El monstruo espacial de rastas que viene a la tierra a recolectar columnas vertebrales y cráneos de seres humanos como trofeos de caza, regresa 30 años después de su estreno en la pantalla grande, esta vez de la mano de Shane Black, director reconocido por sus excelentes trabajos en Kiss Kiss Bang Bang, Iron Man 3 y The Nice Guys. Bueno, quizás en Iron Man 3 no tanto.
Pero en fin ¿Podrá Shane Black resucitar una franquicia que ha pasado por tres décadas y ha sido manoseada por juegos de vídeo, películas crossover con el xenomorfo de Alien y hasta comics dónde se enfrentar a Superman? A continuación la respuesta.
El Depredador (The Predator) cuenta la historia de Quinn McKenna (Boyd Holbrook) un soldado de los Rangers del ejército estadounidense, que en una misión en México tiene un encuentro cercano del tercer tipo con la criatura que ya todos conocemos como el Depredador. Lo que McKenna ignora es que el gobierno del Tío Sam no sólo conoce a la perfección la existencia de ese tipo de vida extraterrestre, sino que hará todo lo posible para destruir cualquier filtración de la información al público, incluyendo destruir a McKenna.
Sin embargo, pronto los esfuerzos de las agencias gubernamentales de ocultar al Depredador se vuelve inútiles cuando dos miembros de su raza empiezan una batalla en pleno suelo estadounidense; batalla en la que quedarán atrapados el hijo de McKenna (Jacob Tremblay), una bióloga experta (Olivia Munn) y un grupo de veteranos con problemas mentales (Trevante Rhodes, Keegan-Michael Key, Thomas Jane, Alfie Allen y Augusto Aguilera).
Hay que reconocer que la aproximación hacia la comedia de acción en esta franquicia es refrescante. Es decir, ya no estamos en 1990 dónde Arnold Schwarzenegger solito podía cargar con el peso de destruir una criatura tenebrosa con todos los recursos para sacarle la espina dorsal por la boca. Sin embargo, aunque es una aproximación interesante, no resulta contundente en pantalla.
Esta película parece una parodia conjunta de Alien 2, El Depredador, y cualquier película de Bruce Willis en los 1990s. La película está escrita de tal manera que la prioridad de los personajes es hacer chistes, en lugar de tener un desarrollo coherente ¿Acaso estamos viendo las primeras consecuencias de la venta de Twentieth Century Fox a Mickey Mouse?
La película visualmente no concuerda con su tono ligero, eligiendo una gama de colores oscura, que le pudo haber caído muy bien a Batman v Superman, pero acá queda completamente fuera de lugar. Y las actuaciones, pues … francamente no hay nada que destacar. Creo que mejor actuó el que estaba metido dentro del traje de Depredador que los mismos actores.
La película intenta presentar secuencias interesantes que a la larga resultan entretenidas, pero también confirman el hecho de que esta película no es más que una suma desabrida de secuencias sin son ni ton.
En resumen: El Depredador es un largometraje que logra poner una franquicia ya agotada, nuevamente en la palestra del entretenimiento, aunque con resultados bastante deficientes en la parte de actuaciones y hasta cierto punto en la parte técnica. ¿Eso fue lo que lograron los críticos con sus apuntes ridículos sobre Alien: Covenant? ¿Volver todo una basura de Disney?
El Sabanero X 