La Jauría ^ Análisis y Explicación

Si hay una prueba de que el cine colombiano está evolucionando, es la película de Andrés Ramirez Pulido, titulada La Jauría. Más allá de los clichés de comedia decembrina, y de las desabridas exploraciones idiosincráticas, que dejan más sinsabores que glorias, La Jauría explora un género ampliamente ignorado en el país cafetero: el thriller psicológico. Y claro, hay temas que parecen estar en los lugares comunes, como el uso desmedido de drogas alucinógenas en adolescentes, pero la diferencia aquí es como lo aborda.

La Jauría no trata de explorar las vicisitudes del consumo de drogas en un país como Colombia, sino como ese elemento impacta en la psiquis de sus víctimas al punto de perder incluso el sentido de la realidad. Ahora si en medio de los flashbacks, las visiones, las resurrecciones y los fantasmas, has quedado con una que otra duda de la película, no te preocupes, porque a continuación y sin más preámbulo damos inicio al Análisis y Explicación de… La Jauría.

1 ^ ¿Dónde tiene lugar la historia de la Jauría?

La película tiene lugar en la zona del Tolima Grande, una región interandina en el centro de Colombia. Ahora, se menciona que la película fue rodada en los alrededores de Gualanday, una población de corte rural ubicada a 35 kilómetros de Ibagué, la capital del departamento del Tolima. Sin embargo, la película hace referencia directa al municipio de Rovira, población que se ubica a 40 kilómetros de la misma ciudad.

Es de notar que al estar en zonas interandinas, tanto Rovira como Gualanday son poblaciones de Tierra Caliente con temperaturas que oscilan entre los 25°C y los 38°C. Ahora, algo que resulta importante anotar es que la película no suele hacer referencia a Ibagué, como ciudad principal, sino a Neiva. A riesgo de interpretar mal al autor, quizás el punto es ubicar geográficamente la película, pero sin la urgencia de identificarla inequívocamente con Ibagué, dejando dentro de lo ambiguo, la certeza de la ficción.

2 ^ ¿Qué fue lo que hicieron Eliú y El Mono?

Tal y como lo narran al inicio de la película, y como lo vemos en varios de sus flashbacks, Eliú (Jhojan Estiven Jimenez) y El Mono (Maicol Andrés Jimenez) asesinaron a un individuo al que apodan «El Invisible». Los dos muchachos, borrachos y bajo los efectos de fuertes drogas alucinógenas, se ubicaron en un punto de la carretera donde interceptaron a «El Invisible», lo atacaron salvajemente, y luego dejaron el cuerpo dentro de una cueva. Solo que había un problema, el hombre que esperaban Eliú y El Mono, no era «El Invisible», era al papá de Eliú.

3 ^ ¿Por qué Eliú quería matar a su papá?

Aunque en la película, la razón por la que Eliú quería asesinar a su padre nunca fue explícita, hay múltiples referencias, especialmente en las conversaciones con su hermano, que apuntan a que el padre de Eliú asesinó a la madre de los muchachos. Y las insinuaciones de los compañeros de reclusión de Eliú indican que tanto él como su hermano bien podría haber sido víctimas de abuso no sólo físico, sino también sexual por parte del sujeto. Esa era la razón principal por la que quería verlo muerto. Sin embargo, el plan que fabricó con El Mono, se vino al piso porque en el estado mental en el que estaban, identificaron mal al hombre y se llevaron por delante al que no era.

4 ^ ¿Qué le pasó al cuerpo de «El Invisible»?

Ahora, cuando la Fiscalía hace el procedimiento para buscar el cadaver de El Invisible, Eliú los lleva al sitio donde finalmente él y El Mono abandonaron el cuerpo, pero el sitio dentro de la cueva estaba completamente vacío ¿Qué le pasó al cuerpo? La película da a entender que «El Invisible» creía que una fuerza sobrenatural lo había inspirado a cambiar su modo de vida autodestructivo para ser un buen ser humano, y que esa fuerza sobrenatural era un «Ser Invisible», por lo que estaría dentro de lo posible que él mismo se hubiese convertido en ese tipo de seres. Pero no, El Invisible no se volvió invisible.

En uno de los flashbacks de la película, en un encuadre que dura apenas unos segundos, es posible ver que «El Invisible» no estaba muerto, pues volvió en sí luego de que los muchachos se fueron. Si el ataque de los muchachos fue tan grave, y El Invisible no volvió con su familia, lo más probable es que haya caminado lejos de la cueva y haya fallecido en un punto cualquiera de la selva, donde nadie sabría cómo encontrarlo.

