Reseñas LigeraX ^ Inframundo: Guerras de Sangre

inframundo

¿De qué va la película?

Selene (Kate Beckinsale), como siempre, queda metida en el medio de una batalla entre vampiros y lycans… otra vez.

¿Por qué debería verla?

La única razón por la que le recomendaría ver esta película a alguien, es porque cambió de enfoque… ya no se siente como una película de acción-terror, sino una película de fantasía, al mejor estilo de El Señor de los Anillos, al cuál le robó uno que otro elemento. Pero más allá de eso…

¿Por qué no debería verla?

Porque esta es una franquicia completamente agotada. Usted sabe que una franquicia no da más cuando lleva 13 años y los personajes no han aprendido nada todavía, y a los guionistas sólo se les ocurre meter elfos-vampiros para seguir echando cháchara. Los personajes carecen de motivación y/o desarrollo coherente, lo cuál derrumba cualquier sentido que pueda tener en sus 107 minutos.

¿Debería verla o no?

No, a menos que tenga unos tragos encima, o esté bajo los efectos de alguna droga alucinógena.

0,65 / 5,00

☆☆☆☆

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Reseñas X (Películas): #Nymphomaniac

Dirigida por el director danés Lars von Trier y dividida en dos volúmenes para comodidad del público y de los bolsillos de sus distribuidores, Nymphomaniac es una apuesta original, creativa, con muchos puntos a favor, pero con algunos en contra que no le permitirán convertirse en la película de culto que pretende ser.

Nymphomaniac es sin duda el proyecto más ambicioso del cine escandinavo en los últimos tiempos, una película hablada en inglés, con el estilo artístico del cine europeo combinado con nombres reconocidos a nivel global, lo que en términos más claros quiere decir, con actores estadounidenses que no son unos desconocidos con domicilio en París, Münich o Amsterdam.

Cuesta trabajo dar una opinión uniforme sobre Nymphomaniac, siendo una película tan larga (4 horas y media) y teniendo tantos elementos a considerar. Empecemos por lo más visible.

Los Actores.

Puede ser que a nivel geopolítico y militar, con todo lo de la OTAN  y eso, una combinación de europeos y estadounidenses puede que suena una excelente idea, pero a nivel cinematográfico todo ese feeling entre el viejo y el nuevo mundo, como que no se traduce muy bien. La película está hablada en inglés británico, por aquello de que es más global que el americano (sí, como no) lo cuál podría parecer una buena idea, teniendo en cuenta el fuerte acento de las actrices Charlotte Gainsbourg y Stacy Martin, pero no tan buena cuando aparecen en pantalla Shia LaBeouf, Uma Thurman, Cristian Slater y William Dafoe, haciendo una imitación muy pobre del estilizado acento británico, lo cuál es particularmente fastidioso y distractor.

La Técnica Narrativa.

Y es fastidioso tener que estar pendiente del acento de los actores cuando hay otros puntos que se quieren ver, como por ejemplo el estilo narrativo, que diverge mucho de lo que acostumbramos a ver en el cine pop de super héroes de Marvel y terror con cámaras cargadas.

La cinta es en realidad una retrospección del personaje principal (Joe, así sin apellido) intentando explicar a un extraño académico (Seligman, interpretado por Stellan Skarsgard) el por qué apareció golpeada en un callejón en medio de la noche. En realidad la película parece tener lugar en la imaginación colectiva de Joe y Seligman mientras se narra la historia, a través de 8 capítulos.

Si alguien ha visto una película con semejante disposición narrativa (sobre todo la de la retrospección colectiva) hágamelo saber, porque realmente no recuerdo haber visto algo como eso.

El Argumento.

Y es lo que viene con cada capítulo lo que va explicando paso a paso lo que ha llevado a Joe hasta ese punto ignóminioso del espacio-tiempo en que se encuentra con Seligman.

El argumento se desarrolla de manera fluida y aunque divaga para centrarse en ciertos aspectos de la vida de Joe, en ningún momento se tornan aburridos o fastidiosos, o bueno, no tan aburridos o fastidosos como el acento británico de Shia LaBeouf. Al final todos los cabos se atan y la historia tiene una conclusión, si bien no satisfactoria, al menos bien estructurada.

La Dirección.

