Y arriesgándome a caer en las venenosas lenguas de algunos idólatras Shakifans (especialmente hoy que la doña cumple años) , he decidido dar mi opinión sobre su más reciente sencillo titulado Can’t Remember To Forget You y de paso escribir una que otra frase sobre el correspondiente video.
Esta canción, que cuenta con la participación de la super vendedora cantante barbadense Rihanna, es una canción que mezcla elementos de reggae y new wave, (¿UB40?), con un toque de rock, que lo único que recuerda son los infructuosos intentos de Shakira de pegar con este género en el mercado de Estados Unidos.
En efecto, las estrofas de la canción tienen un refrescante aire tropical que la diferencia del mainstream musical, que en estos momentos aún está en manos del electro-pop. La letra de esta parte de la canción es poderosa y se armoniza perfectamente con el ritmo, creando un efecto pegajoso en la misma. Pero es en el coro donde empiezan los problemas. La tonada rock de lo que se supone ser el gancho del sencillo parece impuesta a la fuerza sobre el resto de la canción, con una letra floja en comparación con las estrofas.
Shakira pretende revivir en Estados Unidos el milagro de sus albumes de estilo más rockero en Español, por allá en los 90s, pero evidentemente la oferta de este género musical es demasiado amplia y demasiado orientada al mercado independiente (indie) y alternativo, como para que Shakira entre allí por alguna parte. Debió haber aprendido eso con Don’t Bother, que fue su primer paso en falso, desde los tiempos de Peligro.
Pero los problemas para #CRTFY no terminan ahí.
La segunda estrofa de la canción es interpretada magistralmente por Rihanna cuyo acento y rango vocal encajan a la perfección con la tonada, por lo que la pregunta que surge es ¿Qué carajos hace Shakira ahí? La colombiana nunca ha sido una cantante con un amplio rango vocal, por lo que queda muy mal cuando se le compara con Rihanna dentro de la misma canción. La cantante de Barbados, como es usual en ella, toma la canció, la domina, transforma y eleva a nivel muy superior al que la había dejado Shakira en la primera parte.
La superioridad de Rihanna es aún más evidente en el bridge final, que ambas artistas comparten. El asunto es que en ningún momento las voces de las artistas se complementan, sino que entran en un conflicto vocal donde Shakira sale perdiendo.
La producción de la canción es, a falta de otra palabra, bastante regular sobre todo si en realidad la intención de Shakira era impactar en el Hit Parade norteamericano; es decir, la canción está muy buena para el nivel que se maneja en América Latina y en Europa, pero deja mucho que desear para Estados Unidos… el problema de producción se hace más evidente por el simple hecho que los covers producidos por artistas amateurs tienen mucha más chispa.
Ya había hablado que desde hace un par de albumes, Shakira parecía haber peridido su toque mágico, quisiera creer yo por imposiciones de su disquera, pero quizás esté equivocado y esta canción logra ubicarse bien al final. Quien quita, si Ke$ha y Pitbull pudieron tocar el número 1 con Timber, cualquier cosa puede pasar.
PD: Respecto al video, creo que además de las escenas pseudo-lésbicas entre Rihanna y Shakira (que tienen tanta tensión sexual como la misa de 5), el video aporta poco a nivel visual. ¿Un palacio super lujoso? Ya lo vimos en Born to Die, de Lana del Rey, que no se quedó en las paredes y los pisos, sino también en una historia … ¡y en los tigres! ¿Shakira tocando Rock? ¿Acaso no vimos eso en Inevitable? Ya Shakira, supéralo, estamos en 2014, no en 1999. Please.