La otra posibilidad, mucho menos factible es que luego de la experiencia cercana a la muerte, El Invisible haya decidido simplemente iniciar una nueva vida en otro lugar. Quizás el hombre que vemos manejando un carro cerca del final de la película, es el mismo Invisible ¿Tú que opinas?

5 ^ ¿Qué era lo que hacían Álvaro y Godoy en el Centro de Reclusión?

Álvaro (Miguel Viera) y Godoy (Diego Rincón) trabajaban como empleados de un fondo privado que compraba terrenos baldíos y/o abandonados y alquilarlos al Estado como centros de reclusión o rehabilitación. La idea era que con los primeros reclusos se adaptaría el terreno habilitándolo para más reclusos y así recuperar la inversión. Sin embargo las cosas salieron muy mal.

6 ^ ¿Qué es lo que le sucedía a Álvaro?

Gran parte del conflicto de la película está entre la filosofía de Álvaro y la de Godoy. Mientras que Álvaro creía que los muchachos tenían salvación y posibilidad de rehabilitarse, Godoy creía que simplemente eran animales que respondían a estímulos básicos como la violencia.

Ahora, Álvaro estaba plenamente convencido de que sus terapias funcionaban. Después de todo él mismo era un ejemplo de ello, de ser una mala persona, con un macabro historial delictivo pasó a ser un líder carismático, y Eliú y otros muchachos daban muestras de estar mejorando. Sin embargo, cuando Calate le gritó frente a todo el mundo que sus terapias era inútiles, y simplemente la palabrería de un demente, la fe de Álvaro se quebró en mi pedazos y volviendo a sus antiguas andanzas, arrojó a Calate a la piscina.

Ante la certeza de que Godoy tenía razón, y que unos asesinos, criados por el vicio y la violencia, jamás podrían dejar de ser eso, Álvaro decidió quitarse la vida.

7 ^ ¿Qué pasó luego del suicidio de Álvaro?

Al enterarse que Álvaro había asesinado uno de los menores por los que debía responder el fondo privado, y que él mismo se había suicidado, Godoy recibe la orden de quemar todo y hacer pasar el asunto como un accidente, le harían creer a las autoridades que en medio del fuego, los chicos habían escapado, cuando lo cierto es que Godoy los había asesinado.

Ahora, para aligerar el trabajo, Godoy le entrega a Eliú y al Mono a Macias, el sobrino de El Invisible, quien los sube en una camioneta, rumbo a un lugar donde puedan asesinarlos y deshacerse de los cuerpos. Sin embargo, Eliú y El Mono logran rodar hasta la orilla de la camioneta.

El Mono queda inconsciente luego del golpe, mientras que Eliú logra salir del camino justo a tiempo antes de que Macias llegue con sus secuaces y asesinen al Mono.

8 ^ ¿Qué significa la imagen que ve Eliú al final de la película?

En una de las escenas finales de la cinta, nos enteramos que Macias y su grupo habían ido a buscar a Eliú a casa de su hermano, quien con su propia pandilla, les dieron de baja a todos. El hermano trata de convencer a Eliú que se una a su fiesta, y en consecuencia a su pandilla, a ser un asesino, vicioso y «malparido», como rezaba la plegaria de contricción de Álvaro.

Es en ese momento que Eliú ve a su hermano, en compañía de El Mono, Calate, Álvaro y todos los muertos del Centro de Reclusión. Eliú sabe que su hermano, aunque sigue respirando, compartirá el destino de todos los que ha visto morir, tarde o temprano, y simplemente no quiere hacer parte de esa historia. Es ahí donde decide que, al igual que El Invisible que alguna vez se fue de su tierra a empezar de cero, él haría lo mismo.

9 ^ ¿Qué significa el final de La Jauría? ¿Cuál es el mensaje de la película?

Al final de la película vemos como Eliú esta montado en la parte de atrás de una camioneta con un racimo de plátanos, alejándose de Rovira, de su hermano y del recuerdo de El Mono. Si bien puede que El Invisible no se haya convertido en un ser sobrenatural, el hecho de que Eliú crea que algo extraordinario ocurrió con él, luego de haberse arrepentido de llevar una vida violenta y autodestructiva, lo convence de que él, puede hacer lo mismo.

