Jurassic World: Fallen Kingdom, o El Reino Caído en Hispanoamérica, es la quinta entrega de la franquicia de Jurassic Park iniciada en 1993 por Steven Spielberg y secuela directa de Jurassic World, actualmente la quinta película más vista de todos los tiempos ¿Cumple El Reino Caído con las expectativas? A continuación le damos la respuesta.
El Reino Caído continúa con la historia de Owen Grady (Pratt), el entrenador de conducta de velociraptors del extinto parque Jurassic World, que junto a la ex-administradora de la atracción Claire Dearing (Howard) se embarcan en una misión para rescatar los clones prehistóricos varados en la Isla Nublar, antes que los extinga la actividad del volcán de la isla. Todo enmarcado en un extenso debate en los Estados Unidos sobre si se debe rescatar a animales creados artificialmente, o si se debe permitir que se extingan por completo.
La película tiene clarísimo su población objetivo: es una película para Millennials. Todo lo que le encanta a este grupo poblacional está presente en la isla: confrontación política, un villano blanco, animales en peligro, un empresario malvado y una justificación total y completa para la ausencia total de ética en el entorno científico, y el deontologismo impráctico de la idea que vale la pena arriesgar a millones de personas, por un acto de bondad momentáneo.
Con todo lo anterior en mente, la película no propone nada nuevo a nivel audiovisual, al menos en referencia a las 4 entregas anteriores del Universo de Jurassic Park. Los personajes están construidos de manera incoherente, al igual que los villanos que corresponden a la fórmula de maldad pura, que ya pasó de moda hace rato.
Sí, es genial ver a los dinosaurios, especialmente a Blue, la velociraptor de Owen, también produce risa las tonterías que hace el personaje de Justice Smith, y la pésima actuación como líder feminista de Daniella Pineda, pero de ahí a que sea una buena pieza cinematográfica, muy dudoso. La película alimenta el cliché que la gente con dinero son un montón de parásitos depravados, aburridos y sádicos, capaces de lo que sea para alimentar sus caprichos, y en este sentido sólo contribuye al discurso de odio de clases que algunos sectores políticos quieren alimentar en Hollywood, y en todo el mundo.
Si el director Juan Antonio García Bayona, más conocido como J.A. Bayona hubiese dedicado más tiempo a pulir la parte audiovisual de la película, e intervenir el guión a tiempo, en lugar de hacer discurso político en un largometraje que pretende recaudar taquilla, los resultados hubiesen sido mucho mejores.
En resumen, Jurassic World: El Reino Caído es una película que no propone absolutamente nada nuevo en una franquicia con tan enorme potencial y fácilmente puede pasar por la peor del conjunto. Si el director quiere atrapar al público Millenial, quizás debería inventar una fórmula más atrayente que la de entregarles un discurso de indignación disfrazado de película.
El Sabanero X 