Lo mejor de Nymphomaniac sin duda alguna es la dirección, sólo un director talentoso pudo haber realizado una obra como esta. A pesar de tener una intensa carga sexual y mostrar escenas de sexo explícito, la cinta nunca se siente como pornografía, de hecho los encuadres, la escenografía, las locaciones, la música y las ayudas visuales, hacen de Nymphomaniac una de las películas más atractivas e inteligentes a nivel artístico.

La Conclusión.

Sin embargo a pesar de una impecable dirección y un buen argumento, Nymphomaniac sufre y no solamente por lo dicho sobre los acentos, es la conclusión la que se siente completamente fuera de lugar.

Sí, está bien, el cine europeo es diferente y sus finales son extremadamente ambiguos, pero en esta parece un freno de mano aplicado a una automóvil a 300 kilómetros por hora. La película siempre se basó en la sinceridad con la que Joe asumía su condición sexual, de manera en que ponía por delante sus urgencias sexuales a las hipocresías sociales, pero justo faltando 30 minutos para el final, parece que a alguien le pareció que Joe debería empezar a sentir culpa y el personaje se empieza a desdibujar de manera crítica. La última escena que explica por qué Joe apareció donde Seligman la encuentra, podía ocurrir perfectamente sin necesidad de hacer el carácter «más simpático»… para luego regresarlo nuevamente a sus antecedentes donde es capaz de todo… en los últimos 15 segundos.

Nymphomaniac prometía ser el Kama Sutra del séptimo arte, pero en el afán de ser globalmente apetecible y «correcta» (irónico en una película sobre sexo) la lesionaron en aspectos críticos. Sólo falta ver a cuantos teatros la traen a Colombia y por cuánto tiempo aguantan antes que a algún cura o pastor se le ocurra ir a hacer protestas.

Calificación: 3.97/5.00

5 Puntos Positivos Sobre «El Lobo de Wall Street» y Otros Más No Tan Positivos.

Algunos creen que el infierno es un lugar físico, rodeado de llamas donde trillones de demonios dedican todo su tiempo y esfuerzo a torturarte día y noche en un tormento eterno. Otros, como Dante, creen que el infierno viene por capas, y que tu tormento depende del tipo de pecados que hayas cometido en la vida y así. Y otros creen que a cada quien le toca su propio infierno personal, donde se experimenta el peor momento de su vida, una y otra vez, por toda la eternidad.

Hasta ayer creía que mi infierno personal sería repetir las experiencias de mi primer trabajo profesional (hablaré sobre eso en otro post), pero luego de ver «El Lobo de Wall Street» he cambiado de opinión. Mi infierno personal sería estar toda la eternidad viendo el reloj en mi teléfono celular, esperando que esa película termine, mientras sigue pasando y pasando y pasando hasta el fin de los tiempos. (Menos mal no creo en el infierno).

Me importa un reverendo comino que la película haya sido dirigida por Martin Scorcese, a quien admiro mucho por Taxi Driver y La Edad de la Inocencia, pero una película de casi tres horas de duración, repletas de groserías, sexo simulado y humor tristemente negro, es lo que yo considero una larga y angustiosa tortura.

Sí, la película tiene momentos brillantes (alerta spoilers), los cuales me sobran los dedos de las manos para poderlos enumerar:

1) Matthew McConaughey: Su actuación como el mentor de Jordan Belfort (DiCaprio) fue, a falta de otro término, impecable, a millones de años luz de las insípidas comedias románticas por las que se hizo famoso. Y eso que apareció en pantalla como cinco minutos…

2) Los Monólogos de Jordan Belfort: Los diálogos extra-trama son la especialidad de Quentin Tarantino… pero de Scorcese, al menos en esta película,  NO. Las conversaciones era, si no aburridas, bastante convencionales, por lo que lo único rescatable fueron los monólogos de Jordan Belfort, justo en los momentos en que DiCaprio parecía realmente estar disfrutando de su personaje.

3) El Mensaje Subyacente: En esto en realidad si se logró algo. Esta película puede ser utilizada como campaña para la responsabilidad doméstica financiera. Presenta muy bien a los corredores de bolsa aprovechándose de las ganas de dinero fácil de la gente del común para cometer sus fechorías. Quizás a Scorcese le interese hacer una sobre David Murcia Guzmán.

4) La Escena de las Metacualonas: Esta sin duda fue la mejor de la cinta, DiCaprio recordando sus viejos tiempos con Johnny Deep en What’s Eating Gilbert Grape. Sin duda uno de los talentos de DiCaprio es actuar como discapacitado mental, porque en esta escena con Jonah Hill se lució y casi hace que valga la pena la sentada de tres horas.

