Moana, la hija de un jefe tribal en una isla perdida en la Polinesia decide embarcarse en un viaje que su pueblo considera tabú (navegar a mar abierto) dónde espera encontrar la razón del desastre natural que amenaza a su pueblo con la extinción. Para eso solicitará la ayuda de Maui, un semidios cuyas acciones del pasado podría tener que ver con el desastre que Moana trata de impedir.
¿Por qué debería ver la película?
Es una película que invita a reflexionar en primer lugar sobre la importancia de la perseverancia para alcanzar los sueños, todo mezclado con una excelente banda sonora y una reflexión al papel de la mujer contemporánea.
¿Por qué no debería verla?
Disney siempre le pone mucha dedicación a sus «princesas» y Moana no es la excepción, sin embargo, en muchos sentidos, esta película se siente completamente artificial. Sí, la premisa es válida e interesante, las canciones son de primera y la animación es excelente. Pero la historia se nota forzada, haciendo que el espectador se distancie por completo de los personajes. En definitiva un punto bajo en la producción de Disney luego del éxito de Frozen.
¿Debería verla o no?
Pues, si a usted va por la música o por el mensaje sí, si espera una película con sentido que lo entretenga, pues, no se la recomiendo.
Cubierta del sencillo, que indiscutiblemente es un hit.
Primero que todo debo decir que he quedado muy gratamente sorprendido con el último sencillo de Lady Gaga «The Edge of Glory», es una pieza musical muy buena, excelente cuando se le compara con los otros dos sencillos de su album «Born This Way»: «Judas» y «Born This Way».
La canción combina perfectamente la tristeza melódica de la balada rock, el background bailable del electropop y la sensualidad característica de otras canciones de Gaga. A diferencia de «Judas», «The Edge of Glory» no tiene piezas malas, desde el inicio la canción se desarrolla casi que orgánicamente, perfectamente natural y balanceada. Aunque su estructura no coincide con los super hits pegajosos del estilo de Bad Romance o Poker Face, Lady Gaga definitivamente estaba de buenas cuando compuso esta canción. La inclusión del solo de saxofón por cuenta de Clarence Clemons es una adición completamente acertada y le da el aire de sensualidad que complementa la letra, la melodía y el ritmo.
Es un soplo de aire fresco dentro del repertorio de Gaga, últimamente plagado de canciones orientadas más al mercadeo que al desarrollo musical de la artista. Ahora hablemos del vídeo. Grabado en un set reminiscente de las calles residenciales de Nueva York, el vídeo recuerda también las sensación visual de aquellos producidos en los años ochenta, pero con la gran diferencia de que los vídeos producidos en los ochenta no se caracterizaban precisamente por su simpleza, era vídeos económicos comparados con los que se producen hoy en día, es muy cierto, pero eran vídeos complejos, desde el punto de vista narrativo y desde el punto de vista visual, nada de lo cual tiene «The Edge of Glory».
El vestuario de Gaga es de lo poco rescatable del vídeo.
Parece que en el intento de volver a sus bases, Gaga decidió hacer un vídeo «sencillo» y terminó haciendo un vídeo desabrido donde lo único que medio destaca es el vestuario de la cantante. Durante la época de recesión hubo muchos vídeos económicos como «3» de Britney Spears, que a pesar de su bajo presupuesto, no son malos, todo lo contrarío, se caracterizaban por generar empatía en el espectador y sobre todo recordación. Muchos incluso dicen que estuvieron mejor producidos y mejor diseñados los vídeos de promoción de Google Chrome, con mucha más técnica y más preparación, creo que Gaga se pifió creyendo que un set prediseñado y su presencia era suficientes para sacar a flote un vídeo.
En un interesante twist de la historia, en lugar del vídeo sacar a flote la canción, ocurrió todo lo contrario, el vídeo le restó a la canción, por lo que creo que todos los little monsters deberían inventarse su propio vídeo mental y remplazarlos por las pobres escenas protagonizadas por Gaga y que ya están en YouTube. A menos que esto sea una estrategia tipo Friday de Rebecca Black para atraer espectadores, porque hasta la mísma Rebecca Black le ha ganado a Gaga en su batalla por conquistar los preciosos números de YouTube.
No queda sino disfrutar de la canción y esperar que los próximos sencillos y vídeos de Gaga si confirmen la inmerecida fama de «Nueva Reina del Pop» y se concentren más en la calidad musical y visual que en el mercadeo y la publicidad excesivas de las que hace gala la neoyorquina.