El 28 de Abril de 2015, el periodista Rodrigo Pardo en una columna titulada Gina Parody, La Intransigente, no escatimó ningún esfuerzo en tratar de recomponer la ya desde entonces dañada imagen de la Ministra de Educación y recuerdo muy bien la columna por el mamotreto de halagos con el que Pardo trató de hacerle el quite a la sarta de ineptitudes dichas por la ministra.
Su pilera natural y su inagotable capacidad de trabajo jamás pasarían inadvertidas ni, tampoco, sus aspiraciones de llegar muy arriba en el sector público. Quienes la conocen aseguran que no da un paso improvisado y que, por el contrario, actúa con fe ciega en los estrategas, las encuestas y los focus groups.
Mejor dicho, la decimoquinta encarnación de Buda le quedaba corta a la Ministra según Pardo. Pero hoy, 470 días después de esas obsequiosas palabras queda una vez demostrado que Gina Parody no es ninguna pila, como a ella misma le encanta que le califiquen, sino una vulgar embustera que jamás debió ocupar la silla del Ministerio de Educación, de lo cuál de fe el ya abultado número de entregas de esta serie de publicaciones (Ver, Las mentiras de Gina Parody: Parte 1, Parte 2, Parte 3).
El más reciente episodio y sin duda alguna el más comentado es el relacionado con lo que el Ministerio de Educación encabezado por Parody llama «Orientaciones sexuales e identidades de género no hegemónicas en la escuela». Pero escuchemos y miremos lo que la misma ministra dice, para que no vayan a decir que estoy poniendo palabras en su ilustrada boca. Continúa leyendo Las Mentiras de Gina Parody (Parte 4) ^ Sobre las cartillas de orientación sexual.