Luego de casi dos meses, hoy, por fin, he llegado al final del interesante ejercicio que resultó la lectura y el análisis de los acuerdos entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC… y es interesante porque me da una perspectiva propia del proceso, lejos de la propaganda de las posturas de los partidos políticos y de los gobiernos extranjeros que parecen tener más opinión sobre el asunto que muchos ciudadanos de este país.
Así que luego de leer todo el compendio de los acuerdos y hacer el respectivo análisis de cada uno de los puntos he llegado a las siguientes 10 conclusiones.
1 * El acuerdo tiene puntos buenos.
En efecto y especialmente en los temas referentes a la reforma agraria y al programa de sustitución de cultivos ilícitos, el acuerdo tiene puntos que no son sólo positivos, sino que resulta increíble que haya sido necesario un acuerdo con la guerrilla para lograrlos.
Es decir, todo lo que se traduzca en la construcción de vías, escuelas, hospitales y presencia estatal en las zonas abandonadas del país es un paso hacia adelante. Pero hay que tener en cuenta que en muchas de estas zonas no fue la desidia estatal (que sí es gigantesca) sino la misma presencia de esos grupos al margen de la ley la que impidió este tipo de inversión social.
Una pregunta que surge hasta aquí es ¿cuánto invirtió la guerrilla de sus billonarias ganancias por el narcotráfico y el secuestro extorsivo para construir escuelas o vías? ¿o algo que le fuera de utilidad a la población sin exponerla a actividades criminales? ¿cuál ha sido el mayor aporte de la guerrilla de las FARC en los últimos cincuenta años?
2 * Muchos de los puntos positivos del acuerdo son redundantes.
Otros puntos positivos del acuerdo, sobre todo los que tienen que ver con la protección de comunidades vulnerables, protección a la oposición, investigación de las responsabilidades históricas y la reparación a las víctimas son redundantes en el sentido que ya muchos de estos puntos están consignados en la constitución y en el mamotreto de leyes que existe en este país.
Es la repetición de la repetidera de lo mismo. Y entonces surge la enorme y gran pregunta. Si los gobiernos de turno desde 1991 no han sido capaces de poner en vigor y aplicar la constitución y la ley colombiana ¿cuál es la diferencia ahora? ¿acaso las leyes acordadas en La Habana y que le mandan al congreso listas para su aprobación tienen más peso que todo el paquete de jurisprudencia de la nación? ¿Acaso son normas supraconstitucionales?
3 * El acuerdo sí genera impunidad.
Empezando porque los responsables de miles de crímenes tendrán derecho a un indulto universal que borra hasta los registros judiciales, creando de facto la ilusión jurídica de que nunca existieron y encima porque para los crímenes de lesa humanidad, como por ejemplo el cilindro-bomba de Bojayá, el atentado al club El Nogal, los secuestros en los que se amarraban personas a los árboles durante años y aveces hasta décadas, los tomas de poblaciones con víctimas civiles, el reclutamiento y abuso sexual contra menores de edad, los abortos forzados… los guerrilleros sólo tienen que decir que sí lo hicieron para salir LIBRES de polvo y paja, pasando un proyecto de reparación que puede consistir en cualquier cosa y que además ni siquiera los inhabilita para participar en política.
4 * El acuerdo crea una red integral que favorece a las FARC por encima de la población.
Así es como además de las 5 curules que tendrán las FARC en el senado, las 5 que tendrán en la cámara y las otras 16 curules que tendrán en la cámara partidos y movimientos afines a las FARC, los miembros de esta guerrilla tendrán derecho a toda una estructura de seguridad de la que harán parte integral. Es decir estarán armados.
El mismo partido que surja de las FARC tendrá no sólo la ventaja que ya tienen 26 puestos asegurados en el congreso, sino que el Estado les debe girar una cantidad de dinero con la que otros grupos significativos de ciudadanos, con más integrantes que las FARC ni siquiera soñarían.
Además, tendrán el control de una empresa de economía solidaria que no se basa en la productividad sino en los aportes del gobierno y que no se necesita ser adivino ni nigromante para saber que la van a utilizar para prácticas clientelistas y de compra de votos.
Aún más, la guerrilla tendrá derecho a formar escuelas de ideología, donde, con dineros de los contribuyentes, los miembros de esa organización podrán llenarle la cabeza a niños, adolescentes y adultos que Cuba es un país desarrollado (como dijo Romaña), que el capitalismo es malvado y que todos estaremos mejor si seguimos los pasos de Venezuela.
Y por si todo lo anterior fuera poco, las FARC tendrán, con financiación estatal acceso a medios de comunicación, como las emisoras que se especifican en el acuerdo y un canal de televisión, que aunque el acuerdo estipula será compartido con otros colectividades, también indica que estará especializado en temas de «paz y posconflicto»… ¿Quiénes creen que tendrán la mayoría de los espacios?
5 * El acuerdo nos hace a los ciudadanos responsables de los crímenes de la guerrilla.
Y el aspecto que más me desagrada y me indigna de estos acuerdos, es que no contentos con el amplísimo espectro de beneficios que tienen las FARC con este acuerdo, sin mencionar el ingreso mensual y los $10’000.000 que el Estado les debe pagar, encima de todo eso, los contribuyentes, somos los que en la práctica tendremos que cargar con la responsabilidad de todas las monstruosidades que cometieron las FARC.
Somos nosotros, con el dinero que se debe invertir para crear empleos, inversión y empresa, los que vamos a pagar por las violaciones, los asesinatos, las torturas, los secuestros y las masacres cometidas por las FARC. No puedo estar de acuerdo en que el dinero que miles de colombianos honrados se ganan todos los días estirando la plata, soportando el pésimo transporte público, haciendo sacrificios, comiendo mal, vaya a terminar en manos de esos señores, señoras y señoritas (lenguaje incluyente, por favor) que en 50 años nunca le han contribuido al país más que sangre, dolor y muerte.
Esta fue mi opinión personal y son las razones por las que voy a votar NO el próximo 2 de Octubre. Espero escuchar otras opiniones, porque al fin y al cabo de eso es de lo que se trata de la democracia, de disentir, de desafiar y de construir puentes a pesar de las diferencias.
Libro 13/20 para 2016
ANÁLISIS Y EXPLICACIÓN
PUNTO 1 – PUNTO 2 – PUNTO 3 – PUNTO 4– PUNTOS 5/6