Hace un año y medio, y debido a la gran confusión que representaba para mí escribir un título que se viera estéticamente agradable para encabezar una publicación, decidí escribir una guía preliminar para este blog llamada «Una Nota sobre el Uso de las Mayúsculas en el Blog» en el que había llegado a la conclusión de escribir los títulos con los sustantivos en mayúsculas, haciendo caso omiso a la regla general del castellano de sólo utilizar la letra mayúscula al inicio de una oración y con nombres propios. Incluso en títulos.
Sin embargo, aplicando dicha regla aún en ciertas ocasiones el título se ve extraño y poco impactante. Fue entonces que decidí investigar un poco y encontré que para textos, especialmente textos web existen tres tipos de estilo para escribir los títulos. La idea de esta publicación, entonces, es elegir el mejor de entre esos tres estilos para cambiar el estilo de los títulos de este blog.
Hace unos meses, en una reunión familiar, uno de esos tíos que uno sólo ve en Navidad y Año Nuevo (si acaso), animado por el efecto de varias botellas de cerveza, empezó a hablar de cómo habían cambiado las cosas desde los tiempos en que él iba a la universidad y ahora.
Antes, decía él, para mandarle a decir a la mamá que uno había llegado bien a otra ciudad, había que gastarse el equivalente a la comida de tres días para pagar la llamada, se mandaban cartas ocasionales, pero como también eran costosas, utilizaban la irremediable opción que era el crucigrama, en el que la gente tenía que hacer maromas gramaticales para mandar un mensaje coherente, pero corto, porque por cada palabra cobraban un «jurgo» de plata.
Ahora, continuó el tío, con todo eso del «feis» y el «guasá» todo era más fácil. El tío se refería, por supuesto, a dos de las herramientas de comunicación más utilizadas en todo el mundo en los últimos tiempos: facebook y whatsapp. Lo que el tío no anotó en medio de tanta maravilla, era que en efecto, aunque facebook y whatsapp son tan populares y tan útiles, tienen un lado oscuro que la gente sólo percibe cuando están metido de pies a cabeza en ese cuento. Un aspecto de ese lado oscuro son los contactos.
Desde el momento en que un usuario abre una cuenta de facebook o descarga Whatsapp, siente una necesidad patológica de tener contactos, por lo que empieza a dar el número de teléfono y/o la forma de encontrarlo en facebook a todo el que puede.
Tener contactos en facebook y whatsapp no tiene nada de malo, el problema es cuando esas cuentas se empiezan a llenar de contactos basura que no aportan nada y que sí podrían convertirse en un peligro para el usuario al estar exponiendo información de tipo personal a un montón de desconocidos.
Resulta necesario entonces depurar los contactos que se tienen en estas herramientas.En el caso de whatsapp es un poco más complicado porque esos contactos están atados a la lista de contactos telefónicos, pero precisamente para eso, está la opción de bloquear. Pero ¿Cómo hacerlo? En la siguiente guía se encontrará un método práctico para reconocer quien merece y quien no merece estar en su lista de contactos.
Haga el intento y verá que cuando lo haga se va a sentir mucho más liviano y tranquilo, además de seguro, claro está.
Guía Práctica Para Depurar Tus Contactos en Facebook y Whatsapp