Dirigida por el británico Gareth Evans, cuyo repertorio cinematográfico se limita a una serie de oscuras películas asiáticas, y protagonizada por Dan Stevens, cuyo rol más importante ha sido el de modelo CGI para La Bestia de La Bella y La Bestia, Apóstol, o Apostle en su idioma original, es una de las fuertes apuestas de Netflix para la temporada de Halloween de 2018.
¿Y será que con esos créditos tan deficientes por parte del director y del protagonista, habrá algo bueno que decir de la película? ¿O acaso la pieza fílmica supera las expectativas de su pobre producción? A continuación, las respuestas.
Apostle cuenta la historia de Thomas Richardson (Dan Stevens), el heredero aparente de un potentado hombre de negocios en Londres, que sin embargo desarrolló vocación religiosa, terminando como misionero cristiano en China. Luego de sufrir no sólo el rechazo hacia su religión, su raza y su cultura en China, sino el secuestro y la tortura, Thomas regresa a Inglaterra, donde en su intento por eliminar los horribles recuerdos de su experiencia en Oriente, termina destruido en las calles, solo y borracho.
Sin embargo, cuando Jennifer Richardson (Elen Rhys) la hermana de Thomas, es secuestrada por un culto religioso, el padre de Thomas, a través de un apoderado le suplica que se infiltre en el culto situado en una isla remota en el Atlántico Norte y la traiga de vuelta a casa. Pero lo que Thomas encuentra en la isla de Erisden va mucho más allá de lo que él o cualquier otro hubiese podido esperar.
Visualmente la película tiene calidad. Logra recrear bien los escenarios de la Londres de inicios del Siglo XX, así como el ambiente hostil de una colonia religiosa naciente, sus casas hechas a pulso de dura labor física, y el escenario boscoso y frío que rodea la población y dónde tiene lugar gran parte de la historia. Aunque por momentos es demasiado evidente el uso de trucos para resaltar luminicamente la película, como por ejemplo, el uso de luces de alta intensidad en el fondo … a menos que una luna mutante estuviera naciendo del piso.
Los personajes están medianamente bien escritos; tienen un fundamento fuerte, una postura con la que juegan durante el transcurso de la cinta y un desarrollo interesante. La película es en sí misma una mezcla interesante de factores, siendo receptora de la influencia de películas sobre la colonización temprana de la Nueva Inglaterra (se me ocurre La Aldea de Shyamalan, o La Bruja), otras sobre los cultos antiguos en las islas británicas (¡Merlín!) y por supuesto, los elementos clásicos y bien manejados de las películas de suspenso y terror contemporáneas.
Las caracterizaciones son correspondientes con el nivel de la cinta. Dan Stevens lo hace mejor de lo que cualquiera hubiese podido esperar y los villanos son lo suficientemente convincentes. Quizás la que no encajaba para nada en el centro de la cinta es Lucy Boynton, que parece que hubiese viajado en el tiempo desde 2018 para hacerse pasar como la hija de un fanático líder religioso. Los que sí sorprenden son los chicos Bill Milner (Jeremy) y Ffion (Kristine Froseth) que claramente superan en calidad a los personajes principales de la película.
A nivel de premisa, la cinta logra poner en la mesa un reflexión interesantísima sobre el significado de la religión, desde diferentes puntos de vista … ¿acaso es una vocación que depende del sacrificio? ¿está basada en algo real, o simplemente es fe? ¿qué tan propensos somos los seres humanos a la manipulación basada en la religión? Son temas álgidos que la película, siendo en principio una pieza de terror, logra desarrollar de manera dinámica y efectiva.
En resumen: Apóstol / Apostle resulta una muy buena adición al catálogo de Netflix, que con el uso de valores de producción decentes, presenta reflexiones interesantísimas sobre la religión. Recomendada para esta temporada de Halloween.
4,41 / 5,00
★★★★★