Un ex-militar (Tom Cruise), que ahora se dedica a andar de vago por todos los Estados Unidos, se encuentra en medio de una complicada conspiración, cuando uno de sus contactos en el Pentágono (Cobie Smulders) es arrestado. Jack tendrá no sólo que liberar a su contacto, sino también proteger a una adolescente (Danika Yarosh) a quien persiguen por estar relacionada con él.
¿Por qué debería verla?
Es, en esencia, una película bien estructurada, entretenida, con una buena premisa y dónde todos sus personajes tienen un buen desarrollo a lo largo de sus 118 minutos. Además, el director logra transmitir de manera efectiva la acción, el drama y el humor que alcanza la cinta por tiempos.
¿Por qué no debería verla?
No sé ¿porque no le gusta Tom Cruise?
¿Debería verla o no?
Sí, completamente. Esta película está tan bien hecha que cualquier tipo de público la puede disfrutar, desde el femenino que prefiere los dramas, hasta el masculino que prefiere la acción, hasta el infantil que prefiere la comedia.
Una de las mayores tentaciones de un espectador cuando entra a la sala de cine, a ver la secuela de una de sus películas favoritas es la de hacer la odiosa, pero necesaria comparación; comparación de la que muchas veces, la mencionada secuela no sale muy bien librada.
Este hecho tiene tintes tan universales, que hasta ha sido consagrado en el famoso dicho que reza que «segundas partes nunca fueron buenas»… ni las segunda, mucho menos las terceras, cuartas ¡y hasta quintas! (No digamos «séptimas», como en el caso de Rápido y Furioso).
Es precisamente por lo anterior, que cierto sector de la audiencia (incluyéndome, por supuesto), ha tenido serias reservas sobre Nación Secreta (Rogue Nation), la más reciente entrega de la saga de Misión Imposible(Mission: Impossible). Después de todo, Rogue Nation es la Continúa leyendo Misión Imposible: Nación Secreta (Reseñas X)
Hace exactamente una semana, estando mucho menos cansado y ansioso que ahora, fui al cine a ver que película estaba en cartelera. La fila era tan larga y abrumadora que estuve tentando a retroceder el tiempo y regresar al momento en que había decidido ir y echarme para atrás. Afortunadamente encontré a alguien en la fila que me hizo el favor de comprar la entrada sin tener que perder dos horas en llegar a la taquilla. ¿La película? Al Filo del Mañana.
Tenía semanas esperando esta película y no precisamente porque tuviera a Tom Cruise en el rol principal. «Al Filo del Mañana» (Edge of Tomorrow, en su título original; sí, sin «The«) está basada en la popular novela japonesa titulada «All you need is kill» que cuenta con una gruesa base de fans entre el público adolescente y adulto joven en todo el mundo. Si no ha escuchado de ella, es porque seguro está muy viejo para hacerlo. 😉
La historia de «Al Filo del Mañana» es muy simple: el Mayor William Cage (Tom Cruise) es un ex-publicista que se encuentra en el ejército de manera obligatoria, por la guerra sin cuartel que se sostiene ante una raza extraterrestre llamada «Imitadores»(Mimics), Cage ha sido el encargado de la parte de mercadeo de la guerra, hasta el momento en que intentando evitar su inclusión en el frente de guerra, es degradado a soldado raso por el general encargado. Cage se encuentra en la primera linea de combate para recupera el continente Europeo, ahora completamente invadido de imitadores. Pero en menos de cinco minutos, muere enfrentando a uno de los imitadores. A partir de ese momento el día se reinicia una y otra vez para Cage, muriendo en cada oportunidad. Para entender lo que sucede e intentar destruir al enemigo extraterrestre, Cage deberá aliarse con la mítica Rita Vrataski (Emily Blunt), con quien desarrollará una relación que podría poner en riesgo su misión.
Si bien Tom Cruise nunca ha estado, está, ni estará en mi lista de actores favoritos, hay que reconocer que el tipo (a pesar de hacer el mismo personaje en todas las películas) sabe como echarse un super blockbuster en los hombros. Quizás la habilidad de Cruise no está en transformarse (como se supone que debería hacer un actor) sino en adaptar su único personaje a la enorme diversidad de películas en las que ha participado… y en su indiscutible presencia en pantalla.
