J.J. Abrams es ampliamente conocido no sólo como el productor de dos de las series de televisión más importantes de lo que va del siglo (Alias y Lost) sino como el director que le devolvió el alma a dos de las franquicias cinematográficas más populares de todos los tiempos: Star Trek y por supuestoStar Wars.
Sin embargo, muy pocos conocen que el primer paso importante que dio J.J. Abrams para convertirse en una de las figuras más poderosas de Hollywood, lo dio con una producción bastante alejada de los súper espías, las islas misteriosas, las naves espaciales y las galaxias muy, pero muy lejanas; lo dio con una serie que esencialmente trataba de una chica que decide abandonar toda su vida, por irse detrás del chico que le gusta, al otro lado del país ¿El nombre de la serie? Felicity.
Y la traigo a colación porque me fue completamente imposible ver El Aro 3 (Título original: Rings) sin pensar que estaba viendo un remake completo de Felicity, con el detalle ahí, adicional, del video que te mata en 7 días.

En efecto, El Aro 3 cuenta la historia de Julia (Matilda Lutz), una mesera en un pueblo en el noroeste de los Estados Unidos que decide seguir a su novio Holt (Alex Roe) hasta la universitaria ciudad de Spokane (Washington). Una vez allí, Julia se dará cuenta que Holt se ha asociado con un misterioso grupo de investigación liderado por Gabriel (Johnny Galecki) un progresista maestro de biología. La sorpresa será aún mayor cuando Julia sepa que el objeto de la investigación de Gabriel y en la que ha involucrado a Holt tiene que ver con un video que te asesina 7 días después de verlo.
La historia es en esencia y como ya lo dije, una reimaginación de la historia original de The Ring, pero que en lugar de tener como protagonista a una moderna y profesional madre soltera (como la interpretada por Naomi Watts y Nanako Matsushima), tiene a Felicity Porter, la protagonista de la primera serie de J.J. Abrams…
La película es estéticamente similar a las adaptaciones americanas de El Aro, sin embargo no lograr crear a través de su fotografía la misma sensación claustrofóbica y terrorífica de la primera entrega, siendo más una película de adolescentes, bien filmada y bien editada, sí, pero sin que transmita mucho más que lo que dicen los actores.
Las actuaciones son de lo más mediocre. El único que medio se toma en serio lo que hace es Johnny Galecki, pero de alguna manera no parece ser el más indicado para el rol que tiene en la cinta. Matilda Lutz, quien lleva el peso de la historia, no lo hace mal, pero tampoco es que lo haga muy bien, estando en un pavoroso punto medio donde parece recrear el personaje tal como lo marca el director o el guión, pero sin aportar nada además de eso. Por ahí también aparece Vincent D’Onofrio, en el eterno papel que siempre hace. Y ni hablemos de Alex Roe, que vendría a ser el Ben Convington de la película y cuyo talento parece limitarse exclusivamente a quitarse la camiseta al inicio de la misma.
Irónicamente, y para ser una película de terror, El Aro 3 tiene unas secuencias que parecen mucho más como escenas de acción, que como escenas de terror. Es cierto que la película progresa en la medida en que el personaje de Julia se adentra lentamente en el misterio del video hasta que se revela finalmente la verdad, pero terror, así que digamos «¡Qué bruto, pero que miedo tengo!» Ni por ahí.
De los 102 minutos de esta película, quizás, lo que podemos aprender es que no debemos confiar mucho cuando un desconocido nos diga que somos súper especiales. Una muy buena metáfora para enseñarle a los niños de hoy en día que se van quitando la ropa ante cualquier desconocido que le tira piropos por Snapchat. Una buena enseñanza, como las de Felicity en 1998. Nada mal ¿no?
P.D. Por ahí también podríamos decir que la película también coquetea con la premisa de que el mal, como tal, reside en el ser humano y que sus manifestaciones más puras (como Samara Morgan) son apenas una consecuencia de esa primitiva e instintiva maldad humana.
Un comentario en “Crítica X ^ El Aro 3”