Felices Cuatro Años de M…

Dedicatoria: Con mucho amor para mis amigos Bobo-Santistas.

Hoy, 7 de Agosto de 2014 les tengo dos noticias, una buena y otra mala ¿Cuál quieren primero? La buena, ok, empecemos con la buena: hoy, luego de 1461 días de negociaciones con asesinos, resultados paupérrimos en educación, compra de votos, clientelismo, paros en todos lados, deterioro de la seguridad, de la infraestructura vial e inacción frente a los eventos climáticos, entre otras perlas, termina el gobierno de Juan Manuel Santos. La mala noticia es que a partir de hoy empiezan otros 1461 días de lo mismo, claro que todo elevado a alguna potencia mayor que 2, porque a diferencia de los cuatro años anteriores, Santos no va estar tratando de lucir bien  como hasta ahora para ganar votos.

Sólo en este país macondiano,  donde la realidad parece todos los días superar la ficción, un inepto de la calaña de Juan Manuel Santos, que no hizo nada en 4 años, puede ganar la reelección por más de 900.000 votos. Pero esto no es tan sorprendente si analizamos la taxonomía de los 7,816,986 votantes del hoy reelecto presidente.

Por un lado tenemos a todos aquellos que votaron por él porque recibían algún tipo de beneficio económico, político o personal, por supuesto ahí tenemos a nuestro amigo Gustavo Petro, que a pesar de ser tan inepto como Santos, todavía tenía unos votos que ponerle, siempre y cuando el presidente se quedara calladito e inoperante (su estado natural) frente a los procesos de destitución y revocatoria en su contra. En ese mismo grupo tenemos a los «honorables» Ñoño Elias y Musa Besaile, que a pesar de que en cuatro años no hicieron nada en el congreso, en la pasada elección de senado obtuvieron las mayores votaciones por cuenta de los enormes «cupos indicativos» (léase MERMELADA) (¿) que usaron para andar pagando voluntades y favores en las elecciones (?) ¡Qué democrático!.

MermeladaPor ahí mismo, aunque con mucha menos plata, los empleados de los distintos (y fracasados) programas gubernamentales y por supuesto (no podían faltar) los beneficiarios de las famosas «casas gratis», que puede que no tengan ni agua, ni luz, ni gas… ni transporte público, ni alumbrado público, ni vías…  pero que al menos es una casa y si no votaban por Santos los sacaban de allí a las patadas.  Pero ni con todo este montón de maromas antidemocráticas, Santos tenía la victoria asegurada, necesitaban el centavo para el peso, el último empujoncito y es allí donde la Ola Bobo-Santista llegó al rescate.

«¿La Ola Bobo-Santista? Pero ¿Qué es eso?» podrían preguntar algunos. Sencillo.

Bobo-Santista: (n) Dícese de aquel individuo que a pesar de clamar a diestra y siniestra que no es Santista, le hizo campaña a Santos, votó por Santos y celebró la victoria de Santos, dizque porque era el candidato de la paz (a pesar de que en su mandato la guerra se ha recrudecido) pero que en realidad lo hicieron porque odian a Uribe con toda su alma.

«Bueno, ya sabemos que es un Bobo-Santista, pero ¿Por qué es una «ola»?» Fácil, porque justo en el momento en que alguien se atreve a criticar alguna de las muchas estupideces que comete el presidente Santos, los Bobo-Santistas aparecen en cónclave con el mismo argumento «Peor era Uribe»… y cuando alguien le señala que votaron por Santos, salen con el cuento de «Yo no voté por Santos, voté en contra de Uribe», tan genios, como si eso no hubiese venido siendo lo mismo.

 

Bobo Santista
«Bobo-Santista» descripción gráfica.

Pero hoy no es día de estar reclamándole nada a los Bobo-Santistas (entre los que se encuentran muchos simpatizantes de Petro, o Petro-Bobo-Santistas) hoy es día de felicitarlos, que gracias a su decisivo voto, hoy SU presidente (de ellos, mio no) toma posesión de su cargo, para darnos la bienvenida, no al futuro, como solía decir su gran aliado político y responsable de la crisis económica de los ’90, Cesar Gaviria, sino a la M…

¡Felices Cuatro Años!

Bobo Santistas

Manual para identificar a la «izquierda» en Colombia.

