de Hospital Metropolitana resulta bastante afortunada, y sobre todo la elección de los escenarios internos, y aún más, el toque tecnológico que le da un toque extra de sofisticación.
Y finalmente, dentro de los puntos positivos, toca destacar la buena presencia que tienen los actores, incluyendo a Shay Mitchell, que demuestra que no es sólo otra actriz de rasgos exóticos, para calmar a las hordas Millenials, sino una artista capaz de sostener con facilidad y carisma el peso de un largometraje.
¿Qué tiene de malo Cadáver?
Lo único que le podría criticar a Cadáver, sería la elección del director de darle un toque de película B a su largometraje. Quizás sea una cuestión de presupuesto, o quizás una elección adrede, pero la calidad audiovisual de la película pudo mejorar muchísimo, con una mejor disposición de luces y del orden cromático en los interiores. Aunque de hecho, el director, con lo que tenía, logró muy buenas tomas.
En resumen ¿Vale la pena ver Cadáver?
Sí. Cadáver es una aproximación refrescante y entretenida a un sub-género del terror que por momentos parece agotada y que proyecta a una artista como Shay Mitchell como una de las estrellas ascendentes de Hollywood.
¿Cuál es la calificación de Cadáver?
4,69 / 5,00
★★★★★