Protagonistas: Joaquin Phoenix, Robert De Niro.
Director: Todd Philips.
Año: 2019 | Duración: 2 horas y 2 minutos | País de origen: Estados Unidos.
Dirigida por Todd Phillips, cuyos créditos más resaltables se centraban en la trilogía de ¿Qué pasó ayer? / Hangover, y protagonizada por el muchas veces nominado, pero nunca ganador del Premio de la Academia, Joaquin Phoenix, Joker es el primer paso de Warner Bros y de su rama cinematográfica de DC Cómics, en llevar a sus personajes a un nivel completamente diferente al que nos ha acostumbrado Marvel, y su contraparte, también propiedad de Warner, el DCEU.
Ahora, estando en un medio inundado de personajes de cómics, relacionados con superhéroes, ¿realmente vale la pena ver otro enfoque de estas historias? ¿ya no fue suficiente con el el Universo de Marvel de Disney, el de Fox y el de Sony, y encima el Universo de DC, para sacar otra iteración de este mismo? Pues, a continuación, la respuesta.
¿Cómo inicia la historia de Joker?
Con un historial serio de enfermedades mentales, Arthur Fleck (Joaquín Phoenix) intenta enfrentarse a la vida, en una ciudad enferma por la crisis económica, que despierta el lado más oscuro de una sociedad que pretende en la violencia buscar la salida a sus frustraciones.
El sueño de Arthur de convertirse en comediante, como su más grande ídolo, Murray Franklin (Robert De Niro), parece ocurrir únicamente en su cabeza, cuando por una serie de circunstancias, el mismo Arthur termina en el centro de una histórica revuelta en la ciudad, en la que por primera vez encontrará la manera de dejar de sentirse miserable y encontrar la forma de ser feliz.
¿Qué hace especial a Joker?
En primer lugar, Joker logra entregar una historia de origen de uno de los villanos más famosos del cómic en una película con un fuerte componente de realismo, y de crítica al esquema social en el que vivimos, pero no desde el facilismo de todos somos víctimas del sistema, que es lo que pulula hoy como basura en despoblado, sino desde la complejidad de que esa sociedad tóxica y destructiva no es orquestada desde arriba, como nos quieren hacer creer algunos, sino que surge desde abajo.
Que somos nosotros, en nuestras dinámicas sociales, de llevarnos bien con los que son iguales y apartar, despreciar, o peor aún dañar a los que son diferentes, los que generamos las peores monstruosidades. La dirección, obviamente meticulosamente planificada por Warner, para darle un sentido clásico a la película funciona a la perfección. Es así como la edición, la fotografía y la musicalización, no solo permite situarnos en una ciudad en decadencia a inicios de la década de los 1980s, sino que nos permite ubicarnos en la perspectiva del protagonista.
Las actuaciones, sin duda alguna, excelsas. Este es, en definitiva, el mejor trabajo de Joaquin Phoenix, y tiene una de las mejores escenas que he visto en el cine, casi al final de la película, junto a Robert De Niro, que en mi opinión confirma que Phoenix supera a Ledger. Y el resto del elenco no decepciona, al menos no el elenco que en realidad importa.
Las escenas son cuidadas al detalle y permiten desarrollar ampliamente un mensaje de alerta a nosotros como piezas constituyentes de esta sociedad, para entender que no, nosotros no somos las víctimas de un sistema opresor como les gusta creer a algunos para evadir la responsabilidad, sino que somos nosotros mismos, a través de nuestras acciones y decisiones, los que generamos toda la violencia y oscuridad que existe en el mundo.
¿Cuál es el problema con Joker?
El único problema que tiene Joker, es que pone en evidencia la hipocresía de ese segmento de la sociedad, al que le fascina sentirse víctima y aún más el de creerse moralmente superior porque se declara a sí mismo, y a otros, víctimas de un enemigo externo, que solo es el reflejo de la propia oscuridad, frustración y violencia que tienen por dentro, y que por más que tratan de ocultarla detrás de una máscara de benevolencia y corrección política, siempre se revela en su verdadera forma.
Si quiere ver quienes son esos, pues busque todas las críticas negativas de esta película, o los que se salen de la sala en plena función. Son fácilmente identificables.
¿Vale la pena ir a ver Joker?
No solamente vale la pena dedicar 122 minutos de su vida a ver esta película, sino que si no lo hace está perdiendo la oportunidad de ver una de las mejores películas de este primer cuarto de siglo. Con eso se los digo todo.
5,0
⭐⭐⭐⭐⭐
Warner Bros.
Guión
⭐⭐⭐⭐⭐
Dirección
⭐⭐⭐⭐⭐
Actuaciones
⭐⭐⭐⭐⭐
Impacto
⭐⭐⭐⭐⭐
Premisa
⭐⭐⭐⭐⭐