El hecho de que un club mexicano haya llegado a la final de la Copa Libertadores, por segunda vez en la historia del campeonato (la primera vez fue Cruz Azul en el torneo de 2001) solo nos deja la duda de que tan justo es que se invite a estos equipos a un torneo con una historia sólidamente sudamericana.
No entiendo la verdad cual son las prebendas con México, siendo una federación que no pertenece a la CONMEBOL. En 1998 para garantizar la inclusión del país azteca en la Libertadores se inventaron la llamada Copa Pre-Libertadores, que enfrentaba a dos equipos mexicanos con dos equipos venezolanos en un todos contra todos, donde los dos primeros equipos pasaban al torneo principal. Parece increíble que se hubiese puesto en igualdad de condiciones a un equipo que es parte de la CONMEBOL (confederación dueña de la Copa Libertadores) con un equipo de la CONCACAF, pero la razón es más simple de lo que se cree: Venezuela subastó sus cupos al mayor postor. Si, los equipos mexicanos que participaban en la Pre-Libertadores debían pagar una suma que ascendía a casi Medio Millón de Dolares (US) a los equipos Venezolanos. Con la novedad de que México siempre le puso el pie a Venezuela y casi siempre consiguieron los dos cupos que por derecho correspondían a los Llaneros.
Luego con el aumento de cupos de la Libertades, y le es asignado a México un lugar fijo dentro de la copa Libertadores, para lo que se creo un torneo, bastante peculiar. El reglamento de la CONMEBOL para la Copa Libertadores establece que es obligatorio que el campeón de cada federación participe, sin embargo como el campeón México tiene la obligación de participar en el campeonato de la CONCACAF, se inventaron la llamada Interliga, para darle el estatus de campeón a alguno de los equipos que no calificaban para el torneo del área. Es notorio que en México se vanaglorian de que al menos 6 de sus equipos participen en torneos de talla internacional y en dos confederaciones, ni siquiera Argentina o Brasil tienen ese privilegio. Es así mismo notable que en eventos como en las finales de la Libertadores que han disputado los equipos mexicanos, siempre hayan tratado de enlodar el triunfo Sudaméricano. En la primera ocasión dando a entender que si Cruz Azul ganaba merecía el cupo para la Copa Intercontinental (totalmente ridículo) y en la segunda por la gresca de proporciones titánicas que armaron los jugadores de Chivas al perder el encuentro.
Uno de los inconvenientes graves que veo en que México haga parte de la CL, es que se exportan los encuentros a ese país. Jamás se ha visto que los torneos de la CONCACAF se jueguen en Sudamérica y cuando hay equipos sudamericanos invitados como por ejemplo a la Copa de Oro, siempre los juegos se hacen en suelo de uno de los miembros de la Confederación Norte-Centro Americana, lo cual es una desventaja mayúscula.
La justo sería o a) Sacar a México definitivamente de cualquier torneo de competencia Sudamericana o b) Pensar en unir ambas confederaciones. Los detractores de unir las confederaciones dicen que el nivel de competencia y del torneo clasificatorio en America del Sur es tan bueno (de eso no hay la menor duda) que incluir equipos de la CONCACAF sería un error, pero la verdad es que ellos mismos se enredan en su telaraña al decir que, los equipos de la CONCACAF tal y como se lleva a cabo la eliminatoria al mundial en esa zona, da muchísima oportunidad a que equipos como Jamaica (es en serio) clasifiquen al torneo mundial sobre equipos con mucho mas nivel futbolístico en Sudamérica. En la CONCACAF deberían admitir que no se quieren fusionar con la CONMEBOL por puro y físico miedo de que de los 3.5 cupos que hay para esa zona, de los cuales 2 ya parecen estar escriturados a México y Estados Unidos, cambien de manos, lo cual no sería una mala idea. Muchos dicen que el prestigio de la CONMBEBOL quedaría comprometido, pero la verdad no estoy de acuerdo.
Incluso con una confederación hemisférica, se podría hacer un torneo continental y de clubes que rivalizara con los que se llevan a cabo en Europa, así como una mayor transferencia en el mercado publicitario y en el jugadores. México es una potencia futbolística, si quiere enfrentarse con los grandes, tiene la oportunidad de hacerlo, solo se requiere un poco de fe en sus propios jugadores y en su propia capacidad futbolística.