DiCaprio y Hill en la mejor escena de la cinta.

5) Margot Robbie: Bueno y esta mujer, quizás de las más hermosas que he visto en cine, y a la que le vimos más que a actriz de películas porno, gracias a las incontables escenas de sexo. Punto para Scorcese.

Margot Robbie… desnuda, sin duda uno de los mejores puntos de la película.

Listo, esos son los cinco puntos positivos de «El Lobo de Wolf Street» (The Wolf of Wall Street), a partir de ahí sólo puedo señalar sus puntos negativos. Está bien la sensación de película de los 80-90 que tiene, igual que Argo, pero a diferencia de esta última, el impacto visual de «El Lobo» es agotador, no hay balance de colores y es la misma luz por dos horas y cincuenta y tantos minutos. La historia tiene demasiados puntos muertos, hay unos cuantos picos brillantes, como la escena de las metacualonas, pero del resto es el paraíso de las escenas sobrantes. ¿Era que no había editor o qué?

No tengo nada en contra del sexo en el cine, siempre que se trabaje bien, pero en esta se pasaron, y si al menos hubiesen tenido la decencia de hacer un trabajo de buen gusto, pero parecía por ratos el remake de American Pie 3. Y por último, aunque la película este basada en la vida real de Jordan Belfort, la historia del drogadicto que toca fondo y logra una segunda oportunidad, la he visto tantas veces en el cine independiente latinoamericano, que creo que Scorcese en esta no da la talla.

Para resumir: Con algunos puntos brillantes, esta apología a la miseria humana y a la obscenidad del dinero, no termina de cuajar en términos de tiempo, convirtiéndose en la «Danza con Dragones» de Martin Scorcese. Fin.

Justo mi cara a la mitad de la cinta.

PD: Espero sus comentarios.

Calificación: 3.25/5.00

Minifaldas: Entre El Sexismo y La Cordura.

Una de las cosas que me preocupa más de vivir en Colombia es la tendencia, frecuente entre sus habitantes, de tener dobles estándares para todo: odiamos las corridas de toros, pero apoyamos el aborto; hacemos manifestaciones en contra de la corrupción, pero votamos siempre por los mismos; hablamos pestes los telenovelas de narcos y los realities, pero salimos en masa a verlos por las noches y por supuesto el «tema del momento» en las redes sociales y los medios de comunicación, el supuesto ataque sexual sobre una niña vestida de manera… «reveladora» en un famoso restaurante cerca de Bogotá, no podía ser la excepción de tal tendencia.

Justo por esa terrible dualidad decidí hacer una pregunta con doble intención esta misma tarde en la red social Twitter:

Todas las respuestas a dicha pregunta coincidieron en que habría que estar demente para salir a una calle peligrosa con dos accesorios de valor a simple vista. Los hechos son contundentes, tanto así que además de los 10 mandamientos que bajó Moisés del Monte Sinaí, hemos establecido un onceavo decimoprimer mandamiento que reza muy sabiamente «No dar papaya». ¿Por qué tenemos que tener cuidado en como salimos a la calle? Sencillamente porque no falta el ladrón que además de quitarte el smartphone o la cadena, termine dándote 20 puñaladas por la espalda por no querer soltarlos a tiempo.

¿Es posible aplicar la misma lógica a la forma en que las mujeres se visten? La respuesta es complicada, después de todo las mujeres tienen todo el derecho de salir a la calle como quieran sin que eso signifique que quieran tener sexo con todo el que se encuentren. Igual que todos tenemos derechos a sacar lo que queramos en la calle sin que eso signifique que queramos que todo el que nos encontremos nos robe.

Una ataque sexual en contra de una mujer NUNCA será culpa de ella, así como que alguien nos robe NUNCA será culpa nuestra, pero en definitiva hay que tener algo que parece que se les olvida a muchos y a muchas y eso es la prudencia…  y esto no se aplica sólo a las mujeres, sino también a los hombres. Nadie espera que vayamos a misa en calzoncillos, o que asistamos al trabajo en tanga narizona. Así mismo una mujer que vaya a un sitio frecuentado por hombres que NO conoce o NO conoce bien, en minifalda y/o sobretodo, se expone a que entre las miradas que suscita esté un pervertido o un violador, así como nosotros nos exponemos a que nos roben en una esquina si vamos caminando solos a altas horas de la noche.

