Crítica X ^ Veloce come il vento

Cuando se lleva tanto tiempo escribiendo sobre cine, resulta casi inevitable tomar una postura más que prudente, quizás un tanto incrédula y cínica sobre cualquier largometraje. Después de todo, el propósito del cine hoy en día es vender entradas y en ese propósito poco o nada cuentan los objetivos propios que tenga el director, mucho menos los que tengan creativamente los actores.

Sin embargo, dentro del Eurocine 2018, festival que se lleva a cabo en 7 ciudades de Colombia, aparece una película italiana cuyo propósito evidente es el más simple, pero a la vez el más poderoso dentro del séptimo arte. Veloce come il vento (Veloz como el viento), dirigida por Matteo Rovere tiene como propósito, simplemente contar una historia y lo logra de manera magistral.

veloce como il vento

Veloce come il vento cuenta la historia de Giulia de Martino (Matilda de Angelis), una piloto de carreras GT de 17 años, cuyo futuro se ve truncado cuando su padre y entrenador muere tras bastidores durante el desarrollo de una carrera. Para evitar ser separados y enviados a adopción, Giulia y su hermano Nico (Giulio Pugnaghi) deberán soportar la entrada a sus vidas de Loris (Stefano Accorsi), su hermano mayor, venido a menos luego de ser una gran estrella del automovilismo.

No cabe duda que gran parte del entretenimiento de esta cinta surge del conflicto entre la madurez, sensatez e inteligencia de Giulia y la inmadurez, torpeza y egoísmo de Loris, atrapado en la adicción a las drogas; pero lo más interesante que aportan los 118 minutos de este largometraje es la manera en que muestra cómo la adicción a las drogas pueden consumir a tal punto un ser humano, que resulta mucho más fuerte que la responsabilidad, el respeto y la familia. Y esa cárcel etérea es perfectamente representada por Stefano Accorsi, en una interpretación divertida, precisa y conmovedora.

Pero fuera de la interpretación de Accorsi, resulta inexcusable no mencionar la inteligencia visual del director Matteo Rovere, en unas tomas bellísimas cargadas de simbolismo.

En resumen: Veloce come il vento es una obra que desde el objetivo simple de contar una historia, una interpretación perfecta como la de Stefano Accorsi y un lenguaje visual sofisticado como el de Matteo Rovere, atrapa al espectador en cada uno de sus 118 minutos. Recomendada.

4,79 / 5,00

★★★★★

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