El Planeta de los Simios: Confrontación (Dawn of the Planet of the Apes) pasa de tener el incómodo estigma de ser una secuela-refrito-secuela, a estar en vía de convertirse no sólo en el segundo clásico de la saga, después de la película original de (1968), sino también en todo un clásico del cine estadounidense.
Para empezar, debo decir que los últimos dos blockbusters de la saga del Planeta de los Simios me parecieron ahí… ni fu ni fa, el refrito de Tim Burton de la película original pasó con más pena que gloria, y la refrito-precuela de 2011 protagonizada por James Franco fue demasiado pop para los estándares oscuros y bizarros de esta saga. Afortunadamente, alguien en FOX llamó a la cordura y cambiaron el director para esta segunda entrega, quedando Matt Reeves (Cloverfield) con la responsabilidad de continuar con la popular saga.
Lo que diferencia a «Confrontación» de su antecesora de 2011 es en definitiva la manera en que abordaron el conflicto central de la película. Mientras que en 2011, el director Rupert Wyatt se basó en la premisa de «Ciencia sin ética conduce al desastre», Reeves le da un conflicto emocional más dramático al asunto, mucho más interesante que reducir todo a un problema de laboratorios y fórmulas químicas.

«Confrontación» trata en esencia de dos especies en el mismo nivel de inteligencia (los simios y los seres humanos) y en como ese reconocimiento del futuro como algo tangible conduce tanto a sentimientos nobles como el respeto y la lealtad, como a otros más oscuros, como la traición y la venganza. Un estudio de sociedades que, además de entretener con una que otra escena inverosímil situada en San Francisco, permite entender porque los seres humanos, siendo tan inteligentes, estamos constantemente en guerra y sino miren como anda los palestinos y los israelíes o los rusos y los ucranianos, o los coreanos y los coreanos…
En consonancia con un mejor guión, una mejor premisa y una mejor dirección en general, esta segunda entrega (?) del refrito de la saga tiene actuaciones mucho mejores, empezando con Keri Russel (¡Felicity!) y Jason Clark, que transmiten mucho más que James Franco y Freida Pinto, con todo respeto. Los efectos especiales, fundamentales en una película donde los simios hablan, sin ser espectaculares, son lo suficientemente buenos para ambientar la película, mucho más si se considera lo bien actuados que están los personajes simios, en especial Caesar (Andi Perkins) y Koba (Toby Kebbel).

En resumen «El Planeta de los Simios: Confrontación» es una película que vale la pena ver y si tiene tiempo, repetir. No todos los días salen a la cartelera películas de las que se seguirá hablando en 5, 10 o 30 años, aunque sea por que dentro de ese tiempo a alguien se le ocurra la maravilla idea de hacer otro refrito de la saga.
Mientras tanto, para la próxima película, quizás en 20th Century Fox quieran ahorrarse unos dólares y contratar a Juan Manuel Santos, que sin necesidad de tanto maquillaje y tanto efecto especial, ya parece y actúa como un simio.
Calificación: 4.55/5.00