Luego del final de la saga de Harry Potter, Warner Bros ha tenido serios problemas para volver a posicionar una franquicia cinematográfica taquillera y que encima le guste a la crítica. Para la muestra tenemos a Jupiter Ascending y Batman v Superman, ambas precursoras de una potencial serie de películas que una vez en pantalla, no superaron las millonarias expectativas en la venta de entrada y mucho menos conquistaron a buena parte de la crítica (aunque a mí particularmente ambas me gustaron mucho). Pero con El Conjuro, una película que no prometía ser mucho más que otra montonera película de terror, las cosas parecen estar dando un vuelco para el compañía de Bugs Bunny y el Pato Lucas.
Advertencia: Este artículo tiene TODOS los spoilers de la película, así que si no se la ha visto ¿Qué está esperando?
Afiche promocional de «El Conjuro».
En un género en el que parece que todo está dicho y hecho, «El Conjuro» demuestra que se pueden hacer aún muy buenas producciones cinematográficas, aunque sea con piezas y elementos provenientes de otras películas.
Realmente en el género del terror de Hollywood, hay muchas más decepciones que aciertos… y es que no me quiero ni acordar de las últimas entregas de «Saw» o «Actividad Paranormal» o esa basura que llamaron Silent Hill. Patéticas. Sin embargo, de vez en cuando, parece que alguien se pellizca y logra sacar algo de cierta calidad y afortunadamente ese «algo» llegó a las salas de cine de nuestro país, que aún en medio de paros agrarios, mesas de negociación en pausa y arroyos infernales en ciudades costeras, tiene ánimos de ir a perder el tiempo a una sala de cine y de eso da cuenta que «El Conjuro» ha sido Trending Topic desde anoche.
Esta cinta dirigida por James Wan (el mismo de la primera película de Saw) supuestamente es la recreación de ciertos eventos que ocurrieron en Harrisville, Rhode Island por allá en los años 70, y aunque la verdad yo quisiera creer que en realidad así sea el 5% de la película sí pasó en realidad tengo mis serias dudas y ya sabrán por qué.
«El Conjuro» no parece una recreación de hechos reales sino uno de los mejores homenajes (si es que no es el mejor) al cine de terror de todos los tiempos. Con elementos de «El Exorcista», «Chucky» tomas al estilo de «Actividad Paranormal», un poco de la mitología de «El Proyecto de la Bruja de Blair» y los apuntes clásicos de las historias de casas embrujadas, sumados a policías de demonios al mejor estilo de Supernatural, es una película a la que prácticamente no le falta nada y es esa abundancia de elementos lo que hace dudar que en serio sea una historia real. Y todos esta variedad de elementos, sumados a muy buenas actuaciones, se unen en una historia coherente y tenebrosa, definitivamente nada apta para cardíacos.
La niña es Joey King, que a pesar de su edad diría que tiene la mejor escena de la película.
La historia inicia con un prólogo en el que Lorraine y Ed Warren logran conjurar un demonio que ha poseído a un grupo de enfermeras a través de una muñeca llamada «Annabelle» cuyo parecido con Chucky es innegable. Por otro lado está la familia Perron, que haciendo caso omiso del principal mensaje de las películas de terror gringas (No mudarse a una casa en los bosques de Nueva Inglaterra) empiezan una nueva vida en una casa adquirida en una subasta. Pero a minutos de haber entrado en la casa, cosas muy raras empiezan a pasar. Fríos inexplicable, olores nauseabundos, ruidos extraños y marcas en la piel de sus habitantes. Con el pasar de los días la situación empeora pues las niñas Perron empiezan a ver quienes provocan los ruidos, y peor aún los empiezan a escuchar. Es en esta parte de la cinta donde se nota el buen trabajo de los guionistas y del director, la película se vuelve interesante poco a poco hasta llegar al punto en que atrapa al espectador completamente.
Carolyn Perron, la madre de la familia en cuestión, decide acudir a los famosos Warren para pedir ayuda. Inicialmente Ed se niega, puesto que la salud de Lorraine corre grave peligro al enfrentarse a estas fuerzas oscuras, pero es ella quien lo convence de ir. Lorraine entra a la casa y gracias a su extraordinaria percepción identifica claramente la causa de los espantosos eventos en la casa Perron. Es tan fuerte el espíritu maligno dentro de la casa, que es necesario un exorcismo, pero para llevarlo a cabo necesitan pruebas y una autorización del Vaticao, no como el exorcismo express que hicieron en American Horror Story la temporada pasada.
Los cuatro actores principales, todos con excelentes actuaciones, pero sin duda Vera Famiga (Larraine Warren) se destaca.
En esta recolección de pruebas, los Warren y los Perron logran conocerce mejor, a la par que logran ver con sus propios ojos las fuerzas malignas que pululan en la casa. Es así como se enteran que una bruja, de las mismas del grupo de Salem, se suicidó allí luego de ofrecer su hijo recién nacido a Satanás arrojándolo a una hoguera, maldiciendo así la casa y a todo aquel que quisiera apoderarse de ella. Pero la cosa se complica aún más cuando la bruja en cuestión toma posesión de la señora Perron y toma dos de su hijas para sacrificarlas en la casa. Y peor cuando lograr conectarse con la hija de los Warren.
Ed y Lorraine deciden no esperar la autorización del Vaticano y realizar el exorcismo apenas con la ayuda de Roger Perron y del jefe de policía local. Las escenas correspondientes al exorcismo son fuertes, aunque no tan espeluznantes como se podría creer, el final de la película es creíble y consecuente con el desarrollo de los personajes durante la película y lo mejor es que deja abierta la puerta para una segunda parte… es que en Hollywood nunca se sabe cuando toque hacer la secuela.