Para todos los que tenemos una cuenta en PayPal nos resulta engorroso traer esos recursos que tenemos en esa cuenta, a nuestro querido país del Sangrado Sagrado Corazón de Jesús. La primera vez que lo hice, tuve que pedirle el favor a un amigo que vive en Estados Unidos que recibiera los recursos, y luego me los enviara a mí por transferencia. Luego, me dijeron, me contaron, que el Banco Davivienda ofrecía este servicio ÚNICAMENTE para cuentas empresariales, y como yo no tenía ni intención, ni deseos de abrir cuenta en Davivienda y mucho menos una empresarial, me tocó seguir acudiendo a la opción de la «llamada a un amigo».
Pero, en una extraña serie de eventos, resultó que Bancolombia, sí, ese banco que pasa repleto de gente a todas horas, se preocupó por este asunto y através de su servicio Nequi, podremos recibir los recursos que tengamos consignados en PayPal. ¿Cómo hacerlo? Aquí te lo explicamos.
1 ^ Abrir una cuenta de PayPal radicada en Colombia.
Algunos creen que el infierno es un lugar físico, rodeado de llamas donde trillones de demonios dedican todo su tiempo y esfuerzo a torturarte día y noche en un tormento eterno. Otros, como Dante, creen que el infierno viene por capas, y que tu tormento depende del tipo de pecados que hayas cometido en la vida y así. Y otros creen que a cada quien le toca su propio infierno personal, donde se experimenta el peor momento de su vida, una y otra vez, por toda la eternidad.
Hasta ayer creía que mi infierno personal sería repetir las experiencias de mi primer trabajo profesional (hablaré sobre eso en otro post), pero luego de ver «El Lobo de Wall Street» he cambiado de opinión. Mi infierno personal sería estar toda la eternidad viendo el reloj en mi teléfono celular, esperando que esa película termine, mientras sigue pasando y pasando y pasando hasta el fin de los tiempos. (Menos mal no creo en el infierno).
Me importa un reverendo comino que la película haya sido dirigida por Martin Scorcese, a quien admiro mucho por Taxi Driver y La Edad de la Inocencia, pero una película de casi tres horas de duración, repletas de groserías, sexo simulado y humor tristemente negro, es lo que yo considero una larga y angustiosa tortura.
Sí, la película tiene momentos brillantes (alerta spoilers), los cuales me sobran los dedos de las manos para poderlos enumerar:
1) Matthew McConaughey: Su actuación como el mentor de Jordan Belfort (DiCaprio) fue, a falta de otro término, impecable, a millones de años luz de las insípidas comedias románticas por las que se hizo famoso. Y eso que apareció en pantalla como cinco minutos…
2) Los Monólogos de Jordan Belfort: Los diálogos extra-trama son la especialidad de Quentin Tarantino… pero de Scorcese, al menos en esta película, NO. Las conversaciones era, si no aburridas, bastante convencionales, por lo que lo único rescatable fueron los monólogos de Jordan Belfort, justo en los momentos en que DiCaprio parecía realmente estar disfrutando de su personaje.
3) El Mensaje Subyacente: En esto en realidad si se logró algo. Esta película puede ser utilizada como campaña para la responsabilidad doméstica financiera. Presenta muy bien a los corredores de bolsa aprovechándose de las ganas de dinero fácil de la gente del común para cometer sus fechorías. Quizás a Scorcese le interese hacer una sobre David Murcia Guzmán.
4) La Escena de las Metacualonas: Esta sin duda fue la mejor de la cinta, DiCaprio recordando sus viejos tiempos con Johnny Deep en What’s Eating Gilbert Grape. Sin duda uno de los talentos de DiCaprio es actuar como discapacitado mental, porque en esta escena con Jonah Hill se lució y casi hace que valga la pena la sentada de tres horas.
DiCaprio y Hill en la mejor escena de la cinta.
5) Margot Robbie: Bueno y esta mujer, quizás de las más hermosas que he visto en cine, y a la que le vimos más que a actriz de películas porno, gracias a las incontables escenas de sexo. Punto para Scorcese.
Margot Robbie… desnuda, sin duda uno de los mejores puntos de la película.
Listo, esos son los cinco puntos positivos de «El Lobo de Wolf Street» (The Wolf of Wall Street), a partir de ahí sólo puedo señalar sus puntos negativos. Está bien la sensación de película de los 80-90 que tiene, igual que Argo, pero a diferencia de esta última, el impacto visual de «El Lobo» es agotador, no hay balance de colores y es la misma luz por dos horas y cincuenta y tantos minutos. La historia tiene demasiados puntos muertos, hay unos cuantos picos brillantes, como la escena de las metacualonas, pero del resto es el paraíso de las escenas sobrantes. ¿Era que no había editor o qué?
