Protagonizada por Cate Blanchett, Jack Black y Owen Vaccaro (Guerra de Papás 2); y dirigida por Eli Roth (Deseo de Matar), La Casa con un Reloj en las Paredes (Título original: The House with a Clock in its Walls) es la apuesta de Universal Pictures para la temporada de Halloween en todo el mundo, en una guerra frontal contra el estreno de Sony Pictures para la misma temporada: Escalofríos 2.
Y la guerra es con todo, teniendo en cuenta que Jack Black era el protagonista de la primera entrega de Escalofríos y ahora para esta segunda parte lo dejaron por fuera. ¿Qué mejor revancha que irse para la película de la competencia?
Pero ¿Qué tan buena es La Casa con un Reloj en las Paredes? ¿Cumple con las expectativas para el público en la temporada de Día de Brujas? ¿Podrá derrotar en taquilla a Escalofríos 2? ¿Y a los otros estrenos como el regreso de Halloween y a Apostle en Netflix? A continuación, las respuestas.
La Casa con un Reloj en las Paredes cuenta la historia de Lewis (Vaccaro), un niño de diez años obsesionado con las historias del Capitán Medianoche y cuyo pasatiempo favorito es encontrar palabras nuevas en el diccionario. La vida simple y feliz de Lewis, sin embargo, termina trágicamente con la muerte de sus padres, por lo que debe ir a vivir con su pariente más cercano, el hermano de su madre Jonathan Barnevelt (Black).
Sin embargo, esta nueva etapa para Jonathan resulta tremendamente compleja cuando encuentra que 1) sus compañeros de escuela lo rechazan por las cosas que le gustan y 2) la casa en la que vive su tío Jonathan guarda un secreto mágico, mucho más aterrador de lo que parece. La única manera en que Lewis podrá superar estos obstáculos es conociéndose a sí mismo con la ayuda de su tío y su vecina, la señora Florence Zimmerman (Blanchett), una mujer con una horrible historia en su pasado.
La película es audiovisualmente similar a lo que vimos en la primera entrega de Escalofríos, y la presencia de Jack Black haría pensar a alguien no tan despistado que está viendo la misma película. Sin embargo, hasta allí llegan las semejanzas.
La Casa con un Reloj en las Paredes, si bien está basada en un libro infantil exitoso, parece una película hecha a las carreras, con los inconvenientes que eso pudo haber traído. En primer lugar, el elenco nunca parece encajar del todo. Owen Vaccaro, quien por un gran porcentaje del metraje lleva el peso de la historia, no es convincente. Jack Black no parece el indicado para el papel de Jonathan, y ni hablemos de Cate Blanchett, que luego de su metida de patas aceptando el papel de la madrastra de Cenicienta, y el de la hermana de Thor, comete con este su TERCER error en la elección de personajes.
Quizás los únicos que no desentonaron en esta película fueron los villanos, Kyle MacLachlan y Renée Elise Goldsberry, y es más que todo porque los personajes sí están bien construidos.
La película recuerda un poco a los trabajos grandilocuentes de Guillermo del Toro, pero es demasiado evidente que no hay un alma detrás de los bonitos escenarios y las puestas en escena. Y lamentablemente eso se traduce en una película, quizás con una premisa potencialmente buena, pero con enormes problemas en sus escenas y sus diálogos.
En resumen: La Casa con un Reloj en las Paredes se queda en su intento de competir de tú a tú con las múltiples opciones que traen los estudios para Halloween, con una película demasiado improvisada que al final deja más decepciones que alegrías.