Hasta su estreno en Junio de 2018, Los Increíbles 2 (The Incredibles 2) había sido una de las películas más anticipadas de la historia del cine contemporáneo. Y no era para menos, la primera entrega de la franquicia se estrenó en 2004 y tuvieron que pasar 14 largos años para que finalmente Pixar se decidiera a resolver el cliffhanger dejado en esta primera parte. Pero ¿Valió la pena esta larga espera y tan desbocada anticipación? ¿Qué tal es en comparación con la primera? Pues estas preguntas las resolveremos a continuación, no pierda detalle y siga leyendo.
En este post, reseñaremos ambas películas, la película original de 2004, y la súper esperada secuela de 2018 y realizaremos las incómodas, pero inevitables comparaciones.
Los Increíbles (2004) es una película que enmarcaba en el mundo de los superhéroes la típica crisis masculina de los 40. Bob Parr se ve como un hombre de mediana edad, para el que sus días de gloria han acabado, y aunque ama profundamente a su familia, siente que su papel de padre y proveedor han terminado por destruir su esencia. Es por eso que cuando la despampanante Mirage le ofrece volver a encarnar a Mr. Increíble, este no lo piensa dos veces.
En Los Increíbles 2 (2018) la película enmarca en el mundo de los superhéroes, el cambio de rol de la pareja, aunque guardando más similitudes con la primera entrega de las que cualquiera esperaría. Helen, más conocida como Elastigirl toma la oportunidad ofrecida por la iniciativa privada de los hermanos Deavor para recuperar la imagen de los superhéroes, teniendo en cuenta la simpatía y sobretodo la prudencia que la caracteriza. A partir de entonces, Helen deberá entrar a perseguir al supervillano conocido como el Raptapantallas, mientras Bob se encarga de cuidar su nueva residencia, y de Violeta, Dash y de Jack-Jack.
La primera película es, sin duda alguna, un hito de la animación. Para ser 2004, la puesta en pantalla de un mundo como el allí presentado fue toda una proeza, aunque para los estándares de 2018, sí, se ve cuadriculado, mal detallado y poco cuidado, por momentos. Y es curioso que la secuela de 2018, que a nivel audiovisual está mucho mejor trabajada, en realidad no proponga nada nuevo. Y esto resulta verídico hasta en el guión.
Quizás en 2004, el estilo del director Brad Bird era novedoso e interesante, especialmente acompañado de un guión extraordinario como el de Los Increíbles, pero en 2018, la gente ya conoce los trucos de animación y al director le quedó grande la tarea de trabajar en los símbolos, las metáforas y sobre todo en la premisa misma de la película que por momentos se ve sumamente débil.
La gran y enorme diferencia entre ambas películas, es que la primera cualquier miembro de la familia, padre, abuelo, nieto, sobrino, primo, de cualquier edad podía verla e identificarse fácilmente con alguno de los personajes. En esta segunda entrega esta conexión sencillamente no se da. Hay mucho más énfasis en expandir la trama (quizás el guión era malísimo) a cualquier costo, que en presentar un mensaje que conectara con el público familiar al cuál está dirigida. Si acaso son los niños los que podrá disfrutar de esta segunda entrega sin chistar, así como lo hicieron con el bodrio ese llamado Minions.
En resumen: Los Increíbles (2004) es una película que a pesar de sus limitaciones, es un extraordinario largometraje, capaz de conectarse con el público familiar al cual está dirigido. Los Increíbles 2 (2018) es un intento de resucitar una franquicia con mejor calidad visual, pero con una dirección, un guión y una premisa mucho más deficiente.
Los Increíbles (2004)
4,91 / 5,00
★★★★★
Los Increíbles 2 (2018)
Un comentario en “Los Increíbles 1 & 2 ^ Cine al Desnudo”