No tengo nada en contra del sexo en el cine, siempre que se trabaje bien, pero en esta se pasaron, y si al menos hubiesen tenido la decencia de hacer un trabajo de buen gusto, pero parecía por ratos el remake de American Pie 3. Y por último, aunque la película este basada en la vida real de Jordan Belfort, la historia del drogadicto que toca fondo y logra una segunda oportunidad, la he visto tantas veces en el cine independiente latinoamericano, que creo que Scorcese en esta no da la talla.
Para resumir: Con algunos puntos brillantes, esta apología a la miseria humana y a la obscenidad del dinero, no termina de cuajar en términos de tiempo, convirtiéndose en la «Danza con Dragones» de Martin Scorcese. Fin.
Hasta hace algunos años, el municipio de San Pedro, en el departamento de Sucre, no era más que otro pueblo cuyas únicas fuentes de ingresos se derivaban de las siempre saqueadas arcas públicas representadas en la alcaldía y sus estamentos derivados. Al igual que en tantos lugares de nuestra olvidada Colombia, sus habitantes se debatían entre la falta de oportunidades, la falsa ambición elitista y el fantasma de un rico pasado agrícola perdido hacía décadas. Nada extraordinario había sucedido en ese lugar…. hasta que llegó Pacific Rubiales Energy.
Lo sucedido con Daniel Pardo en la revista Kien&Ke es sólo la punta del iceberg. ¿Cuánto dinero emplearan las compañías multinacionales en su pintoresca forma de relaciones públicas?
El descubrimiento de pozos de gas en el subsuelo del municipio despertó las más álgidas expectativas entre sus pobladores, después de todo era una riqueza natural importante que se encontraba dentro de los límites de su población. ¿Era ilógico pensar que se beneficiarían de estos recursos que la naturaleza muy generosamente les había otorgado?
Pero una cosa pensaban los pobladores de San Pedro y otro muy diferente pensaban en Pacific Rubiales. Uno de los peligros de la inversión extranjera incondicional e incontrolada es que estos inversores vengan a hacer lo que les de la gana. Muy bien lo saben aquellos municipios aledaños a enormes emporios como El Cerrejón o Cerromatoso, que si bien es cierto que se hacen inversiones en lo social y se generan empleos directos e indirectos, este impacto es mínimo cuando se considera que una vez que estas empresas se vayan, no quedará nada en esos lugares salvo desolación y pobreza.
Sin embargo estas compañías extranjeras parecen hacer de las suyas sin ningún control. Lo sucedido con Daniel Pardo, de la revista Kien&Ke demuestra que estas compañías tienen un método bastante particular de hacer relaciones públicas. Flexionar sus músculos financieros sobre la prensa, la policía, las autoridades locales y sobre cualquier otro que se atreva a denunciar o si quiera a hablar mal de ellas parecen ser sus tácticas favoritas.
Una cuestión que da mucho que pensar es, si estas compañías invierten millonarios recursos en este tipo de relaciones públicas malsanas ¿cuánto han dejado de invertir en nuestro país, en las tierras donde ejercen su influencia directa, extrayendo sus recursos?
Lo sucedido en San Pedro, donde un periodista murió en muy extrañas circunstancias, donde la policía estuvo envuelta, es otro ejemplo más de que la desgracia parece ir a cualquier lugar donde se dirige Pacific Rubiales. En el municipio se preguntan si las continuas denuncias del humilde periodista a la multinacional, que obtiene ganancias netas por casi dos mil millones de dolares al año, podrían haber sido la causa de los acontecimientos trágicos que rodearon su muerte.
La masacre de las bananeras es una muestra que el dinero puede influenciar a la fuerza pública ¿No hemos superado esa etapa aún?
El fantasma de Pacific Rubiales parece acechar, mostrando siempre una cara bonita y amable, pero también parecen dispuestos a hacer lo que sea para proteger su ambición económicos. Muy bien explicó Gabriel García Marquez en Cien Años de Soledad lo que sucede cuando una compañía extranjera llega a un pueblo.
Macondo Colombia era un lugar próspero y bien encaminado hasta que lo desordenó y lo corrompió y lo exprimió la compañía bananera el cúmulo de compañías de petroleo y gas.
Espero de todo corazón que esto no sea un preludio de lo que está por venir.
La pregunta no es tanto «¿Qué haría con 100.000’000.000 de pesos?» sino «¿Por qué querría yo ganármelos?»
