Luego del fiasco que resultó ser la primera entrega de Titanes del Pacífico (Ver Crítica), dirigida por Guillermo del Toro, recaudando mucho menos de la mitad de lo que los genios de Warner Bros habían imaginado, Universal Pictures retoma la franquicia y en esta segunda parte titulada Titanes del Pacífico: La Insurrección (Pacific Rim Uprising) le inyecta nuevos elementos marcando una fuerte diferencia con su predecesora. Pero ¿habrán funcionado estos nuevos elementos? ¿la película es buena o mala? Esos son exactamente los interrogantes que intentaremos descifrar a continuación ¡Empecemos!
¿De qué se trata Titanes del Pacífico: La Insurrección?
Jake Pentecost (John Boyega), el hijo rebelde del héroe de guerra Stacker Pentecost (Idris Elba, en la primera película) es capturado por el Comando Conjunto del Pacífico junto a Amara Namani (Cailee Spaeny), una chica de la calle que ha construido ella misma un Jaeger (léase robots gigantes) con los restos de las batallas contra los Kaiju (monstruos extradimensionales gigantes).
Tanto Jake, como Amara deberán luchar por encajar en el Comando de Defensa, el primero como oficial y la segunda como cadete, en un momento en el que la seguridad del mundo vuelve a estar en riesgo por cuenta de una nueva … ¿insurrección? por parte de las Kaiju, que ya se creían controlados. Con lo que no cuentan es que para derrotar a los Kaiju primero tendrán que enfrentar sus traumas de la infancia, algo para lo que quizás ninguno de los dos esté realmente preparado.
¿Qué tan buena es Titanes del Pacífico: La Insurrección?
Comparándola con la primer entrega dirigida por el hoy ganador del Oscar, Guillermo del Toro, diría que MUY buena.
A diferencia de la entrega de 2013, aquí los personajes están muy bien construidos, son reales, se les nota que pueden SENTIR, en el sentido que pueden reír, llorar, estar furiosos o enojados… sentimientos y emociones que los personajes dirigidos por Del Toro parecían no sentir ni percibir, encerrados en una burbuja más sólida que la de la cápsula de mando de un Jaeger.
En segundo lugar, estos personajes tienen una evolución, y el guión que tenía muy poco desde lo cuál trabajar, se desarrolló coherentemente. Y por si lo anterior fuera poco, la inclusión de personajes chinos, en ningún momento se siente forzada, y encaja muy naturalmente dentro de la trama. Y eso, mis queridos lectores, no es nada fácil de conseguir.
¿Qué tiene de malo la película Titanes del Pacífico: La Insurrección?
Yo diría que quizás el único pero que se le puede poner a esta película es que intenta copiar un poco la fórmula Disney del Universo Marvel, es decir un personaje muy poco ético, pero sí muy carismático, se enfrenta al hecho de que tiene que salvar al mundo y al final se da cuenta de que no era tan malo como creía. Y sí, aunque hubo dos o tres escenas en las que hubo cierta carga dramática, esta fue en general muy escasa y no le dio equilibrio al humor y a la acción, muy bien desarrolladas por el director primíparo Steven S. DeKnight.
En Resumen: Titanes del Pacífico: La Insurrección / Pacific Rim Uprising rescata la franquicia inyectándole alma, vida y corazón, y alejándola del drama llorón y mal escrito dejado por Guillermo del Toro en 2013. Aunque quizás, sólo quizás, exageró un poquito en ese tan necesario alejamiento.
4,15 / 5,00
★★★★★