Y es ahí donde está la diferencia entre Álvaro y Eliú. Álvaro siempre estuvo al filo de volver a su pasado, a su ser oscuro y terrible, capaz de cometer actos bestiales, simplemente estaba retenido por una serie de rituales que él consideraba suficientes para ser una buena persona. Eliú comprendió que el cambio no pasa simplemente por orar, cantar o hacer terapias mentales, no, comprendió que el primer paso para salir del agujero de la oscuridad es simplemente dejar el pasado atrás, olvidarse de los rencores y las venganzas y empezar a construir una nueva persona con las cosas positivas que tienes.

La película es una extensa crítica social, que involucra la adolescencia expuesta a las drogas, la paternidad irresponsable, la responsabilidad de la sociedad al abandonar a los jóvenes, pero al fondo de todo eso está la inquietud de qué es lo que hace cambiar a un ser humano. Cambiar no es reprimir una parte de ti, ni tampoco identificar culpables externos y eliminarlos para seguir adelante. No. Cambiar es identificar esas ideas que te han puesto en dificultades, en malos momentos, en callejones sin salida y cambiarlas por ideas nuevas.

Para Eliú la idea que siempre estuvo en su cabeza era la de que su futuro dependía de asesinar a su padre, y todo lo malo que le pasó en su vida fue consecuencia de esa idea, al final de la película se convenció de que su futuro dependía de dejar de hacerse daño a sí mismo, y de hacer daño a los demás, que la única forma de superarse, era poniendo sus expectativas por encima de sus deseos. Quizás sea un camino largo, duro y con muchas complicaciones, pero al final, el ser humano que queda luego de eso, es una versión muchísimo mejor, que la versión que fue capaz de asesinar a alguien sin siquiera saber quién era.

¿Preguntas? ¿Anotaciones? ¿Dudas? ¿Insultos? La sección de comentarios está abierta justo debajo de esta publicación para que la puedan utilizar a su gusto. No siendo más nos vemos en la próxima entrega de Análisis y Explicaciones en El Sabanero X. 

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3000 Kilómetros por Colombia (Parte I)

busvistaSincelejo, Sucre. Sábado 4 de Junio de 2011: 9:43 pm. Agarré el morral que siempre utilizo para mis viajes cortos. Se escuchaba la música en las calles, al fin y al cabo era un Sábado de rumba, inicio de mes además. Ya era tarde, la encargada de Expreso Brasilia me había indicado que el bus con destino a Bogotá saldría a las 9:30, por el módico precio de 50 U$, pero me imaginé que ella decía eso con el único fin de hacer que los pasajeros estuviesen a tiempo para el bus que en realidad saldría a las 10 de la noche, pero cuando iba en la moto hacía la troncal, observé los dos buses de esa empresa, entonces sospeché que había perdido el viaje.

En efecto había perdido el bus. Rápidamente me dirigí a la otra empresa que ya sabía que tenía viajes para el interior del país desde mi ciudad, Sincelejo, así que me dirigí a Rapido Ochoa, de suerte el bus que sale para Medellín sale exactamente a las 10, y ya el bus estaba cerrando las puertas cuando, alcance a decirle al tiqueteador que me hiciera un pasaje…35 U$, sabía que gastaría más de lo que hubiese gastado si hubiese hecho el viaje directo, pero ese es el precio de la impuntualidad. No vi mucho del camino, apenas pude dormir los suficiente, despertando de vez en cuando para observar que si íbamos por el camino correcto: Planeta Rica, Tarazá, Yarumal, Santa Rosa de Osos, fueron los que alcancé a ver entre sueño y sueño. Apenas pude ver el amanecer bordeando las montañas cercanas al valle de Aburrá, había llegado a Medellín. En el terminal debía darme prisa, sería demasiado peligroso llegar a Bogotá tarde en la noche un Domingo, conseguí el tiquete por 30 U$, salía a las 8 de la mañana, tenía media hora para desayunar.