El acumulado del Baloto, la única lotería exitosa del país, ha puesto a soñar a un país que se debate entre el salario mínimo, los prestamos al gota a gota y la tarjeta Éxito. La pregunta que todos nos hacemos, a nosotros mismos y a todo aquel con el que se comparte la noticia es ¿Qué harías con 100.000 Millones de pesos? Las respuestas casi siempre inician con «le compro la casita a mi mamá» o «le regalo un carro a todos mis amigos» o «me largo de este cutre país para siempre». Pero personalmente creo que la pregunta está mal formulada, evidentemente 100.000 millones de pesos son suficientes para hacer literalmente lo que a uno le de la gana, pero como muy bien lo han dicho los expertos de los deplorables noticieros colombianos, es más probable que Ricky Martin se vuelva heterosexual, que usted se gane el baloto, usted sólo.
Se rumora que así están las filas para comprar el baloto.
La pregunta que yo me haría es ¿Por que quiero ganarme el baloto? Evidentemente la primera razón es porque tendría algo menos de que preocuparme, tal y como lo dijo el gran filósofo Forrest Gump. Segundo por qué podría preocuparme de las cosas que en realidad quiero hacer: viajar y escribir. Podría dedicarme por completo a las grandes pasiones de mi vida, sin tener que estar preocupado por el cómo y el con qué. Básicamente esas son las principales razones, claro además de las más lógicas como querer colaborar y ayudarle a las personas realmente cercanas a mi. Eso creo que está fuera de toda discusión.
Pero aunque sería evidentemente un sueño maravilloso poder ganar tanto dinero, también sería un tanto extraño conseguir todo lo que uno ha soñado y anhelado con tanta ansiedad, con el simple esfuerzo de comprar un número. Es un dicho muy conocido que lo importante no es llegar, sino saber llegar. Los seres humanos estamos hechos para valorar aquello que más esfuerzo nos ha costado conseguir, ya sea un apartamento en la quinta avenida, o un cuerpo para lucir en playa, o sencillamente a un amigo que creías perdido. Sí sería raro, pero bajo ningún concepto, indeseable.
Pero teniendo eso en mente, en definitiva, en un país donde es tan difícil ese camino para conseguir las cosas más elementales de supervivencia mínima, ganar 100.000 millones de pesos , así sea en compañía de otros 20 jugadores más, es lo mejor que le podría pasar al colombiano promedio, es decir a usted o yo.
Y usted ¿Por qué querría ganarse el Baloto?
Si de verdad se quiere ganar el baloto, empiece a mentalizarse, si logra su sueño se convertirá en un nuevo rico.
Durante todos mis viajes, he contado con bastante suerte y nunca me han robado nada, pero he escuchado muchas historia y se que ocurre con frecuencia y hay muchas y muy creativas maneras de hacerlo. Algunas veces es culpa del mismo viajero, otras veces es que son tan rápidos y experimentados que no se pudo dar cuenta. Pero por supuesto, es mejor estar seguro, que estar lamentándose, por eso aquí van algunos tips útiles para todos:
1. Si vas a tomar un tren o un bus donde vas a pasar la noche, asegúrate de que tus objetos valiosos estén a tu lado, o donde los puedas alcanzar extendiendo el brazo, porque eres más vulnerable cuando estás dormido. Yo no cargo dinero en riñoneras o bolsas, todo lo que hago es rodear mi bolso con mis brazos si quiero dormir, o pongo el dinero en el bolsillo interno de mi chaqueta para poder sentir su presencia. Se de dos chicas que pusieron todo su dinero en una pequeña bolsa en un pequeño bolso al pie de la cama en un tren nocturno en España y cuando despertaron habían perdido todo.
2. No estés mostrando el dinero: No tienes que esconder tu dinero en el brasier o debajo de tus pies, solo asegúrate de no estarlo mostrando por ahí cuando quieras pagar por algo. Llama atenciones indeseadas, además de problemas. Por ejemplo si estás comprando una postal que vale 1€, no estés esculcando en tu billetera mientras decides si pagas con el billete de 20 o el de 50 o si vas a pagar con monedas. Presta atención especial a esto si vas a Roma, París, Barcelona y en China también.
Tip 3: Cuidado con los morrales.
3. No recomiendo los morrales pequeños. Incluso si necesitas uno, lleva un bolso lateral para tus posesiones importantes. A uno de mis amigos le abrieron el morral con un cuchillo, así que los candados sencillos y dobles son inútiles.
4. Grupos de viajeros: Tal vez querrás tener un fondo común de dinero, de tal manera que cuando vayan a pagar la cena, lo haga una sola persona, ya que se pueden distraer fácilmente si 8 personas empiezan a sacar sus billeteras, una vez llega la cuenta. Una chica que conozco, perdió su bolso de mano, porque lo dejó en el espaldar de la silla en un restaurante en Covent Garden, en Londres.
Tip 5. Cuidado con lo que va a llevar.
5. Finalmente, muchas cosas son solo de sentido común, pero si realmente sientes la necesidad de viajar con computadores portatiles, teléfonos, billeteras, cámaras, bolsos y demás, que llamen la atención, mi única recomendación es que compres un muy buen seguro para tus objetos.