Hablar de izquierda en Colombia es como hablar de la existencia de vida en el espacio exterior: todo el mundo dice que la hay, pero hasta ahora no se encuentran pruebas fehacientes de ello. En este país donde impera a rienda suelta la doble moral y el doble estándar para todo, estamos a milenios luz de una izquierda inteligente e ilustrada como la existente en el norte de Europa, donde la justicia social hace siglos dejó de ser un lema barato de campaña, para ser una realidad. En esos rincones del planeta la izquierda se compagina perfectamente con la cultura del trabajo duro impuesta por la iglesia protestante y no es enemiga de la propiedad privada, el libre mercado y el desarrollo profesional.

En Europa, la izquierda está basada en la cultura del trabajo. En Colombia la «izquierda» está basada en la cultura de la pereza.

Aquí por otro lado, la «izquierda» (así, entre comillas) se puede dividir en dos grandes grupos: los primeros, que andan en unas exquisitas y prolongadas vacaciones en La Habana, viviendo a todo costo de los impuestos de los colombianos, mientras ordenan asesinatos, secuestros, extorsiones y bombas por todo el territorio nacional.; y los segundos son los que utilizan el discursito de la justicia social para ganar votos y trepar en la pirámide social, engañando a los pobres incautos que se comen el cuento de que quieren cambiar las cosas, cuando su único y simple objetivo es el de imponer una nueva élite aún peor que la anterior, llena de corruptos, ineptos e ignorantes, tal y como ocurrió en nuestro hermano y vecino país, que estos momentos anda en la inmunda.

Ambos grupos se identifican fácilmente por tener unas características bien definidas que se replican en una ola de seguidores, que maravillados por la idea de ganarse la vida rascándose el ombligo y esperando a que le caigan los panes del cielo, repiten como loros lo que sus «líderes» les escupen en sus apoteósicos discursos.

Les fascina la idea que de un sólo plumazo se les perdone a los miembros de ciertos grupos terroristas (de «izquierda», por supuesto) las MILES de atrocidades que por décadas han cometido, incluyendo el reclutamiento y abuso sexual de menores, las pescas milagrosas, los secuestros de décadas, las ejecuciones a civiles, las tomas sangrientas a los municipios, el tráfico de drogas, las masacres… todo eso, según ellos, debe pasar al olvido y seguir con nuestras vidas porque sólo es un invento de la derecha para manchar el buen nombre de esos ángeles que tan duramente se encuentran negociando en Cuba.

Han decretado que sólo los votos de los políticos de izquierda son válidos, tanto así que los habilita a pasarse la ley por la faja, y hacer lo que les da la gana como el señor Petro, quien es el salvador indiscutible del universo y sus alrededores, a quien (pobrecito) todo el mundo lo quiere destituir, no por lo inepto que es, sino porque es de izquierda. Cualquier parecido con un culebrón venezolano es pura coincidencia.

Para ellos el diablo no existe y Dante se equivocó en su concepción del infierno, porque en el último círculo no hay un dragon de siete cabezas y diez cuernos, como lo indica el apocalipsis, sino el Procurador Ordoñez y Uribe que fueron los creadores del mal sobre la tierra.

Les encanta decir que son los más tolerantes, los más respetuosos, los más progresitas, pero todo aquél que no tenga al político de izquierda del momento, sea Carlos Gaviria, Clara Lopez o Gustavo Petro, montando en un altar de oro puro en el centro de la casa y rodeado de claveles y astromelias, para ellos no es más que un paraco, sanguinario, amante de la motosierra, ignorante, enemigo de la paz, promotor de la cultura del odio, uribestia y otra sarta de barbaridades.

Se escandalizan por las corridas de toros y hablan y se dan golpes de pecho hablando de la cultura de la violencia y de la muerte, y sin embargo son partidarios de los abortos y de la legalización de una serie de drogas que matan más rápido que el tabaco.

Es eso, la incoherencia y la falta de lógica en su discurso lo que hace posible identificar muy fácilmente a este sector de la población. Eso o que hagan bulto en cuanta manifestación y marcha haya, claro está, después que les hayan pagado los viáticos, auspiciados con platica de muy dudosa procedencia .