Medellín, Antioquia. Domingo 5 de Junio de 2011. 7:56 am. Era hora de subir al bus, no era nada agradable pensar que tenía por delante 13 horas de viaje además de las 9 por las que ya había terminado de pasar, pero era más la ansiedad por llegar que cualquier pereza física o mental que el viaje me produjera en ese momento. No había mucho que ver, sino el inclemente calor que hacía en la parte externa que se lograba colar en el poderoso bus con aire acondicionado. Marinilla, Cocorná, Puerto Triunfo. A eso de la una de la tarde pude avistar el Magdalena, estabamos en La Dorada. La vía por Honda no era la que ibamos a tomar. Fue una tarde de perros, el bus no entró de lleno a Cundinamarca, que estaba a la vista, sino que entró al Tolima. Mariquita, Armero, Cambao. Como a las cuatro de la tarde pude avistar el lugar donde ocurrió la tragedia de Armero. Un Cementerio. Increíble, como la fuerza de la naturaleza doblega el orgullo humano y provoca desastres de este tipo. Todavía quedaban muchas horas de viaje. Una señora como de 70 años, que salió de Medellín estaba encartada con unos mecatos que no le gustaron para nada, los repartió en el bus, al menos me pude entretener un rato. Pasé por lo que alguna vez me dijeron que le decían «las playas de Bogotá», en realidad era Girardot, que era lo más cercano que tenían en la Sabana de Bogotá a una ciudad turistica de Tierra Caliente. Me pareció más bien como un coveñas sin mar. Seguimos por la ruta de La Mesa, otra vez los desfiladeros de espanto en la falda de la cordillera, los peajes, algunos tramos inundados y por fin pude ver las luces de la capital. Al llegar al terminal, tomé mi taxi y me fui rumbo a mi destino.

Bogotá DC, Domingo 5 de Junio de 2011. 8:25 pm. Observando la ciudad desde la ventana de mi taxi, recordé las veces que había llegado a esa ciudad anteriormente y todas las promesas, ahora rotas, que me había hecho a mi mismo de regresar para vivir allí algún día. Una ciudad encantadora, en el centro de todo y a la vez tan distante de donde nací. Llegué al barrio donde un amigo me pudo recibir, afortunadamente, era hora de descansar.

Bogotá DC, Lunes 6 de Junio de 2011. 10:20 a.m. Fui al portal de Transmilenio, decidido a ver la ciudad, en compañía de mi amigo que también debía comprar algunas cosas. Fue bueno llegar y ver otra vez la avenida Jimenez, el llamado Eje Ambiental, luego caminar hasta la séptima que me recordó mucho a otra capital, más al sur en la que estuve alguna vez. Y luego, el mercado de las pulgas, fue raro estar en lugar así, pero más raro aún ver como las cosas que otra gente encontraba inutiles o inservibles otros la compraban, incluso pagando más de lo debido, hasta yo caí en esa red. Había quedado con unos amigos de vernos en el Portal de la 80 a eso de las 3, había hecho calor todo el día, pero depronto cuando iba de regreso empezó a soplar un viento helado. Al regresar al apartamento estaba lloviendo ya. Como pude me cambie y llegué al sitio donde estaban todos. La idea era ir a cine. Nunca jamás en mi vida había hecho una fila por más de 5 minutos para ver una película, tarde casi una hora, afortunadamente un amigo estaba al lado mio. Eran las 5 y la película era a las 8:15, es decir quemamos todo ese tiempo conversando de todo un poco. Al finalizar la película debía volver, al día siguiente debía seguir mi camino.

Bogotá DC, Martes 7 de Junio de 2011, 7:15 am. Observaba la carrera 80 desde el interior del articulado, la oficina de la Universidad Pedagógica, hacia donde me dirigía no estarían abiertas hasta las ocho. El articulado dobló por la Caracas y siguió, no me detuve en la estación de la 72 como debía, puesto que era bastante temprano así que seguí hacía el sur, hasta donde estimé que el viaje de regreso tardaría los suficiente como para llegar en horario de oficina, llevaba todo mi equipaje conmigo, así que no era cómodo, pero como pude llegué hasta la estación de Fucha y de ahí salí de nuevo hacía el Norte. Cuando llegué a la 72 eran las 8:25. Subí hacia la pedagógica entregué todos mis papeles en regla, incluyendo las fotografías que eran de la visa canadiense que nunca prosperó. Regresé a la estación, esta vez debía ir hasta el Portal del Norte. El articulado que tomé sólo llegaba hasta Toberín, así que de ahí tuve que tomar otro hasta el portal. Las indicaciones eran claras, debía atravesar el puente peatonal sobre la Autopista Norte hasta el frente de Almacenes Exito, donde me esperaba el bus que me llevaría hacia mi siguiente destino: Tunja.