En los cinco años que llevo escribiendo este blog, en muchas ocasiones he expresado lo fácil que es, en el mundo del cine, que una idea brillante se traduzca en una película mediocre debido a fallas en el guión, las actuaciones y con mucha más frecuencia, la dirección. Y como ejemplos recientes de lo anterior tenemos a Everest 3D, Hitman: Agente 47 y la joya de la corona de la corona de este año: Los 4 Fantásticos.
Lo que sí no sucede con mucha frecuencia es que una idea terrible, se transforme en una película decente y eso fue exactamente lo que sucedió con La casa del demonio (Título original: Demonic).
Dirigida por el estadounidense Will Canon, la cinta gira alrededor de la trillada y mil veces usada idea de la casa embrujada, con los mismos elementos repetidos una y otra vez como el grupo de jóvenes increíblemente atractivos, todos blancos a excepción de uno de ellos, que en este caso resultó ser asiático, las cámaras de vídeo, la sesión de espiritismo, las puertas que se abren y se cierran solas, la conexión familiar con el espíritu y la orgía de sangre y muerte. Todo está allí.
Pero lo que marca la diferencia entre esta película es el astuto manejo que el escritor Max La Bella le da al guión. La película transcurre en dos lineas argumentales, narrativa y cronológicamente dispares, puestas en escenas con un gran trabajo del director.
En la primera, están los típicos clichés del cine de terror, pero que usados efectivamente logran ponerle los pelos de punta a la mayoría de la audiencia. En esta tenemos a John (Dustin Milligan) y a su novia Michelle (Cody Horn), quien poseen información sobre una casa en Louisiana donde ocurrieron unos espantosos asesinatos dos décadas atrás. Es entonces que el ex-novio de Michelle, Bryan (Scott Mechlowicz) los recluta en su proyecto de hacer un documental sobre fantasmas en ese lugar.
En la segunda, tenemos una linea de tipo policíaca, donde luego de los eventos que terminan con la muerte de la mayoría de los jóvenes que entraron en la casa, el detective Mark Lewis (Frank Grillo) recluta a la psicóloga Elizabeth Klein (María Bello) para intentar esclarecer la verdad sobre lo ocurrido. La película, por supuesto desemboca en un giro, si bien no exactamente predecible, sí lo bastante conveniente como para no terminar de dejar una buena sensación en el público.

Y es precisamente María Bello, con un personaje que ni siquiera participó en la orgía de sangre y muerte dentro de la casa embrujada la que le da sentido a la película, al menos a nivel actoral y que a pesar de tener un pésimo compañero como Frank Grillo, logra encajar muy bien con Milligan estableciendo una química real entre ellos que cohesiona todos los elementos del largometraje.
Nada mal para una película que en sus primeros minutos pensé que compartiría puesto con Peter Pan y Exorcismo en el Vaticano, como una de las peores de este año. Recomendada.
Vaya, precisamente acabo de escribir en mi blog que es muy difícil que una película sea buena sin un buen guión (o guion, como recomiendan ahora que debe escribirse, es decir, sin tilde).
Me gustaMe gusta
¡Qué pereza esas nuevas reglas!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Nuevas reglas de las que podemos prescindir, como yo prescindo a veces de los signos de interrogación o de exclamación aunque algunos lo tomen por ignorancias. Además, ahí tenemos, por ejemplo, los textos de Saramago: ¡reglas a él! Pues eso, aunque nosotros no seamos, claro, el genial portugués.
Me gustaMe gusta
Pues ahora tengo una gran curiosidad por verla. Gracias
Me gustaMe gusta
Gracias a ti por pasarte por el blog.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Excelente reseña. Gracias por la recomendación
Me gustaMe gusta