Para la «izquierda» colombiana no existe la lógica, sólo existen ellos y todos los demás son ignorantes que no tienen ni idea de nada. Y dicen ser tolerantes.

Las Corridas De Toros y El Prejuicio Como Pretexto.

No hay sino que mirar las últimas noticias para ver que el actual alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, en lugar de estar preocupado por la rampante inseguridad en Bogotá o de al menos tener una estrategia clara sobre como va a mejorar el desastre dejado por su antecesor, proveniente del partido de sus afectos el PDA, en materia de movilidad; este anda más preocupado por enlodar y ensuciar con sus palabras una actividad que está muy lejos de ser una oda a la muerte, como él mismo la llamó. Muy lejos también de actividades en las que el hoy cuasi-purificado Petro participó en la época en la que militaba en la guerrilla y entre las cuales podemos destacar la masacre que se originó en el Palacio de Justicia, donde (oh sorpresa) resultó que el estado le quedó a deber a él. El colmo del descaro.

Realmente, es muy difícil creer en las intenciones de Gustavo Petro, como garante de la vida. No resulta muy complicado ver las verdaderas motivaciones del señor alcalde detrás de estas palabras, donde no hizo otra cosa que repetir las condiciones dada por la Corte Constitucional respecto a las corridas de toros desde 2010. La careta que tiene el señor Petro oculta su profundo prejuicio respecto a una tradición, más artística que deportiva que ha tenido lugar desde hace milenios y que ha llegado a nuestras tierras por un proceso de asimilación cultural, que en el caso de Bogotá atrae a un sector de la población más acaudalado al que el señor alcalde detesta y extiende sus más profundos prejuicios, al mismo estilo que el presidente de Venezuela deja claro que detesta no sólo la élite de Caracas, de Zulia, sino la del resto de Venezuela e incluso la de otros países.

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Las corridas de toros son una tradición mucho más antigua que sus actuales detractores.

Pero estos prejuicios se dan también en otro contexto. No es sino entender lo que sucede por ejemplos en el espectáculo de toros en varios municipios del Caribe Colombiano, para darse cuenta que no es el bienestar del toro o la defensa a los animales lo que impulsa a algunos, muy pocos afortunadamente, a vestir camisetas con frases anti-taurinas. No es sino escucharlos un momento para darse cuenta que lo que realmente les causa escozor es que sean espectáculos inclusivos, abiertos para todo el mundo, razón por la que estos utilizan expresiones como «que vergüenza» o «que boleta» cuando se habla de las corridas de toros. El discurso de la defensa de los animales es sólo el escudo en el que se esconden para ocultar sus prejuicios.

Alguna vez un profesor en una cátedra universitaria señaló la enorme hipocresía que hay detrás de estos discursos fáciles ¿Por qué si defienden tanto los derechos de los animales, siguen comiendo carnes, comprando zapatos de cuero o utilizando correas? ¿Si son defensores de animales como tanto pregonan, porque no defienden los derechos de los piojos, las cucarachas, las garrapatas y los zancudos? Desconocen que los animales han estado, están y estarán siempre al servicio del ser humano y no al revés.

Cualquiera que sea la naturaleza del espectáculo taurino, siempre que haya una tradición detrás, como existe en España, en México, en Venezuela, en Ecuador, en Perú y en muchas partes de Colombia, habrá un público con ganas y capacidad de consumir el espectáculo. No por nada se ha declarado en algunos lugares «Bien de interés cultural».

Si en lugar de ver el espectáculo taurino desde el retorcido lente de los prejuicios, se vieran desde el enorme impacto económico, cultural y social que estas tienen en el grueso de la población, en lugar de querer sobresalir como defensor de causas perdidas, sería otro gallo el que cantara. Por último es fácil ponerse del lado de un toro, ¿por qué en lugar de eso estas personas tratan de ponerse en el lugar de tantos niños y tantas personas que viven en la calle y que sufren una tortura mucho más dolorosa por culpa de la inanición y el abandono de la sociedad? Hay mucho que hacer y que corregir en este mundo primer antes de preocuparnos tanto por el bienestar de tal o cual animal.

lujotorero
El enfrentamiento entre el hombre y la bestia es tan antiguo como la humanidad, la tauromaquia sólo nos pone de frente ante nuestra vulnerabilidad.

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