Fuera de Cruise, cuyos talentos histriónicos son imposibles de detallar a ciencia cierta, las actuaciones en «Al Filo del Mañana» son decentes. Emily Blunt, como siempre, sobresaliendo en sus papeles con una excelente interpretación. El resto del elenco, encaja muy bien en sus personajes: Bill Paxton (irreconocible) y Brendan Gleeson, a quien no veíamos desde los tiempos de Harry Potter, hacen un gran trabajo.
Fenomenal…
La película (al igual que muchas de las películas de Cruise) tiene como premisa la capacidad de cambio del ser humano, que puede pasar de ser superficial, frívolo y cobarde, a valiente, maduro y altruista bajo las motivaciones correctas.
El trabajo de edición es impecable (el cronograma de grabaciones debió ser una locura) y el argumento es equilibrado, preciso y entretenido. Diría que es una película que logra combinar una trama de acción, con un desarrollo interesante de sus personajes, bajo una premisa de fe en el ser humano, ambientada en un entorno futurista y apocalíptico.
Si hubiese retrocedido en el tiempo y no me hubiese visto la película por no hacer la fila, quizás estaría ahora durmiendo, o aprovechando el resto del domingo en alguna otra actividad mucho más productiva, sin saber que me había perdido una buena cinta. O quizás me la estaría viendo ahora mismo. Quien sabe… con las alternativas temporales, nadie juega.
Lo más impactante y sorprendente de Oblivion, no es ni la historia, ni los efectos especiales, ni las puestas en escena, ni las actuaciones, no, lo más sorprendente de esta película es ver toda la credibilidad que ha perdido Tom Cruise como actor en los últimos tiempos y es que desde las épocas de Lestat (quizás con las excepciónes de Valkyrie y Collateral) a Cruise se le olvidó proponer cosas nuevas en sus actuaciones y todos sus personajes pasando por Ethan Hunt, John Anderton, Nathan Algren, Ray Ferrier y hasta Jack Reacher son exactamente iguales, con las mismas manías, la misma forma de moverse, todo es igual y la cosa con Jack Harper en Oblivion va por el mismo lado.
La primera hora de Oblivion parece un video musical protagonizado por Cruise, con los mismo clichés del héroe gringo que arregla máquinas con chicles y con una hembra que se derrite por él, esperándolo en su casa juiciosa. A partir de allí algo bueno debe tener la película, porque uno empieza a olvidarse de la pésima actuación de Cruise y empieza a pararle bolas a la historia. Es el futuro, al parecer una raza alienígena, los carroñeros, invadieron la tierra, los humanos les ganaron, pero la tierra quedó destruida y ahora están extrayendo todos los recursos naturales (como el agua) para llevárselos a otro planeta.
La historia está bien escrita y recuerda un poco a Vanilla Sky, no tanto por la jeta de Cruise dibujada en todas partes, sino por la forma en que se desafía la verdad. Claro que el hecho de estar bien escrita no quiere decir que no sea predecible, los dos o tres giros «inesperados» que tiene la historia se ven venir casi desde el inicio y generan impacto no tanto por la sorpresa sino por el efecto especial en el que la muestran.
A pesar de la multitud de puntos negativos que tiene, a Oblivion la salvan del desastre dos cosas: a) las actuaciones femeninas y b) que al final permite que el espectador piense. En efecto, Olga Kurylenko y Andrea Riseborough son las que sostienen plenamente el peso de la película, ambas son hermosas y sus actuaciones sobrepasan por amplio margen la de Cruise. Dejan muy mal a los otros actores masculinos, entre ellos Morgan Freeman y Jaime Lannister Nikolaj Coster-Waldau que dan pereza cuando salen en pantalla. Lo otro es que si bien, la película no es que sea la obra maestra de la filosofía aplicada al cine, en realidad no es solamente basura hollywoodense; al final uno siente que no ha perdido el tiempo del todo y que la película le ha dejado algunas inquietudes y preguntas en que pensar, siendo la más importante ¿Valoramos las cosas pequeñas de la vida?
