Nunca me ha interesado demasiado el fútbol, mucho menos el fútbol de clubes que parece una verdadera perdedera de tiempo, más cuando esos mismos que lo siguen parece estar dispuestos a darle en la jeta a cualquiera que no vista la camiseta de su equipo favorito. Sin embargo, un aspecto que siempre me ha parecido muy interesante del fútbol y de los deportes en general es el de los sistemas que utilizan en cada uno de sus torneos, las llamadas eliminaciones y clasificaciones y aquí en Colombia son unos genios para inventarse unos torneos tan raros e injustos que dejarían con la boca abierta a los estadistas deportivos de cualquier fuera de nuestras fronteras.
Colombia tiene dos torneos en la categoría profesional: la Primera A (Liga Postobon) que es la categoría principal y la Primera B (Torneo Postobon) que es la categoría de ascenso. Mientras que en el resto del mundo los torneos de fútbol se definen en un todos contra todos donde el que tenga más puntos en la final es el campeón, en Colombia los codiciosos directivos del fútbol, que de fútbol no saben nada, decidieron que no les servía que un equipo tuviese la posibilidad de coronarse campeón faltando 4 0 5 fechas y (no lo permita Dios) que se bajaran los ingresos de las taquillas. Entonces se inventaron el sistema de los cuadrangulares, que consiste en que después del todos contra todos, los mejores equipos empiezan de cero nuevamente en dos grupos y los que se coronen en esos dos grupos juegan una finalísima que define el ganador del torneo. En el caso de la Primera A, el ganador de los torneos semestrales recibe el título de Campeón y una estrella. En el caso de la Primera B, el ganador de los torneos semestrales recibe un cupo para la «Gran Final» que decide un cupo directo a la primera categoría.

Lo curioso de este sistema es que el mejor equipo del torneo se puede quedar sin nada al final. Tomemos por ejemplo el caso de América de Cali en la Primera B. América es estadísticamente el mejor equipo del torneo, sin embargo al llegar a los cuadrangulares va de último en su grupo, por lo que sus posibilidades de ascenso directo a la Primera A están prácticamente destruidas. Aún más, si se da una serie de resultados, América de Cali, siendo el mejor equipo del torneo, quedaría sin posibilidad alguna de ascender. Es lo mismo que sucede en la primera categoría, donde los campeones reciben su estrella y su cupo directo a la fase de grupos de la Copa Libertadores, mientras que por lo general el mejor de la reclasificación le toca el tercer puesto que lo relega a jugar la primera fase (repechajes) para llegar a esa instancia.
¿Qué en ocasiones el líder de la reclasificación queda de campeón? Pues hasta donde revisé, esa parece ser más la excepción que la regla. Este tipo de torneos acomodados (al igual que el cuento ese de los promedios) deja cierto tufillo de trampa en el ambiente, es como si el mejor alumno del semestre, quedara repitiendo por que falló en su último examen. Pero bueno, así es Colombia, donde un montón de viejos gordos y bigotones hacen lo que les da la gana, siempre que la horda de fanáticos esté dispuesta a pagar una boleta sobre valorada para ver al equipo de sus afectos.