Las ofendidísmas mujeres que consideran que tienen derecho a vestirse como les da la gana, donde les de la gana, creen que la mejor manera de solucionar el asunto es motivando a las mujeres a que no les de miedo salir a la calle con dos centímetros de falda. ¿Será que eso si ahuyentará a los pervertidos? O por el contrario ¿los atraerá? ¿Será que la manera de luchar contra el robo de celulares es sacarlos cada cinco minutos en cualquier parte?

Es cierto que no es justo que no podamos vestirnos como queramos (o como quiere la moda que nos vistamos) ni que podamos lucir y ostentar las cosas que conseguimos con cierto grado de esfuerzo, pero tampoco es justo con nosotros mismos que nos expongamos por pendejadas. Y esto no tiene nada que ver con ser un país subdesarrollado, en Suecia, en Canadá, en Japón, desgraciadamente las mujeres también son víctimas de ataque sexuales por el simple hecho de llamar su atención con escotes demasiado reveladores o faldas demasiado cortas.

https://twitter.com/bongmode/status/401071904351461376

¿Significa eso que las mujeres van a tener que ir con burka a rumbear? No, se trata de tomar precauciones. Si va a ir a rumbear medio desnuda, al menos considere la posibilidad de ir acompañada, de tomar poco o de no recibirle tragos a extraños, de no caminar por parajes solitarios a altas horas de la noche, o como dice el ya mencionado onceavo decimoprimer mandamiento sencillamente … «No dar papaya».

Si para conducir un automovil, usted se coloca el cinturón, o para conducir una motocicleta se coloca el casco protector ¿Por qué no tener un poco de cuidado con usted mismo? O como dicen los mayores ¿Por qué no evitarle males al cuerpo? ¿Por qué?

La Lluvia Japonesa y Otras Prácticas Sexuales.

lluvia japonesa

Si hay algo en lo que el ser humano se ha destacado a través de los tiempos es su infinita creatividad, y teniendo en cuenta que el sexo es precisamente una de las actividades favoritas de los seres humanos no es sorprendente la amplia variedad de técnicas, posturas y prácticas que hay en este campo.

Una de las prácticas que llama de vez en cuando la atención en las búsquedas en Google es la llamada «Lluvia Japonesa» mencionada en un episodio de de «Two And A Half Men» y teniendo en cuenta que era algo que el mismísimo Charlie Harper (Charlie Sheen) desconocía, hay que suponer que es algo realmente pervertido.

La lluvia japonesa es como la versión femenina de la eyaculación facial masculina. Si, es cuando un hombre eyacula en el rostro de su compañera sexual. «Pero si las mujeres no eyaculan» dirán algunos, corrección «No todas las mujeres eyaculan».

De acuerdo con Wikipedia entre el 35 y el 50% de las mujeres expulsan fluido durante el orgasmo, aunque hay desacuerdos puesto que un porcentaje más pequeño de hecho expulsa dichos líquidos a presión. Y aunque es un hecho científicamente comprobado, lo que no está comprobado es de donde viene dicho líquido ni mucho menos cuál es su función.

Algunos dicen que eso que llaman eyaculación femenina no es más que una versión cachonda del simple acto de orinar, pero otros afirman que es una respuesta fisiológica a la excitación relacionado con algo llamado «Glandulas de Skene». El hecho que un buen porcentaje de las mujeres carece de dichas glándulas explicaría, al parecer, el hecho de que no todas las mujeres eyaculen.

Bueno, ya se sabe que es la lluvia, pero ¿Por qué es japonesa? Pues, aunque es difícil de creer, en Japón hubo un tiempo que estaba prohibido mostrar las partes intimas explícitamente en las películas pornográficas. No, no es una broma. De hecho los japoneses se volvieron una cuchilla para adpatarse a esta regla y se volvieron maestros en hacer de la cara el centro del acto sexual, sí, mediante la eyaculación facial masculina y sí, mediante la eyaculación facial femenina que es lo que se conoce como lluvia japonesa.

Ahora bien, el término como tal no está ampliamente extendido, quizás era un término underground que curiosamente se utilizó en ese capítulo de «two and half men» y de ahí, por cuenta de la tremenda popularidad de la serie en ese entonces, todo el mundo empezó a buscar dichas palabritas.

Todo esto nos deja en claro que en cuanto a las prácticas sexuales, no todo está dicho y que la creatividad del ser humano en cuanto al sexo y la forma de referirse a él, es infinita.