Aunque hay otra pregunta que surge al finalizar la película ¿Qué tal hubiese salido con un actor diferente a Cruise? Bueno, a esa no hay que pensarle tanto la respuesta: «Mucho Mejor»
Misión Imposible en su cuarta entrega bajo el nombre de Ghost Protocol (Protocolo Fantasma) es una de esa películas que son un tanto contradictorias. Por un lado estamos ante una película que no tiene muy poco que envidiarles a las sobrevaluadas cintas de acción de James Bond y en muchísimos aspectos es incluso superior. Pero por otro lado también vemos la nueva tendencia del cine de irse siempre por la apuesta segura, esta película no arriesga nada, no mucho más que un episodio cualquiera de una serie de televisión, imagino que porque querran sacar tantas secuelas como sea posible hasta que el público se aburra y se canse.
Lo mejor de esta cinta del director de Los Increibles y Ratatouille (Brad Bird) es sin duda alguna los personajes, en un extraño giro de la historia de las películas de Misión Imposible, no es una oda a las habilidades gimnásticas de los dobles de Tom Cruise (al menos no tanto como las otras), la acción no se centra unicamente en Ethan Hunt, el personaje de Cruise, sino que se diversifica y hace que el espectador sienta empatía por los otros personajes. La dinámica del equipo es excelente, el equipo de casting, el guionista y el director hicieron un muy buen trabajo aquí. Paula Patton, que había tenido algunos roles pequeños en cine y TV, es quien le da el toque femenino a la historia y lo hace muy bien, y ya no estamos hablando de ninguna absurda tensión sensual con el personaje de Cruise; Patton interpreta a la agente Jane Carter quien tiene más razones que la de salvar al mundo de una catastrofe nuclear para estar en el equipo de Hunt.
Jeremy Renner, el multipremiado actor de The Hurt Lucker, demuestra aquí por qué se ganó tantos premios, su personaje, William Brandt, lleva un profundo conflicto emocional que se revela hasta el final de la película con excelentes resultados y también de resaltar que en las escenas divertidas también lo hace muy bien. Pero si de comedia vamos a hablar, el último miembro del equipo Benji Dunn (Simon Pegg) logra romper el patrón de acción de la cinta y nos hace reir en más de una ocasión.
Ahora la historia, los escenarios y la cinematografía son impecables. La historia transcurre en cuatro escenarios principalmente, el primero es en Hungría donde inicia el conflicto y vemos que Sawyer el de Lost después que dejó la isla se convirtió en agente de Misión Imposible, aunque la verdad fue que lo sacaron más bien pronto. Luego Rusia, donde una bomba destruye una parte del Kremlin y cualquier parecido con cualquier amenaza de una guerra nuclear en la vida real, es pura coincidencia, en la parte final también la película nos lleva a la India, pero la joya de la corona son las secuencias que se filmaron en el Burj Khalifa, la estructura más alta creada por el hombre y que se encuentra en Dubai, aquí es donde la historia es más fantasiosa, casi que Mentiras Verdaderas se le queda corta, pero todo eso es muy bien compensado por la calidad de las imagenes. No imagino cuanto tiempo tardaron en filmarlas todas y que quedaran tan bien como quedaron.
Una de las mejores Imágenes de Protocolo Fantasma.
Ahora, aunque la historia es estructuralmente correcta, interesante y entretenida, y cumple su propósito de pasar a los clásicos de acción con su secuencia en Dubai, en realidad los escritores no quisieron arriegarse demasiado, el drama es bastante soso y las escenas clave se reducen a coreografías de acción y gimnasia sobre edificios, y lo peor resucitar personajes que ya creiamos muertos y matar a los que parecían mas interesantes, Léa Seydoux era una excelente adición como villana, y al igual que Sawyer se fue bien temprano de la película. El villano pues, aquí si las películas de Bond le ganan a esta por amplio margen. Sencillamente cuando logran sacarlo de la jugada como que va dando lo mismo y su motivación pues es bastante cuestionable.
Pero en resumidas cuentas, esta película tiene muchas mas cosas positivas que negativas y dada la pésima calidad de las películas de acción en el 2011, es casi un alivio que haya salida una de estas a tapar ese hueco.